Los secretos de la flora nasal
Parece lógico que la microbiota respiratoria esté implicada en una enfermedad respiratoria como el asma… ¡aunque hace falta demostrarlo! Algunos estudios sobre la microbiota nasal tienen como objetivo demostrar su influencia en la evolución del asma y representan una valiosa contribución.
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ADVERTENCIA
Este contenido fue escrito y publicado en octubre de 2019. Por lo tanto, es probable que esté desactualizado. Para obtener información más reciente sobre alergias, lo invitamos a consultar esta página.
Mientras que ya se conoce la relación entre la microbiota de las vías respiratorias inferiores (bronquios y pulmones) y el desarrollo del asma9, hasta ahora no se ha investigado la microbiota nasal desde esta perspectiva. Para remediarlo, un equipo de investigadores estadounidenses se interesó en este tema. ¿Cuál era su objetivo? Identificar la composición de la microbiota nasal de personas afectadas y compararla con la de personas sanas para detectar indicios acerca de su papel en la enfermedad. Durante un año, se tomaron muestras de la nasofaringe (en el extremo de la cavidad nasal) de personas de 10 a 73 años de edad, algunas de las cuales presentaban asma exacerbada, otras una forma estable y otras, por último, no estaban afectadas10.
Microbiotas únicas
Se confirmó la hipótesis de partida: las microbiotas nasales de cada grupo tienen composiciones significativamente diferentes. Con respecto al grupo de control, la microbiota de las personas asmáticas presenta una mayor abundancia de dos familias de bacterias (Bacteroidetes y Proteobacterias). En general, se encontraron cuatro especies en las personas asmáticas: algunas ya asociadas con enfermedades inflamatorias localizadas (pero nunca con el asma), otras ya señaladas en diferentes afecciones respiratorias y, por último, otras más conocidas por su papel en la vaginosis. Los microbios encontrados también diferían en función de la forma de la enfermedad (exacerbada o, por el contrario, estable).
Biomarcadores al alcance del hisopo
Este estudio es uno de los más grandes llevados a cabo hasta la fecha sobre la correlación entre la microbiota nasal y el asma. Sus resultados, que deberán ser confirmados por futuros análisis, suponen un paso importante para la investigación y concuerdan con los datos obtenidos en el estudio de las vías respiratorias inferiores. De ahí se desprende que la microbiota nasal, cuyo muestreo es mucho más fácil de realizar y menos invasivo que un examen del interior de los bronquios (broncoscopia), puede ser útil para comprender el papel de la microbiota respiratoria en la patogenia y la evolución del asma. De hecho, las bacterias identificadas podrían ser objeto de análisis más profundos para precisar sus papeles respectivos y usarse como una herramienta sencilla de detección y vigilancia del asma. Son muchas pues las pistas de investigación que merecen un análisis científico más profundo en el futuro.