Rinitis alérgica: los primeros meses de vida son determinantes
Los primeros meses de vida son decisivos para la colonización microbiana y, por tanto, la de la nariz. Si bien la disbiosis temprana se ha asociado con la aparición de algunas enfermedades alérgicas en la primera infancia, ¿qué sabemos realmente de los efectos de la microbiota nasal en el desarrollo de la rinitis temprana y de la respiración sibilante?
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ADVERTENCIA
Este contenido fue escrito y publicado en octubre de 2019. Por lo tanto, es probable que esté desactualizado. Para obtener información más reciente sobre alergias, lo invitamos a consultar esta página.
La rinitis, y de manera más general los problemas respiratorios que vienen acompañados de sibilancias (respiración sibilante, asma25), son frecuentes en bebés y en niños26. Numerosos estudios han abordado la relación entre la microbiota respiratoria y la aparición de estos problemas y han mostrado la influencia directa del medio ambiente y del estilo de vida27. Sin embargo, nunca se había estudiado hasta ahora la relación precisa entre la microbiota nasal de los bebés y las enfermedades alérgicas como la rinitis o la respiración sibilante (que se traduce en la emisión de un silbido durante la espiración y/o la inspiración). Esto ha pasado a ser una realidad gracias a un estudio comparativo internacional cuyos resultados se han publicado recientemente28.
Diversidades microbianas claramente diferenciadas
Se analizó la evolución de la microbiota nasal de tres grupos de niños realizando comparaciones frecuentes durante los primeros dieciocho meses de vida: el 23% de ellos tenían solo rinitis, el 28% rinitis y respiración sibilante conjuntamente y el resto de los niños eran sanos. Resultado: su microbiota nasal evolucionó de forma diferente según si habían desarrollado o no una rinitis, sobre todo cuando se acompañaba de respiración sibilante. Los investigadores, a la vista de estas diferencias observadas muy temprano (a veces desde las tres semanas de edad) y, sobre todo, antes de la aparición de síntomas clínicos, dedujeron que la microbiota nasal desempeñaba un papel fundamental en el desarrollo de la enfermedad respiratoria. Entremos un poco en detalle: según la literatura científica, tres grupos importantes de bacterias (Actinobacterias, Proteobacterias y Firmicutes29) dominan la microbiota nasal infantil, hecho que confirma el estudio. Otro resultado que coincide con la literatura médica30: la disminución de la diversidad microbiana de la microbiota nasal de los bebés con rinitis (con o sin respiración sibilante concomitante). El aumento de la abundancia de ciertas bacterias ha sido relacionado también con la rinitis alérgica y una respiración sibilante concomitante (Oxalobacteraceae, Aerococcaceae), o bien, con la composición de la flora sana de niños no afectados (Corynebacteriaceae y colonización nasal temprana por estafilococos). En otras palabras, la microbiota nasal contiene una «firma microbiana» que caracteriza la enfermedad respiratoria y su severidad.
Un factor predictivo de la rinitis
Estos datos muestran que algunas de las bacterias en cuestión constituyen un elemento protector contra las enfermedades respiratorias en lactantes31. También confirman que perfiles distintos de microbiota nasal antes de la edad de dieciocho meses pueden favorecer el desarrollo temprano de la rinitis alérgica y de la respiración sibilante. Otra lección: un niño de cada cinco con rinitis en el momento del estudio seguía padeciéndola a la edad de cinco años, mientras que aquellos sin rinitis durante toda su primera infancia no la desarrollaron posteriormente. Que un niño tenga o no rinitis a la edad de dieciocho meses tiene, por tanto, un valor predictivo en este sentido. Además de abrir el camino hacia nuevas estrategias terapéuticas, estos resultados podrían arrojar luz sobre el papel de la microbiota nasal en el asma, una enfermedad con la que la rinitis está estrechamente relacionada.

25 Teo SM, Mok D, Pham K, Kusel M, Serralha M, Troy N, et al. The infant nasopharyngeal microbiome impacts severity of lower respiratory infection and risk of asthma development. Cell Host Microbe 2015;17:704-15
26 Tan TN, Lim DL, Lee BW, Van Bever HP. Prevalence of allergy-related symptoms in Singaporean children in the second year of life. Pediatr Allergy Immunol 2005;16:151-6
27 Schuijs MJ, Willart MA, Vergote K, Gras D, Deswarte K, Ege MJ, et al. Farm dust and endotoxin protect against allergy through A20 induction in lung epithelial cells. Science 2015;349:1106-10
28 Ta L. D., Yap G. C. et al, Establishment of the nasal microbiota in the first 18 months of life: Correlation with early-onset rhinitis and wheezing. J Allergy Clin Immunol 2018
29 Bosch AA, de Steenhuijsen Piters WA, van Houten MA, Chu M, Biesbroek G, Kool J, et al. Maturation of the infant respiratory microbiota, environmental drivers and health consequences: a prospective cohort study. Am J Respir Crit Care Med 2017;196:1582-90
30 Sakwinska O, Bastic Schmid V, Berger B, Bruttin A, Keitel K, Lepage M, et al. Nasopharyngeal microbiota in healthy children and pneumonia patients. J Clin Microbiol 2014;52:1590-4