Artritis reumatoide: alteración de la microbiota intestinal desde los estadios incipientes de la enfermedad

Desde los estadios incipientes de la artritis reumatoide, la microbiota intestinal sufre una disbiosis caracterizada por una reducción de la diversidad microbiana, la sobre o infrarrepresentación de ciertos taxones y alteraciones de las funciones genéticas.

Fecha de publicación 08 Octubre 2019
Fecha de actualización 08 Agosto 2023
Actu PRO : Polyarthrite : le microbiote intestinal altéré dès les stades précoces

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 08 Octubre 2019
Fecha de actualización 08 Agosto 2023

 

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a las articulaciones y se caracteriza por una inflamación de la membrana sinovial que se extiende a los cartílagos y huesos cercanos. Desde hace varios años, la microbiota intestinal suscita el interés de la comunidad científica dado que se sospecha que podría estar implicada en la AR.

Presencia de disbiosis desde los estadios incipientes de la enfermedad

Mientras que varios estudios han descrito estados de disbiosis en pacientes con AR avanzada, un equipo coreano se interesó en los estadios incipientes de la enfermedad, exclusivamente en mujeres, más afectadas por la AR que los hombres. Las 29 pacientes incluidas en el estudio se encontraban en un estadio preclínico (PC, n=17), o en un estadio clínico incipiente (ECI, inicio de la aparición de signos clínicos, n=12), y no estaban recibiendo fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME). El ADN bacteriano extraído de muestras fecales de las pacientes se comparó con el de 25 controles sanas. El primer hallazgo fue que la microbiota de las pacientes con AR se caracterizaba por una menor diversidad bacteriana (sin que hubiese diferencia alguna entre los grupos PC y ECI). Además, se observaron diferencias entre los perfiles de especies bacterianas presentes, por ejemplo, sobrerrepresentación de bacterias del filo Bacteroidetes en las pacientes con AR e infrarrepresentación de Actinobacterias, sobre todo del género Collinsella.

Alteraciones de las funciones genéticas

Estas diferencias de composición correspondían a diferencias genéticas: los genes implicados en la síntesis de ubiquinona (coenzima Q10) y menaquinona (vitamina K2) eran más abundantes en las controles, mientras que los genes implicados en el transporte y la absorción del hierro eran más abundantes en las pacientes con AR. Esta particularidad, que facilita la absorción del hierro por parte de las bacterias de la microbiota, podría explicar la anemia que se observa frecuentemente en pacientes con AR. Por último, los genes que codifican la síntesis de lipopolisacáridos –moléculas expresadas en la superficie de las bacterias gramnegativas que atraviesan la barrera intestinal y generan inflamación sistémica– estaban sobrerrepresentados en las pacientes con AR y signos clínicos. Este resultado resalta el carácter inflamatorio de la AR. Se necesitan estudios de mayor envergadura basados en tecnologías complementarias de secuenciación para definir con mayor precisión el papel de la microbiota intestinal en la AR y determinar si la disbiosis observada es una causa o una consecuencia de la enfermedad.