Enterocolitis necrosante del lactante: adelantar el diagnóstico gracias a las bacterias y metabolitos intestinales
¿Y si bastaran unas pocas bacterias intestinales y 3 ácidos grasos de cadena corta para identificar la enterocolitis necrosante neonatal de manera simple, fiable y precoz? Esto es lo que sugiere un estudio realizado en 34 prematuros.
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Acerca de este artículo
Identificar temprano e intervenir con la mayor rapidez posible: estos son los requisitos que debe cumplir el tratamiento de la enterocolitis necrosante neonatal (ECN), una enfermedad que afecta al 5 a 12% de los prematuros. Sin embargo, por falta de biomarcadores suficientemente fiables en el estadio precoz de la ECN, se quedan en vanos deseos. Estudios anteriores demostraron la aparición de una disbiosis intestinal entre 7 días y 72 horas antes de la ECN. ¿La microbiota y sus metabolitos, especialmente los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) implicados en el mantenimiento de la integridad del epitelio intestinal, podrían predecir una futura ECN?
34 prematuros con trastornos digestivos
Con el fin de explorar el valor predictivo de la microbiota intestinal y de los AGCC, se realizó un estudio prospectivo con 34 prematuros (<34 semanas de amenorrea) que padecían trastornos intestinales (distensión abdominal, vómitos o heces con sangre): 17 lactantes con ECN potencial y 17 controles emparejados sin ECN, de los que se obtuvieron muestras fecales el día de la inclusión en el estudio. Cabe señalar que, de los 17 niños con ECN potencial, (sidenote: Perforación intestinal Los otros 5 niños presentaban perforación intestinal el día de su admisión en el estudio. ) (es decir, un subgrupo de la muestra inicialmente emparejada) y que las muestras fecales se obtuvieron 7 días más tarde en promedio.
5 al 12% de los prematuros Del 5 al 12% de los prematuros desarrollan enterocolitis necrosante neonatal (ECN).
20 al 30% de los lactantes La ECN tiene un desenlace fatal en el 20 al 30% de los lactantes.
Una disbiosis intestinal precede a la ECN
Al contrario de lo que habían mostrado estudios previos, los investigadores no observaron sistemáticamente una pérdida de diversidad intestinal anterior a la enfermedad: algunos indicios de riqueza bacteriana (Ace y Chao1) sugieren una diferencia significativa, otros (Simpson y Shannon) no. Según los autores, los trastornos digestivos de todos los niños del estudio, incluidos los controles, podrían explicar esta discrepancia con los datos publicados en la literatura especializada.
En cambio, 7 días antes de la aparición de la ECN, surgió una modificación de la composición de la microbiota, con un aumento de la abundancia de las bacterias Streptococcus salivarius y Rothia mucilaginosa, y una disminución de Bifidobacterium subsp. lactis. También se exploraron variaciones a nivel del filo (aumento de las proteobacterias, disminución de Firmicutes, Actinobacteriota y Bacteroidota), pero estas no fueron significativas.
Tres AGCC como marcadores metabólicos
Los investigadores también estudiaron los metabolitos bacterianos, concretamente el acetato, el propionato y el butirato, que representan del 90 al 95% de los AGCC totales en el intestino humano. El estudio demostró que estos 3 AGCC disminuyen significativamente 7 días antes de la aparición de la ECN, probablemente debido a la menor abundancia de Firmicutes y Bacteroidota. Estos metabolitos constituyen mejores biomarcadores predictivos de la ECN que los biomarcadores bacterianos porque son más específicos y sensibles (AUC del 68 al 73% según el AGCC), lo que podría tener aplicaciones clínicas potenciales.