Prevención de la diabetes: un hongo no tan cándido como su nombre indica
Es posible que exista una ventana temporal de unos pocos meses durante la infancia en la que el enriquecimiento de la microbiota con ciertos microorganismos, en particular con una determinada especie de Candida, sea necesario para el desarrollo de las células β pancreáticas y, por tanto, para la prevención de la diabetes de tipo 1 o tipo 2 y de ciertas enfermedades metabólicas.
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Acerca de este artículo
En el pez cebra (Danio rerio), una proteína bacteriana fomenta la proliferación de células β en los islotes pancreáticos. ¿Pero qué sucede en los mamíferos? Tras el nacimiento, estas células, necesarias para la producción suficiente de insulina, proliferan rápidamente, al mismo tiempo que se va diversificando la microbiota intestinal.
¿Se trata de una mera coincidencia o de una auténtica correlación, como sucede en el pez cebra? Un equipo británico 1 logró responder a esta pregunta demostrando que ciertas especies bacterianas y fúngicas estimulan el desarrollo posnatal de las células β en ratones durante breves ventanas temporales de colonización, un periodo que también es crítico para la salud metabólica.
830 millones El número de personas con diabetes aumentó de 200 millones en 1990 a 830 millones en 2022. ²
14% En 2022, el 14% de los adultos padecían diabetes a nivel mundial, frente al 7% en 1990. ²
En ratones y humanos
Mediante la eliminación y restauración de la microbiota en distintos periodos prenatales y posnatales en ratones, el equipo identificó un periodo crítico (del día 10 al día 20 posnatal) durante el cual la flora digestiva desempeña un papel esencial en el establecimiento de una masa normal de células β. Los resultados de experimentos con antibióticos y antifúngicos confirmaron estas observaciones, poniendo de relieve la implicación de bacterias y hongos en el mantenimiento del equilibrio glucémico.
Estas alteraciones tempranas de la microbiota tienen repercusiones duraderas en el metabolismo, como la reducción de la secreción de insulina, el aumento de la glucemia y la reducción de la tolerancia a los hidratos de carbono. Todos estos desequilibrios pueden incrementar el riesgo de diabetes.
¿Qué sucede en el ser humano? Se observó que muestras fecales de bebés humanos de entre 7 y 12 meses (pero no de otros grupos de edad) producen una fuerte estimulación de la masa de células β en ratones. Así pues, es muy posible que exista también en el ser humano una ventana de oportunidad para la colonización por microorganismos que favorecen el desarrollo de células β.
Un argumento más a favor de la famosa ventana de oportunidad de 1000 días para la salud futura y la prevención de enfermedades metabólicas como la obesidad.
59% Más de la mitad (59%) de los diabéticos de 30 años o más no recibían ningún tratamiento en 2022. El tratamiento de la diabetes está menos desarrollado en los países de ingresos bajos e intermedios. ²
2 million En 2021, la diabetes y la nefropatía diabética causaron más de dos millones de muertes. Además, alrededor del 11% de las muertes cardiovasculares se debieron a la hiperglucemia. ²
Bacterias y hongos responsables
Gracias a una comparación de las comunidades microbianas capaces de inducir (o no) el desarrollo de células β, se identificaron taxones bacterianos y fúngicos implicados en los ratones, a saber, Escherichia coli, Enterococcus gallinarum y Candida dubliniensis. Candida dubliniensis resultó ser el más eficaz, a través de un mecanismo en el que participan macrófagos y células β y que permite reconocer señales específicas procedentes de la pared celular de levaduras comensales.
Por último, C. dubliniensis no solo reduce la prevalencia y gravedad de la diabetes en modelos murinos, sino que también ayuda a restaurar la población de células β después de su eliminación o subdesarrollo causados por un tratamiento con antibióticos. Al perturbar la microbiota intestinal durante la infancia, estos tratamientos pueden alterar la regulación de la glucemia y complicar el mantenimiento de un peso corporal estable. Quizás se pueda utilizar C. dubliniensis de forma profiláctica para compensar las pérdidas inducidas por el tratamiento con antibióticos, especialmente en sujetos predispuestos a la diabetes de tipo 1 o 2 o a la obesidad.
Desde el año 2000
Desde el año 2000, las tasas de mortalidad por diabetes han aumentado, mientras que la probabilidad de fallecer por uno de los 4 tipos principales de enfermedades no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas o diabetes) entre los 30 y los 70 años disminuyó un 20% a nivel mundial entre 2000 y 2019. ²
Abril de 2021
La OMS publicó el Pacto Mundial contra la Diabetes, una iniciativa global cuyo objetivo es conseguir mejoras sostenibles en la prevención y el tratamiento, con especial atención al apoyo a los países de ingresos bajos e intermedios. ²
¿Prevenir o incluso revertir la pérdida de células β?
Este estudio demuestra que existe una ventana temporal crítica en los bebés, entre los 7 y los 12 meses, durante la cual ciertas bacterias y hongos son necesarios para el desarrollo de las células β pancreáticas. Si no se aprovecha esta ventana de oportunidad, el desarrollo de las células β se ve comprometido, lo que provoca una disfunción y un mayor riesgo de enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes.
Sin embargo, los mecanismos que identificaron los autores quizá permitan prevenir o incluso revertir la pérdida de células β, siempre que se administre un tratamiento temprano que tenga en cuenta el papel clave de la microbiota intestinal.