Depresión geriátrica: ¿la microbiota intestinal, implicada en la remisión?

La microbiota intestinal, ya implicada en el funcionamiento neuropsiquiátrico según estudios anteriores, podría predecir la respuesta al tratamiento, incluido el placebo, de la depresión geriátrica. Y predecir también la futura remisión, o no.

Fecha de publicación 01 Junio 2021
Fecha de actualización 18 Agosto 2022

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 01 Junio 2021
Fecha de actualización 18 Agosto 2022

La depresión geriátrica, un auténtico reto de salud pública, podría afectar hasta al 25% de las personas de edad avanzada, con un porcentaje de remisión más bajo y porcentajes de recaída más elevados que en adultos jóvenes. De ahí la búsqueda de biomarcadores capaces de predecir la respuesta a los antidepresivos. Esta búsqueda, hasta ahora infructuosa, se encuentra actualmente en un momento crucial: ante las interacciones cerebro-intestino-microbiota que modulan los trastornos del humor y la disbiosis intestinal que aparece al final de la vida, un equipo de investigadores emitió la hipótesis de que la microbiota intestinal podría predecir la respuesta a los tratamientos antidepresivos, en pacientes con depresión geriátrica. El análisis secundario de un ensayo aleatorizado controlado (12 semanas de levomilnaciprán [LVM] frente a placebo) realizado en California en pacientes de edad avanzada con un trastorno depresivo mayor parece darles la razón.

Géneros bacterianos capaces de predecir la remisión

Al no observar diferencias entre el grupo tratado con LVM y el grupo placebo en el porcentaje de remisión, el análisis combinó los 4 pacientes tratados y los 8 controles. De estos 12 adultos mayores, 5 superaron su depresión (puntuación ≤ 6 en la escala de Hamilton); eran más jóvenes (67 frente a 74 años), todos de sexo masculino, pero su microbiota intestinal antes del tratamiento no mostraba ninguna diferencia en términos de diversidad α o β. En cambio, 9 géneros bacterianos permitían predecir con precisión la remisión: una microbiota intestinal inicial rica en Faecalibacterium y, en menor medida, en Agathobacter y Roseburia, permitía pronosticar una superación de la depresión.

Una microbiota intestinal que evoluciona en caso de remisión

El estudio también mostró que la microbiota intestinal de los pacientes en remisión (pero no la de los pacientes que seguían depresivos) se modifica durante su salida de la depresión. Por ejemplo, los investigadores observan el aumento de ciertos taxones, sobre todo Flavonifractor y DTU089. Según los autores, la mayor abundancia de estas bacterias, sin efectos antidepresivos conocidos, podría ser la consecuencia de la salida de la depresión (mejora de la alimentación, aumento de la actividad física, restablecimiento del sueño, menos estrés...).

¿Pronto una medicina personalizada para tratar la depresión geriátrica?

Sin embargo, aún no se comprende perfectamente la relación entre la microbiota intestinal y la depresión durante el envejecimiento: ¿un lento declive del sistema inmunitario (inmunosenescencia) produce un aumento progresivo de la inflamación crónica? ¿Este aumento altera la microbiota intestinal (pérdida de diversidad)? Si bien quedan muchas preguntas por contestar, este estudio muestra por primera vez el papel de la microbiota intestinal para predecir la respuesta al tratamiento de la depresión geriátrica, incluido el efecto placebo. Aunque estos resultados deben confirmarse con estudios prospectivos de mayor envergadura, podrían abrir el camino a una medicina personalizada capaz de seleccionar el antidepresivo adecuado en función de la microbiota y de la eficacia que predice, e incluso tratar la depresión reforzando algunos taxones beneficiosos.

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