Papel de la microbiota intestinal en la insuficiencia renal

La disbiosis intestinal que se observa en los pacientes con insuficiencia renal podría agravar la enfermedad debido a la producción de toxinas que se acumulan en la sangre. Un probiótico parece contrarrestar parcialmente estos efectos.

Fecha de publicación 24 Junio 2020
Fecha de actualización 10 Agosto 2023

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 24 Junio 2020
Fecha de actualización 10 Agosto 2023

La progresión de la insuficiencia renal crónica (IRC) a insuficiencia renal terminal (IRT) y sus complicaciones parece estar vinculada a la acumulación de toxinas en la sangre, muchas de las cuales podrían originarse en la microbiota intestinal. Sin embargo, hasta ahora se desconocía el origen microbiano preciso de estos metabolitos como las toxinas urémicas, así como los mecanismos subyacentes. Se llevó a cabo un estudio internacional a gran escala (223 pacientes con IRT, 69 controles) para caracterizar las relaciones entre la composición de la microbiota, las toxinas urémicas y los síntomas de IRT.

Los metabolitos fecales y séricos son el reflejo del estado clínico

Los metabolitos séricos y fecales de los pacientes con IRT mostraron diferencias respecto a los controles y una estrecha correlación entre sí. En las heces de los pacientes se detectaron más precursores de toxinas urémicas y ácidos biliares secundarios (AbS) y menos ácidos grasos de cadena corta. Por su parte, los metabolitos séricos se caracterizaban por una mayor abundancia de 9 toxinas urémicas y un desequilibrio en los ácidos biliares, mostrando una estrecha asociación con el estado clínico de los pacientes. Así pues, las alteraciones metabólicas intestinales de los pacientes con IRT podrían contribuir de manera significativa a la acumulación de toxinas urémicas séricas. Esta hipótesis se confirmó en una segunda cohorte independiente (12 pacientes con IRT y 12 controles).

Disbiosis intestinal

Mediante un análisis metagenómico (shotgun) se detectó una disbiosis intestinal en los pacientes con IRT, caracterizada por una mayor abundancia de ciertas especies bacterianas. Más específicamente, estas bacterias poseían genes que codifican para la síntesis de toxinas urémicas y la biosíntesis de AbS. De hecho, la composición microbiana no solo mostró una correlación con las variables clínicas de los pacientes, sino también con la producción de toxinas urémicas y AbS. Según los autores, la microbiota intestinal acelera la producción de sustancias tóxicas y contribuye así a agravar la enfermedad.

Confirmación del papel de la microbiota en roedores

El trasplante de heces de pacientes con IRT a ratones axénicos (germ-free) dio lugar a un aumento de la producción de toxinas urémicas séricas, a un agravamiento de la fibrosis renal y a estrés oxidativo en los roedores. Por lo tanto, la disbiosis intestinal podría ser responsable, al menos en parte, de la insuficiencia renal a través de las toxinas urémicas. , Parecen estar implicadas dos especies productoras de precursores de dichas toxinas (Eggerthella lenta y Fusobacterium nucleatum). Por último, la administración de un probiótico (una cepa de Bifidobacterium animalis) consiguió reducir las concentraciones de toxinas y la severidad de la enfermedad en ratas. Así pues, la disbiosis intestinal de los pacientes con IRC parece generar metabolitos nocivos que agravan la enfermedad. Esto sugiere que, a la inversa, la microbiota intestinal podría representar un blanco prometedor para reducir la toxicidad urémica en tales pacientes.