Cáncer de páncreas: el microbioma quístico bajo sospecha

Un estudio sueco revela que la multiplicación de bacterias de origen bucal en las lesiones quísticas pancreáticas podría ser predictiva de su progresión a cáncer y sugiere que el microbioma pancreático tiene un potencial inflamatorio.

Fecha de publicación 11 Junio 2019
Fecha de actualización 06 Octubre 2021

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 11 Junio 2019
Fecha de actualización 06 Octubre 2021

Los avances realizados en el diagnóstico por imágenes han permitido mejorar la detección de neoplasias quísticas pancreáticas. Entre ellas se encuentran los tumores papilares mucinosos intraductales (TPMI) del páncreas, que son los más comunes y pueden progresar a cáncer de páncreas. Ahora bien, la microbiota pancreática podría estar implicada de diferentes formas en la evolución de estas lesiones: 1) las bacterias son más abundantes en los tejidos cancerosos pancreáticos; 2) las bacterias pertenecientes a la especie Fusobacterium se asocian con un mal pronóstico; 3) las bacterias intratumorales podrían metabolizar la gemcitabina y reducir los efectos terapéuticos de este fármaco anticanceroso.

Caracterización del microbioma quístico

Un estudio retrospectivo intentó con anterioridad caracterizar los microbiomas de diferentes quistes sin que se obtuvieran resultados significativos, probablemente debido a la metodología empleada que pudo ser causa de una contaminación (muestras recogidas por vía oral y esofágica). Para aclarar estas dudas, se realizó recientemente en el hospital Karolinska de Suecia un estudio prospectivo en el que se recogieron muestras de líquido quístico y plasma durante la resección pancreática de 105 pacientes. Se diagnosticaron a posteriori 21 casos sin TPMI, 57 casos con TPMI pancreáticos y 27 casos con TPMI pancreáticos cancerosos.

Más bacterias y más inflamación

Los resultados muestran una mayor cantidad de ADN bacteriano y una mayor concentración de IL-1β (interleucina proinflamatoria) en el líquido quístico de aquellos pacientes diagnosticados como portadores de TPMI pancreáticos (cancerosos o no) en comparación con los no portadores. Esta correlación no se observó en el plasma, lo que indica que se trata de un fenómeno local limitado al quiste. A pesar de la gran variabilidad individual en la composición de la microbiota intraquística, el estudio destaca la concurrencia y la mayor abundancia de ciertas bacterias de la cavidad bucal en los quistes, especialmente Fusobacterium nucleatum y Granulicatella adiacens. Por último, en la historia clínica se destaca una mayor presencia de ADN bacteriano intraquístico asociado, entre otras, a lesiones endoscópicas debidas a procedimientos invasivos anteriores. Este aumento fue, sin embargo, independiente de la utilización de inhibidores de la bomba de protones (IBP) y antibióticos.

Perspectivas terapéuticas

Aunque estos resultados requieren confirmación, sugieren un protagonismo de ciertas bacterias bucales en la progresión de los quistes precursores del cáncer pancreático. Si bien es todavía temprano para diseñar una prueba basada en el ADN bacteriano intraquístico capaz de predecir el riesgo de cáncer pancreático, los autores destacan la posibilidad de utilizar en el futuro el microbioma pancreático para el tratamiento médico de estos pacientes. Entre las diferentes vías de investigación se encuentra el posible beneficio de los antibióticos o el impacto de los procedimientos invasivos.