¿Predecir la supervivencia después de un tcph gracias a la microbiota intestinal?

En pacientes con cáncer de la sangre que reciben un trasplante de células progenitoras hematopoyéticas (TCPH), una microbiota intestinal más diversificada se asocia con un menor riesgo de mortalidad.

Fecha de publicación 29 Mayo 2020
Fecha de actualización 31 Marzo 2022
Photo : Can the intestinal microbiota be used to predict post-hsct survival?

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 29 Mayo 2020
Fecha de actualización 31 Marzo 2022

Una de las opciones terapéuticas para el cáncer de la sangre es (sidenote: El paciente recibe células progenitoras de un donante histocompatible ) . Sin embargo, este procedimiento conlleva riesgos importantes, en particular reacciones de tipo « (sidenote: Injerto contra huésped Respuesta inmunitaria iniciada por las células del donante y dirigida contra las células del receptor ) » que pueden llegar a ser mortales. Estas complicaciones que afectan a algunos pacientes son difíciles de anticipar. La microbiota intestinal, que interviene en la inmunidad y que presenta un desequilibrio en los receptores de TCPH, podría contribuir a prever dichas complicaciones.

Un estudio multicéntrico en 3 continentes

Un equipo de investigadores intentó caracterizar las posibles relaciones entre la composición de la microbiota y el pronóstico después del trasplante, examinando al mismo tiempo si sus observaciones dependían del lugar de tratamiento del paciente. Si bien ya se han descrito alteraciones de la microbiota en relación con el TCPH y su pronóstico, hasta ahora existían dudas sobre su carácter sistemático. Por lo tanto, se llevó a cabo un estudio en 1 362 pacientes (edad media de 53 años) que recibieron un alotrasplante en 4 hospitales (Nueva York y Durham, EE.UU.; Regensburg, Alemania; Sapporo, Japón). El estudio permitía efectuar comparaciones entre centros.

Relación entre la supervivencia y la diversidad postoperatoria de la microbiota

El estudio demostró una asociación entre una mayor diversidad de la microbiota intestinal (diversidad α), medida entre 7 y 21 días después del trasplante (periodo de desarrollo de los neutrófilos), y un descenso de entre un 30 y un 50% del riesgo de fallecimiento, según el centro y el modelo aplicado, durante los 24 meses siguientes a la intervención. En algunos subgrupos de pacientes también se observó una asociación entre una mayor diversidad y una disminución en la mortalidad relacionada con el trasplante y en aquella relacionada con reacciones de tipo «injerto contra huésped».

Sobrerrepresentación de ciertos taxones durante el periodo postoperatorio

Además, se observó una asociación entre la pérdida de diversidad de la microbiota y la sobrerrepresentación de ciertos taxones de los géneros Enterococcus, Klebsiella, Escherichia, Staphylococcus y Streptococcus. En un estudio anterior ya se había notificado el predominio de un determinado taxón en la microbiota de los pacientes trasplantados. Aunque no afectó a todos los pacientes del presente estudio, sí se observó en los 4 centros. Así pues, el alotrasplante podría ir acompañado frecuentemente de una alteración de la microbiota con perfiles microbianos característicos.

La microbiota preoperatoria: ¿un factor predictivo?

Por último, los investigadores se interesaron en el perfil microbiano de los pacientes antes del transplante. Mediante una comparación con el perfil de controles sanos, demostraron que su microbiota ya presentaba una disbiosis durante el periodo previo al trasplante. Además, en el hospital neoyorquino, una mayor diversidad preoperatoria representó un indicador de pronóstico favorable. En el futuro, estos resultados podrían estimular el desarrollo de estrategias clínicas para mejorar el pronóstico postrasplante mediante la modulación de la microbiota en dos momentos clave: o bien, antes del trasplante, o bien, durante el periodo de desarrollo de los neutrófilos.