Endolisinas recombinantes contra la vaginosis bacteriana

Un estudio demostró que gracias a las endolisinas recombinantes derivadas de profago, es posible eliminar la biopelícula bacteriana responsable de la vaginosis bacteriana, sin dañar a las bacterias beneficiosas de la microbiota vaginal. Unos resultados prometedores.

Fecha de publicación 21 Abril 2021
Fecha de actualización 06 Marzo 2024

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 21 Abril 2021
Fecha de actualización 06 Marzo 2024

35% Solo 1 de cada 3 mujeres sabe que la vaginosis bacteriana está relacionada con un desequilibrio de la microbiota vaginal

La vaginosis bacteriana, una enfermedad común en las mujeres en edad de procrear, afecta entre el 10 y el 30% de la población femenina mundial. Se asocia a un aumento del riesgo de infertilidad y de complicaciones del embarazo. También es un factor de riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual. Se trata de un desequilibrio de la microbiota vaginal, acompañado por la formación de una biopelícula característica en el epitelio vaginal, iniciada y dominada por la bacteria Gardnerella. El problema es que esta biopelícula con frecuencia resiste a los tratamientos antibióticos. De hecho, los antibióticos son eficaces para reducir rápidamente los síntomas, pero se asocian a un porcentaje de recidiva superior al 60% en los 6 meses siguientes al tratamiento. Un nuevo estudio permitió probar (sidenote: Endolisinas Las endolisinas son enzimas de los bacteriófagos que lisan la pared de las bacterias y permiten la liberación de los fagos ) de tipo 1,4-beta-N-acetilmuramidasa, procedentes de (sidenote: Profagos Los profagos son genomas de bacteriófagos integrados en el genoma del huésped (Saussereau and Debarbieux 2012) )  del genoma de Gardnerella, como tratamiento alternativo.

Un efecto bactericida diez veces más elevado que el tipo silvestre

Para ello, los autores crearon varias endolisinas modificadas por reordenación de dominio. Probaron su actividad bactericida sobre cepas de Gardnerella con respecto a las endolisinas silvestres. Las endolisinas recombinantes mostraron una actividad bactericida diez veces más elevada que las de tipo silvestre. La más activa de ellas, llamada endolisina PM-477, se probó contra un panel de 20 cepas de Gardnerella (en (sidenote: G. vaginalis, G. leopoldii, G. piotii y G. swidsinskii ) ) y mostró una eficacia superior a la de los antibióticos probados (metronidazol, tinidazol y clindamicina). En cambio, la PM-477 no tuvo ningún efecto sobre los lactobacilos beneficiosos u otras especies de bacterias vaginales. Los autores dedujeron que la endolisina PM-477 ejerce un efecto altamente selectivo sobre Gardnerella y mata a las cepas de cada una de las cuatro especies principales, sin afectar a los lactobacilos beneficiosos ni a otras especies típicas de la microbiota vaginal. Confirmaron esta observación mediante un examen microscópico en cocultivos de Gardnerella y lactobacilos. La PM-477 (a 460 µg/ml durante 5 horas) provocó la lisis de G. vaginalis y G. swidsinskii en monocultivos, pero también en cocultivos, mientras que no se veían afectados los lactobacilos de los cocultivos.

Eficacia en muestras de pacientes

Para ir más lejos y analizar la eficacia de la PM-477 en un entorno fisiológico similar a la situación que prevalece in vivo, los investigadores trataron las muestras vaginales de 15 pacientes con vaginosis bacteriana y las analizaron por hibridación in situ fluorescente (FISH). Observaron que, en 13 casos de 15, la PM-477 mataba a la bacteria Gardnerella y disolvía físicamente las biopelículas sin afectar a la microbiota vaginal. Según los autores, el uso de endolisinas constituye una opción terapéutica prometedora para luchar contra la vaginosis bacteriana y prescindir de los antibióticos, que provocan recidivas y resistencias.