Glicanos y microbiota vaginal: ¿una herramienta en la lucha contra el parto prematuro?
Un estudio1 que explora las interacciones entre la microbiota vaginal y los glicanos de la huésped revela cómo estas conexiones influyen en la colonización bacteriana y la competencia entre especies y, por consiguiente, en la salud reproductiva de las mujeres.
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Acerca de este artículo
Los glicanos son moléculas de azúcares que se encuentran en la superficie de las células y en las secreciones humanas (incluido el líquido cervicovaginal), y que son reconocidas específicamente por los anticuerpos, las (sidenote: Lectinas Boyd y Shapeleigh (1954) acuñaron el término lectina (del latín legere, elegir o seleccionar) para designar una clase heterogénea de (gluco)proteínas, principalmente de origen vegetal. Aunque poseen una gran variedad de propiedades fisicoquímicas y actividades biológicas, las lectinas comparten una característica común que es responsable de sus diversos efectos biológicos, bioquímicos e inmunológicos: se unen con alta afinidad y especificidad a los monosacáridos y oligosacáridos de los carbohidratos complejos (y, por lo tanto, a los glicanos) en soluciones, en las superficies celulares, los orgánulos subcelulares y los cortes histológicos. Fuente : Vierbuchen, M. (1991). Lectin Receptors. In: Seifert, G. (eds) Cell Receptors. Current Topics in Pathology, vol 83. Springer, Berlin, Heidelberg. https://doi.org/10.1007/978-3-642-75515-6_10 ) y las proteínas de unión a carbohidratos. Por ejemplo, en la vagina, los glicanos de la huésped modulan la colonización microbiana, actuando a la vez como sitios de fijación y adhesión y como fuentes de nutrientes.
13,4 millones En 2020 nacieron 13,4 millones de bebés prematuros (antes de cumplir las 37 semanas de gestación).²
900,000 Las complicaciones derivadas de la prematuridad causaron cerca de 900 000 fallecimientos en 2019 y representan la primera causa de mortalidad entre los niños menores de 5 años.²
Para intentar comprender mejor las interacciones entre estos glicanos humanos y las principales bacterias vaginales patógenas implicadas en la salud reproductiva, un equipo de investigadores construyó «chips» de glicanos y probaron la adhesión de bacterias in vitro en condiciones ácidas (pH = 4) y neutras (pH = 7), con el fin de reproducir los gradientes de pH vaginal que se observan en las mujeres en la vida real.
Un amplio abanico de proteínas de unión a glicanos
Los resultados indican que las diferentes bacterias analizadas son capaces de unirse, con mayor o menor fuerza, a varios tipos de glicanos. Además, según un estudio anterior realizado por el mismo equipo de investigadores, las bacterias patógenas parecen tener un repertorio de proteínas de unión a estos glicanos más amplio que las especies comensales.
Algunas de estas uniones son comunes a diferentes bacterias. Con la excepción de unos pocos glicanos, se observa un solapamiento entre los perfiles de unión de las bacterias comensales Lactobacillus crispatus y L. iners y los de bacterias potencialmente patógenas como Gardnerella vaginalis y Streptococcus agalactiae, lo que podría indicar una unión competitiva.
En cambio, otras uniones son muy específicas: Fusobacterium nucleatum se une preferentemente a glicanos con galactosa terminal mientras que S. agalactiae es una de las pocas bacterias que se unen a glicanos con ácido hialurónico terminal.
3/4 Tres cuartas partes de estas muertes podrían evitarse mediante intervenciones sencillas con una buena relación coste/eficiencia.²
Entre el 4 y el 16% En 2020, la frecuencia de parto prematuro se situaba entre el 4% y el 16% según el país.²
Influencia del pH
Los autores también mostraron que la fuerza de la unión depende del pH: si el pH es ácido, la mayoría de las cepas se unen con mayor fuerza a numerosos glicanos, con la excepción de las condroitinas no sulfatadas (pocas uniones o incluso ninguna con pH = 4); en cambio, si el pH es neutro, solo F. nucleatum y unos pocos lactobacilos logran unirse fuertemente a sulfatos de condroitina.
Esta doble característica (uniones específicas y fuerza variable en función del pH), en el contexto del embarazo en el que el cuello uterino secreta más ácido hialurónico y la placenta contiene más condroitinas poco sulfatadas, podría explicar por qué S. agalactiae y F. nucleatum logran colonizar el aparato genital inferior y superior, donde el pH es más alto que en la vagina. De ahí el riesgo de infecciones, parto prematuro y septicemia neonatal.
Por el contrario, la bacteria protectora L. crispatus, que compite con S. agalactiae por la unión al sulfato de condroitina, podría proteger a las mujeres embarazadas.
¿Hacia el desarrollo de terapias a base de glicanos?
Estos resultados abren el camino hacia el desarrollo de terapias a base de glicanos capaces de bloquear la adhesión de patógenos o favorecer la colonización de probióticos. El objetivo consiste en reducir la incidencia de vaginosis bacteriana, parto prematuro y complicaciones neonatales asociadas.