Infecciones urinarias relacionadas con una disbiosis
La microbiota parece desempeñar un papel importante en las infecciones urogenitales bajas, tanto si se trata de la microbiota urinaria (la orina no es estéril) en caso de infecciones urinarias, como de la microbiota vaginal en la vaginosis bacteriana y la candidiasis vulvovaginal, aunque con una diferencia importante: la diversidad es favorable para una y desfavorable para la otra.
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Acerca de este artículo
Si bien se pensó durante mucho tiempo que el aparato urinario era estéril, en realidad posee una microbiota compuesta por más de 500 especies bacterianas.
Una pérdida de diversidad parece constituir un factor de riesgo de infección urinaria.
LA ORINA NO ES ESTÉRIL
Históricamente, la orina se consideraba un líquido estéril. Sin embargo, los avances técnicos demostraron recientemente que no es así: se identificaron 562 especies bacterianas en la microbiota urinaria humana.6 Entre ellas, 352 especies (62,6%) se han asociado al menos a un caso de infección humana, de las que 225 (40,0%) se describieron como agente causal de infecciones urinarias. Las 8 bacterias implicadas con mayor frecuencia en las IU son Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Chlamydia trachomatis, Neisseria gonorrhoeae, Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis y Enterococcus faecalis.6 En cambio, las bacterias secretoras de ácido láctico, es decir, Lactobacillus y Streptococcus, desempeñarían un papel protector frente a los patógenos:7 el ácido láctico disminuye el pH urinario (pH ≈ 4,5), lo cual genera un microentorno desfavorable para la mayoría de las bacterias patógenas; los lactobacilos producen también metabolitos antibacterianos (peróxido de hidrógeno (H2O2) y bacteriocinas).
MICROBIOTA GLOBAL, INTESTINAL Y URINARIA
DISBIOSIS: UNA PUERTA ABIERTA A LOS PATÓGENOS
Los estudios publicados hasta el momento han demostrado de manera inequívoca el papel de la microbiota urinaria en las infecciones urinarias y en la respuesta al tratamiento.7 Se han propuesto varios mecanismos6 para explicarlo: las bacterias comensales actúan como barrera contra los uropatógenos (secreción de moléculas inhibidoras o bactericidas); y una pérdida de diversidad de la microbiota urinaria representa un factor de riesgo de infección urinaria. Por ello, aunque la mayoría de los microorganismos colonizan el cuerpo humano sin producir infección, podrían volverse patógenos en determinadas condiciones (inmunodepresión, tratamiento con antibióticos, etc.). Podría desarrollarse una infección urinaria bajo los efectos de bacterias comensales, a causa de una disbiosis. Se han sugerido otros factores: trastornos traumáticos (catéter), bioquímicos (acidez, etc.), hormonales (embarazo), mecánicos (estreñimiento), alimentarios (agente patógeno alimentario que, al salir del aparato digestivo, pasa a las vías urinarias),6 etc. A la inversa, algunos hábitos dietéticos (consumo de productos lácteos fermentados que contienen bacterias probióticas o jugo de arándano) podrían participar en la reducción del riesgo de infección urinaria recurrente a través de la modulación de la microbiota.6,7