Fibromialgia: la microbiota intestinal muestra un perfil característico de la enfermedad

La microbiota intestinal de los pacientes con fibromialgia presenta un perfil particular: la abundancia de 19 especies bacterianas aumenta o disminuye con respecto a las personas sanas. El metabolismo de los ácidos grasos de cadena corta podría estar implicado.

Fecha de publicación 14 Febrero 2020
Fecha de actualización 06 Octubre 2021
Photo : The gut microbiota has a specific signature for fibromyalgia

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 14 Febrero 2020
Fecha de actualización 06 Octubre 2021

 

La fibromialgia (FM) es una de las formas más frecuentes de dolor crónico generalizado, con una prevalencia estimada entre el 2% y el 4% de la población adulta. La FM se caracteriza por dolor, agotamiento físico, trastornos del sueño y síntomas cognitivos, pero sin criterio objetivo de diagnóstico además de estos síntomas. Produce una degradación importante de la calidad de vida de las personas afectadas. La progresiva comprensión de las interacciones entre la microbiota intestinal y el sistema nervioso central, también conocidas con el nombre de eje intestino-cerebro, sugiere que también podría afectar al tratamiento y la percepción del dolor. Para comprender mejor la fisiopatología de la FM, se comparó la microbiota intestinal de 77 mujeres canadienses afectadas (media de edad de 46 años y media de 12 años desde el diagnóstico inicial) con la de 79 controles (11 parientes de primer grado, 20 miembros del hogar de las pacientes y 48 controles no relacionados) mediante un análisis del ARNr 16S y los genomas enteros.

Taxones asociados a la gravedad de la FM

No se observó ninguna diferencia entre las pacientes con FM y las personas sanas en términos de diversidad y estructura global de la población microbiana. Sin embargo, una exploración más exhaustiva reveló una asociación entre la abundancia de varios taxones y la severidad de los síntomas debidos a la FM, incluidos la intensidad del dolor, la localización de este dolor, la fatiga, los trastornos del sueño y los síntomas cognitivos.

Un perfil específico

La comparación de las pacientes con los controles también reveló que la microbiota de las pacientes con FM tenía un perfil específico: se identificaron 19 especies específicas, algunas relativamente menos abundantes en las pacientes con FM, otras más abundantes. Varias de ellas están implicadas en el metabolismo del butirato y el propionato, dos ácidos grasos de cadena corta cuyas concentraciones séricas sufren modificaciones en pacientes con FM: concentraciones más elevadas de butirato y menos elevadas de propionato. Por lo tanto, estos ácidos grasos podrían estar implicados en los mecanismos subyacentes de la disbiosis y los síntomas observados. Por último, algunos taxones específicos de las pacientes con FM también son característicos de otros síndromes disfuncionales –síndrome del intestino irritable, fatiga crónica, cistitis intersticial–, mientras que otros son específicos de la FM únicamente.

¿Un algoritmo de identificación?

Más allá de una mejor comprensión de la FM, o incluso de un potencial tratamiento, los investigadores también abren la vía a un posible diagnóstico de la FM: un algoritmo procedente del (sidenote: Machine Learning Tecnología de inteligencia artificial que permite a los ordenadores aprender únicamente gracias al uso de una gran cantidad de datos. )  parece capaz de distinguir a las pacientes con FM de los controles basándose únicamente en la composición de su microbiota y con una calidad de predicción del 87,8%.