Dieta antiinflamatoria y trastornos cognitivos: la pista de la microbiota oral e intestinal
Las dietas antiinflamatorias favorecen una microbiota oral e intestinal beneficiosa, la clave de un mejor rendimiento cognitivo… ¿y una potencial pista para la prevención del deterioro cognitivo?
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Acerca de este artículo
Un poco más de 1 chino de cada 6 mayor de 60 años se ve afectado por un (sidenote: Deterioro cognitivo leve (DCL) El DCL es una etapa clínica entre el deterioro cognitivo esperado acorde al envejecimiento y el deterioro más grave de la demencia. Las personas con DCL tienen problemas de memoria o razonamiento perceptibles, pero siguen pudiendo llevar a cabo la mayoría de las actividades de la vida diaria, por lo que esta etapa representa una ventana temporal clave para la intervención y el estudio. ) , con un riesgo anual de progresión hacia la demencia del 6 al 15 % (10 veces más que una persona sin TCL). ¿Cómo actuar sobre esta fase? Mediante la alimentación, responde un estudio que evalúa los efectos del potencial antiinflamatorio de la dieta sobre la diversidad y la composición de las microbiotas oral e intestinal, así como sobre el rendimiento cognitivo, en 54 chinos mayores de 60 años (36 con un TCL y 18 controles sanos).
15,54 % La prevalencia del trastorno cognitivo leve (TCL) en las personas chinas mayores de 60 años es de alrededor del 15,54 %.
10x En los pacientes chinos que padecen un trastorno cognitivo leve (TCL), el porcentaje anual de evolución hacia una demencia varía del 6 al 15 %, es decir, 10 veces más elevado que el porcentaje de conversión en los adultos mayores cognitivamente normales.
La dieta alimentaria afecta a la diversidad oral
La diversidad de la microbiota oral difiere según el índice inflamatorio de la dieta (medido con el
(sidenote:
Índice E-DII (Energy-adjusted Dietary Inflammatory Index o índice inflamatorio alimentario ajustado por aporte calórico)
Herramienta epidemiológica diseñada para evaluar el potencial inflamatorio global de la dieta alimentaria de un individuo, ajustando este índice en función del aporte calórico total del paciente, que permite una comparación estandarizada entre individuos, independientemente de su consumo energético.
)
): la riqueza microbiana bucal (medida con el índice de Shannon) decrece con el aumento del carácter inflamatorio de la dieta.
En cambio, el índice inflamatorio no parece afectar significativamente a la diversidad de la microbiota intestinal.
Microbiotas modificadas
La composición de las microbiotas también se ve afectada. En los individuos cuya dieta es antiinflamatoria (tercil T1), se observa una mayor cantidad de ciertas bacterias en la boca 1. En los consumidores de dietas inflamatorias (T3), los taxones más ricos eran el género Lacticaseibacillus.
En cuanto a la microbiota intestinal, dos taxones (la familia Porphyromonadaceae y su género Porphyromonas) eran más abundantes en caso de dieta proinflamatoria, mientras que ciertas bacterias (sobre todo los géneros Haemophilus, Holdemanella y norank.RF39) estaban disminuidas.
Asociaciones con las funciones cognitivas
Por último, los autores ponen en evidencia los vínculos entre las microbiotas y el rendimiento cognitivo (memoria, lenguaje, atención); por ejemplo, en la boca, 3 bacterias típicas de las dietas antiinflamatorias 1 se asociaban a índices más elevados en los test,
mientras que el género Lacticaseibacillus (dieta inflamatoria) se relaciona con rendimientos menos buenos. ¿Cómo se explican estos efectos? Eubacterium produciría butirato, un ácido graso antiinflamatorio protector cerebral; Lactobacillaceae sintetizaría ácidos responsables de la caries y de una inflamación sistémica.
En lo referente a la microbiota intestinal, la bacteria Haemophilus (dieta inflamatoria) parece relacionada con rendimientos no tan buenos, mientras que otros dos microorganismos del aparato digestivo, Holdemanella y Porphyromonas, se asocian positivamente a la cognición.
Una dieta proinflamatoria afectaría a la composición de la microbiota intestinal e induciría una respuesta inflamatoria en la circulación periférica y el sistema nervioso central a través de un eje de comunicación bidireccional «microbio-intestino-cerebro», lo cual podría deteriorar la función cognitiva cerebral.
¿Predecir el deterioro cognitivo?
Por último, ciertos perfiles diferenciales de la microbiota oral e intestinal podrían indicar la aparición de trastornos. Por ejemplo, los modelos de inteligencia artificial permiten predecir la deficiencia cognitiva leve solo a partir de las microbiotas, con una precisión moderada para la microbiota bucal (AUC = 0,75) y elevada para la microbiota intestinal (AUC = 0,87).