México 2025: conocimientos y actitudes ante la microbiota
La encuesta 2025 fue realizada por Ipsos entre 7,500 personas en 11 países (Francia, Italia, Portugal, Alemania, Polonia, Finlandia, Estados Unidos, Brasil, México, China y Vietnam).
Los mexicanos y la microbiota: una población curiosa y comprometida con la microbiota y los “buenos hábitos”, lista para ir aún más lejos
- 1. La concientización sobre la microbiota es amplia, pero aún superficial
- 2. Hábitos en México: una disposición a actuar en favor de la salud de la microbiota
- 3. Los profesionales de la salud son de confianza y actúan de manera proactiva
- 4. Pruebas de microbiota: bajo conocimiento, alto interés
- Metodología
Si tuviéramos que resumir los resultados de la encuesta mexicana
En 2025, los mexicanos muestran un fuerte compromiso con la salud de la microbiota: la concientización está ampliamente difundida, los hábitos cotidianos están en gran medida alineados con las buenas prácticas, y los profesionales de la salud son tanto una fuente confiable como actores activos en la educación. Aunque la comprensión científica sigue siendo desigual, especialmente en torno a términos técnicos, el interés por herramientas emergentes como las pruebas de microbiota es notablemente alto, lo que refleja una población curiosa y proactiva.
1. En México existe una concientización amplia sobre la microbiota, pero sigue siendo superficial
En México, el 72 % de los encuestados dice haber oído hablar de la microbiota, pero solo el 21 % afirma saber exactamente qué es, lo que sugiere que, aunque la concientización está ampliamente difundida, la comprensión profunda sigue siendo limitada.
Surge una distinción notable entre la terminología tradicional y la científica:
El 98 % reconoce el término “flora intestinal” y el 86 % el de “flora vaginal”, mientras que los términos más precisos “microbiota intestinal” y “microbiota vaginal” son conocidos solo por el 63 % y el 64 %, respectivamente.
Esta brecha pone de relieve una familiaridad con el lenguaje cotidiano por encima del vocabulario técnico.
De manera más amplia, el nivel de conocimiento sobre otras microbiotas varía: cutánea (43 %) y pulmones (42 %). Cabe destacar que el 62 % está familiarizado con la microbiota ORL (o de las vías respiratorias superiores), muy por encima del promedio global del 42 %.
La comprensión de los conceptos científicos es desigual:
de los mexicanos sabe lo que significa disbiosis
(frente al 33 % a nivel global)
nunca ha oído hablar de la disbiosis
(frente al 38 % a nivel global)
En cambio, los probióticos (97 %) y los prebióticos (87 %) gozan de un nivel de reconocimiento muy alto, lo que indica una fuerte familiaridad con los productos, aunque el conocimiento científico más profundo aún esté en desarrollo.
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2. Los hábitos cotidianos en México reflejan una disposición a actuar en favor de la salud de la microbiota
En 2025, el 64 % de los mexicanos declara haber cambiado sus hábitos para mantener una microbiota equilibrada y funcional, una cifra notablemente superior al promedio global del 56 %. Esto demuestra una fuerte disposición a actuar sobre la base del conocimiento de la microbiota en la vida cotidiana.
Sin embargo, al analizar comportamientos específicos, el panorama es mixto.
El 78 % afirma haber adoptado una alimentación variada y equilibrada para apoyar su microbiota, un resultado alentador, aunque sigue siendo el porcentaje más bajo entre todos los países encuestados. Además, el 80 % declaró limitar el consumo de alimentos ultraprocesados.
El 81% de los mexicanos declaró realizar actividad física (–2 puntos en comparación con 2024; 77 % a nivel global).
De manera más general, los mexicanos demuestran muchos hábitos favorables para la microbiota: el 79 % no fuma (frente al 76 % a nivel global) y el 40 % evita ducharse más de dos veces al día, una práctica que ayuda a preservar la microbiota de la piel (frente al 47 % a nivel global).
Estas cifras reflejan una población comprometida, informada y cada vez más alineada con comportamientos que favorecen la salud de la microbiota, aunque aún hay margen de mejora, por ejemplo en el ámbito de la alimentación.
Finalmente, el 61 % consume probióticos y el 50 % consume prebióticos, ambos porcentajes por encima de los promedios globales del 49 % y 41 %, respectivamente.
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3. Los profesionales de la salud en México cuentan con la confianza de la mayoría de la población y actúan de forma proactiva
En México, el 24 % de los encuestados afirma haber oído hablar por primera vez de la microbiota en un entorno de atención médica, y el 17 % específicamente por parte de un profesional de la salud; ambas cifras están por encima de los promedios globales del 17 % y 11 %, respectivamente.
La confianza en los profesionales de la salud es especialmente fuerte: el 84 % de los mexicanos los considera la fuente más confiable de información sobre la microbiota (+3 puntos con respecto a 2024; 78 % a nivel global).
Esta confianza parece estar bien fundamentada, ya que los profesionales de la salud en México demuestran un alto nivel de compromiso:
- El 54 % de los encuestados ha recibido una explicación sobre la microbiota y sus funciones (frente al 42 % a nivel global)
- El 61 % fue informado sobre la importancia de mantener el equilibrio de la microbiota (frente al 47 % a nivel global)
- El 63 % recibió recomendaciones sobre hábitos saludables para cuidarla (frente al 46 % a nivel global)
- El 71 % ha recibido prescripción de probióticos o prebióticos (frente al 49 % a nivel global)
Estas explicaciones provienen principalmente de médicos generales, mencionados por el 70 % de los encuestados.
En comparación con otros países, este resultado está muy por encima del promedio global del 48 %.
Sin embargo, la comunicación preventiva en torno a los antibióticos sigue siendo limitada: solo el 26 % de los encuestados afirma haber sido informado por su profesional de la salud sobre el posible impacto negativo de los antibióticos en la microbiota al momento de la prescripción.
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4. A pesar del bajo nivel de conocimiento sobre las pruebas de microbiota, los mexicanos declararon estar interesados en realizárselas
En México, solo el 27 % de los encuestados ha oído hablar de las pruebas de microbiota, lo que indica un conocimiento aún limitado. Sin embargo, el interés es notablemente alto: el 82 % afirma que estaría dispuesto a hacerse una prueba (frente al 61 % a nivel global).
Algunas de las microbiotas que desearían analizar son la intestinal (al 76 %) y la urinaria (al 46 %). Entre las personas interesadas, las motivaciones más mencionadas incluyen:
considera que esta prueba sería útil para realizar un chequeo de salud
(frente al 60 % a nivel global)
la ve como una forma de prevenir y/o retrasar la aparición de patologías
(frente al 51 % a nivel global)
la considera una herramienta para ayudar a reequilibrar su microbiota
(frente al 53 % a nivel global).
Además, el 61 % estaría dispuesto a donar muestras de heces para la investigación científica, lo que demuestra una gran apertura hacia las iniciativas emergentes relacionadas con la salud y la microbiota (frente al 59 % a nivel global).
¿Qué son las pruebas y el mapeo de la microbiota?
Existen diferentes tipos de pruebas de microbiota, no solo para el intestino. En general, buscan identificar microorganismos, como bacterias y hongos, que viven en una parte específica del cuerpo, con el objetivo de orientar decisiones y/o resultados relacionados con la salud.
Las pruebas de microbiota intestinal, que parecen ser las más comunes, suelen analizar una muestra de heces de la persona. Por ejemplo, se pueden buscar marcadores de enfermedades o extraer ADN.
Tanto los análisis colectivos como los individuales de la microbiota intestinal comienzan con una muestra de heces. El mapeo de la microbiota agrega los resultados de múltiples pruebas para avanzar en la investigación y combatir enfermedades crónicas. Las pruebas individuales proporcionan datos personales sobre la flora intestinal, aunque no existe una definición clínicamente validada de lo que constituye una microbiota “saludable” o “patológica”. Así, el mapeo contribuye al conocimiento a nivel poblacional, mientras que las pruebas ofrecen una instantánea de la microbiota de cada persona.
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Metodología
Esta tercera edición del Observatorio Internacional de los Microbiotas fue realizada por Ipsos entre 7,500 personas en 11 países (Francia, Alemania, Portugal, Polonia, Finlandia, Italia, Estados Unidos, Brasil, México, China y Vietnam). En esta segunda edición se incluyeron dos nuevos países: Alemania e Italia, en reemplazo de España y Marruecos.
La encuesta se realizó por Internet, del 21 de enero al 28 de febrero de 2025. En cada país, la muestra encuestada es representativa de la población del país de 18 años o más, en términos de:
- sexo
- edad
- ocupación
- región
La representatividad se garantizó mediante el método de cuotas, que es el plan de muestreo más comúnmente utilizado para obtener una muestra representativa de la población estudiada. Las variables de cuotas en cada país incluyeron el género, la edad, la región y la categoría socio-profesional. Los datos fueron ponderados posteriormente.
- dentro de cada país, se garantizó una vez más la representatividad de cada una de las poblaciones, a nivel global, para que cada país tuviera el mismo peso en la muestra.
- Los análisis estadísticos fueron realizados con el software Cosi (M.L.I., Francia, 1994), tomando como umbral de significación el 95%.
La población encuestada está compuesta por 48% de hombres y 52% de mujeres. La edad promedio es de 47.3 años. La muestra, compuesta por 7500 individuos, permite un análisis detallado por grupos etarios: les tranches d’âge :
- 18 a 24 años
- 25 a 34 años
- 35 a 44 años
- 45 a 59 años
- 60 años o más
Las evoluciones medidas de un año a otro fueron calculadas a perímetro constante, es decir, solo se tomaron en cuenta los países que participaron tanto en la primera como en la segunda edición de la encuesta. Aunque se cuenta con resultados para los nuevos países integrados en esta nueva edición (Alemania e Italia), no fueron considerados en el cálculo de las evoluciones por no haber estado presentes en la edición anterior.
El cuestionario estuvo compuesto por 16 preguntas, que incluyeron:
- datos sociodemográficos
- evaluación del nivel de conocimiento sobre los microbiotas
- nivel de información recibida y deseada por parte de los profesionales de la salud
- identificación y adopción de comportamientos dirigidos a combatir los desequilibrios de los microbiotas
- conocimientos, información y comportamientos de las mujeres sobre el microbiota vulvovaginal
- datos relacionados con la salud
El cuestionario tuvo una duración de 10 minutos, y los 7500 participantes debían responderlo en su totalidad para ser incluidos en la encuesta. Los términos utilizados para hablar del microbiota fueron traducidos y adaptados de acuerdo con el vocabulario utilizado en cada país.
