Microbiota fecal: un biomarcador del cáncer colorrectal y su progresión
Utilizar la microbiota para optimizar la detección no invasiva del cáncer colorrectal: ese era el objetivo del análisis de 3741 metagenomas fecales procedentes de 18 cohortes para identificar mejores combinaciones de biomarcadores microbianos.
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Acerca de este artículo
El cáncer colorrectal (CCR) es el tercer tipo de tumor más frecuente y el segundo en cuanto a mortalidad. La microbiota intestinal parece desempeñar un papel fundamental en la carcinogénesis. Sin embargo, quedan demasiadas lagunas en los conocimientos para poder utilizar la microbiota como herramienta de detección clínica, aunque se sabe que la detección precoz del cáncer aumenta la probabilidad de supervivencia.
De ahí el interés del estudio publicado en 2025 en la revista Nature Medicine, basado en el análisis de 18 conjuntos de datos: 12 procedentes de bases de datos preexistentes que incluían a 2116 personas (930 pacientes con CCR, 210 con adenomas y 976 controles sanos) y 6 procedentes de nuevas cohortes (1625 sujetos) que incluían información sobre el estadio del cáncer y la localización anatómica de los tumores. Esto representaba un total de 3741 sujetos, generando la esperanza de obtener una elevada potencia estadística y resultados de gran precisión.
3 El cáncer colorrectal (CCR) es el tercer tipo de tumor más frecuente en el mundo.
2 El CCR es el segundo cáncer en cuanto a mortalidad en el mundo.
Especies implicadas, especialmente especies orales
Los autores detectaron 3866 especies bacterianas, 15 eucariotas y 23 arqueas. La microbiota de los controles difiere considerablemente de la de los pacientes con CCR, lo que confirma los resultados de estudios anteriores: 125 especies son más abundantes en los pacientes (106 conocidas y 19 desconocidas) y 83 en los controles (53 conocidas y 30 desconocidas).
Entre las especies más abundantes en los pacientes figuran 5 subespecies de F. nucleatum, a saber, F. nucleatum subsp. animalis, vincentii (2 subespecies diferentes), nucleatum, polymorphum. A estas se suman otras bacterias que se han asociado al CCR, como P. micra y B. fragilis.
La acción de la microbiota intestinal podría consistir en regular la cantidad de amoníaco en el microentorno tumoral del CCR.
Una parte importante de las bacterias intestinales específicas del CCR resultan ser especies típicamente orales. Es el caso de 21 de las 125 especies más abundantes en los pacientes (16,8%), 11 de las cuales son típicas de la placa dental.
30 % La incidencia del CCR es un 30% más alta en los hombres.
60-65% Entre el 60 y el 65% de los casos se dan en sujetos sin antecedentes familiares.
Predecir el CCR
Además, este amplio conjunto de datos permitió mejorar la precisión de la predicción del CCR a partir de una simple muestra fecal. El área bajo la curva (AUC), criterio de valoración de la calidad de este tipo de modelo, alcanza ahora 0,85, lo que supone una mejora con respecto a estudios anteriores (0,81 como máximo). Gran parte de esta predicción se basa en bacterias típicamente orales.
Los autores también demostraron:
- que existe una relación entre los biomarcadores microbianos y la presencia del tumor,
- que los biomarcadores varían en función del estadio del CCR: la abundancia de P. micra y F. nucleatum comienza a aumentar a partir del estadio I, mientras que la de Akkermansia muciniphila y Parabacteroides distasonis aumenta en los estadios avanzados, lo que indica que los cambios en la microbiota se producen de forma continua y se van acentuando con la progresión del cáncer (secuencia adenoma-carcinoma),
- y que también difieren según la localización del tumor: por ejemplo, tres especies típicamente orales aumentaron de manera significativa en el cáncer colorrectal proximal.
40% Solo el 40% de los casos de CCR se diagnostican antes de la aparición de metástasis, aunque se obtienen mejores tasas de supervivencia cuando el tumor se detecta en una fase temprana.
5 años Las tasas de supervivencia a 5 años para el cáncer de colon y el cáncer de recto de estadio IV son respectivamente del 11% y 15%.
Estudios anteriores establecieron una relación entre la cantidad de amoníaco en el entorno tumoral y el agotamiento de los linfocitos T y la progresión del cáncer.
Aunque este estudio de asociación no logró establecer una relación causal entre la microbiota y el cáncer colorrectal, datos independientes sugieren que la microbiota contribuye al desarrollo del CCR.
El presente estudio confirmó el valor de la microbiota fecal como biomarcador de detección y permitió identificar perfiles microbianos relacionados con la progresión del tumor. Sin embargo, es necesario realizar estudios sobre el mecanismo de acción para profundizar en este tema.