Esteatosis hepática: la microbiota viral también podría estar implicada

Además de los cambios bacterianos ya identificados en la microbiota intestinal de los pacientes que desarrollan esteatosis hepática, un estudio señala cambios en la población viral. Con ello, se espera poder identificar y clasificar a estos pacientes en función de la severidad de la enfermedad.

Fecha de publicación 20 Noviembre 2020
Fecha de actualización 09 Agosto 2023

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 20 Noviembre 2020
Fecha de actualización 09 Agosto 2023

Algunas alteraciones de la microbiota intestinal se han asociado a la gravedad de la esteatosis hepática no alcohólica (EHNA). Sin embargo, estos estudios se centraban únicamente en la disbiosis bacteriana, ignorando prácticamente la microbiota viral de los pacientes. De ahí este estudio de observación prospectivo y transversal sobre las asociaciones entre las características del viroma intestinal y los diferentes estadios histológicos de la enfermedad. Para hacerlo, los investigadores secuenciaron el metagenoma de los virus fecales de 73 pacientes con diferentes estadios de EHNA y de 22 controles. Recordemos que los pacientes con una puntuación NAS elevada y fibrosis avanzada presentan un mayor riesgo de progresión de la enfermedad, carcinoma y mortalidad.

Asociación entre la gravedad y la diversidad viral

Con respecto a los 29 pacientes con EHNA y una puntuación histológica baja (NAS 0-4) o a los controles, los 44 pacientes con una puntuación NAS elevada (5-8) o cirrosis mostraban:

- una pérdida significativa de diversidad viral intestinal;

- y una reducción significativa de la proporción de bacteriófagos1 con respecto a otros tipos de virus intestinales, aún más pronunciada en los pacientes que tomaban inhibidores de la bomba de protones.

Además, el grado de fibrosis aumentaba con la disbiosis viral.

¿Causa o consecuencia?

Así pues, dos marcadores de gravedad de la EHNA (puntuación NAS y fibrosis) se asociaron a disminuciones significativas de la diversidad viral y de la proporción de bacteriófagos. Sin embargo, solo se trataba de correlaciones y serán necesarios estudios complementarios para determinar si esta disbiosis es una causa o una consecuencia de la EHNA y comprender los mecanismos subyacentes. El viroma podría afectar directamente al huésped, desencadenando una respuesta inmunitaria o influir en la microbiota bacteriana: un aumento de ciertos fagos de Lactococcus (frecuente en los casos más severos) y de Bacteroides coexistía con una pérdida de las bacterias respectivas.

¿Un modelo predictivo?

La segunda etapa consistió en construir un modelo que incluye un índice de diversidad viral y variables clínicas simples (edad, plaquetas…) y que permite identificar:

- a los pacientes que padecen formas graves con una fiabilidad de 0,95;

- y las fibrosis de estadio F2-F4 con una fiabilidad de 0,88.

La incorporación de datos relativos a la diversidad viral permitió mejorar considerablemente los modelos en comparación con aquellos basados únicamente en parámetros clínicos o en la diversidad bacteriana, dos criterios que recientemente permitieron a otro equipo diagnosticar una cirrosis hepática y distinguirla de una fibrosis. Por lo tanto, se podrían analizar los viromas fecales para identificar a los pacientes con un alto riesgo de EHNA en lugar de realizar biopsias muy invasivas y, por qué no, para identificar nuevas dianas terapéuticas.

1 Virus que se dirige específicamente a las bacterias y las infecta