Fagoterapia: una nueva vía para restaurar la eficacia de la quimioterapia
Un equipo de investigación chino acaba de identificar una bacteria de la microbiota intestinal que podría estar implicada en la resistencia a la quimioterapia en pacientes con cáncer colorrectal. También descubrieron un fago capaz de atacar específicamente a esta bacteria y restaurar la sensibilidad tumoral a los tratamientos.
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Acerca de este artículo
Los fagos (virus que atacan a las bacterias) pronto podrían incorporarse al arsenal terapéutico contra el cáncer colorrectal (CCR). Así lo sugiere un destacado estudio publicado en la revista Cell Host & Microbes.1
Según sus autores, una bacteria intestinal presente en abundancia en las personas en situación de fracaso terapéutico podría ser responsable de la resistencia a la quimioterapia. Si se lograra erradicar esta bacteria mediante el uso de fagos sería posible restablecer la sensibilidad de las células cancerosas a los tratamientos y en consecuencia mejorar la supervivencia de los pacientes.
Para demostrarlo, los investigadores procedieron por etapas. Primero, a partir del análisis de las microbiotas de dos cohortes de pacientes independientes (106 pacientes en total, de los cuales 34 no respondían al tratamiento), observaron que la bacteria Bacteroides fragilis era significativamente más abundante en los pacientes que no respondían al tratamiento y que existía una correlación entre su abundancia y un peor pronóstico.
1,9 millones Número de nuevos casos de cáncer colorrectal a nivel mundial en 2020. ²
930 000 Número de fallecimientos relacionados con el cáncer colorrectal en 2020. ²
Una bacteria intestinal que empeora el pronóstico
Los científicos se propusieron investigar si B. fragilis era responsable de la resistencia a la quimioterapia. Para probar esta hipótesis, cultivaron células cancerosas humanas en presencia de B. fragilis y posteriormente las expusieron a dos fármacos de quimioterapia,
5-fluorouracilo (5-FU) y oxaliplatino (OXA).
Los resultados confirmaron la sospecha: B. fragilis reduce la sensibilidad de las células cancerosas a la quimioterapia, principalmente mediante la supresión de la apoptosis inducida por el tratamiento. El mismo experimento realizado in vivo en modelos murinos de CCR corroboró estos resultados, ya que, tras el tratamiento con 5-FU y OXA, se observó un mayor número de tumores en los ratones expuestos a B. fragilis que en los ratones no expuestos.
El análisis del ARN de las células cocultivadas o no con B. fragilis y posteriormente tratadas con 5-FU y OXA reveló que B. fragilis aumentaba la actividad de la vía metabólica Notch1, que parece estar implicada en la resistencia de las células de CCR a la quimioterapia.
¡Fragilis sí, pero no por ello menos temible!
El siguiente paso fue determinar qué interacciones específicas entre la bacteria y la célula cancerosa activaban la vía Notch1. Gracias a la microscopia electrónica de barrido de células in vitro e in vivo, los científicos confirmaron que B. fragilis se adhiere a las células cancerosas.
Según los autores, en la superficie de las bacterias se encuentra una lipoproteína de membrana de la familia SusD/RagB capaz de unirse específicamente a los receptores Notch1 de las células cancerosas. Esta unión podría activar la vía de transducción de señales Notch1 e inducir la «transición epitelio-mesenquimatosa» que constituye la primera etapa de diseminación de las células cancerosas (metástasis).
3er tipo de cáncer más frecuente. ²
2a causa de muerte relacionada con el cáncer. ²
Los mayores de 50 años son los más afectados. ²
Fagos al rescate
Como culminación del estudio, los investigadores identificaron un fago llamado VA7 capaz de eliminar específicamente B. fragilis de forma segura y eficaz. Administraron el fago a ratones con CCR que se habían vuelto resistentes a la quimioterapia tras la exposición a B. fragilis y observaron que el fago lograba revertir por completo la resistencia inducida a la quimioterapia.
Este estudio reviste un especial interés porque demuestra que:
- La presencia de B. fragilis en abundancia en la microbiota de pacientes con cáncer colorrectal podría usarse como biomarcador no invasivo para predecir la eficacia de la quimioterapia.
- Al combinar la quimioterapia con fagos VA7 en pacientes con abundancia de B. fragilis, se podría mejorar la respuesta clínica sin causar efectos secundarios.
Seguiremos atentos a los avances.
B. fragilis no es la única bacteria que influye en el pronóstico del cáncer de colon
Según un equipo de investigadores franceses, la bacteria Escherichia coli productora de colibactina (una sustancia genotóxica y protumoral) también está presente en abundancia en algunos cánceres colorrectales, especialmente los que afectan al segmento derecho del colon. 3 Esta bacteria reduce la visibilidad de las células cancerosas ante la inmunidad antitumoral y su sensibilidad a los efectos de la quimioterapia. En 2019, un estudio chino 4 demostró que la presencia de Fusobacterium nucleatum también reducía la eficacia del 5-fluorouracilo.