La microbiota cervicovaginal como marcador de la persistencia de la infección por el virus del papiloma humano

Un estudio reciente revela que ciertas bacterias podrían asociarse con una infección persistente por el virus del papiloma humano y que algunos factores inmunodepresores podrían estar implicados en la interacción entre el huésped y el patógeno que tiene lugar en el microentorno cervicovaginal.

Fecha de publicación 02 Marzo 2021
Fecha de actualización 09 Agosto 2023

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 02 Marzo 2021
Fecha de actualización 09 Agosto 2023

La infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo constituye una de las principales causas de displasia cervical y cáncer del cuello uterino. Durante los últimos años, numerosos estudios han sugerido una estrecha correlación entre la disbiosis cervicovaginal y la persistencia de la infección por el VPH, la modificación de la inmunidad local y la neoplasia cervical intraepitelial. Un nuevo estudio acaba de confirmar esta hipótesis.

Perfil microbiano característico de la infección persistente por el VPH

En este nuevo estudio se analizó la microbiota cervicovaginal de 15 mujeres mediante secuenciación del gen del ARNr 16S y se llevó a cabo la genotipificación del VPH: 6 mujeres padecían una infección persistente (mismo tipo de VPH durante más de 12 meses), 4 una infección transitoria (erradicada en menos de 12 meses) y 5 eran negativas para el VPH. La composición de la microbiota cervicovaginal mostró diferencias importantes entre los tres grupos. En las mujeres sanas o con una infección transitoria, el género Lactobacillus representaba la mayor parte de la población bacteriana, mientras que las mujeres con una infección persistente tenían una microbiota cervicovaginal más diversificada. Un análisis estadístico reveló una asociación entre el carácter transitorio o persistente de la infección y 36 bacterias, las cuales podrían usarse como biomarcadores. Entre estos biomarcadores, los géneros Acinetobacter, Prevotella y Pseudomonas mostraron una correlación con una infección persistente, en consonancia con los resultados de estudios anteriores. Por otra parte, se observó una correlación entre Lactobacillus iners y una infección transitoria.

Aumento en las células inmunodepresoras

Las mujeres con una infección persistente por el VPH presentaban concentraciones de IL-6 y TNF-α significativamente más elevadas en las secreciones cervicales, así como una mayor cantidad de linfocitos T reguladores y células mieloides supresoras en la sangre periférica. Por lo tanto, la disbiosis cervicovaginal podría dar lugar a un entorno inflamatorio que, a su vez, propiciaría la acumulación de células inmunodepresoras y favorecería la aparición de eventos cancerígenos.

Hacia un diagnóstico más temprano

Los resultados de este estudio indican una relación entre ciertos cambios en la microbiota cervicovaginal y la infección persistente por el VPH. Sin embargo, resulta imposible saber si la disbiosis es la causa de la persistencia de la infección o si, por el contrario, la persistencia de la infección es la que induce la disbiosis. No obstante, el descubrimiento de un perfil microbiano característico de la infección persistente con el VPH podría facilitar un diagnóstico más temprano de estas pacientes y, a fin de cuentas, una intervención más rápida para erradicar la infección y reducir la probabilidad de que aparezcan lesiones malignas en el cuello uterino.