Alergia: el papel de la vida intrauterina

Incluso antes del nacimiento del niño, su vida intrauterina influye en el riesgo de desarrollar una alergia. ¿Cómo? Debido a un meconio menos rico, que podría influir en el desarrollo de la microbiota intestinal y, a fin de cuentas, de su sistema inmunitario.

Fecha de publicación 17 Noviembre 2021
Fecha de actualización 10 Agosto 2023

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 17 Noviembre 2021
Fecha de actualización 10 Agosto 2023

Como algunos leen el futuro en el poso del café, los investigadores empiezan a predecir el riesgo alérgico en el (sidenote: Meconio Primeras “heces” del bebé, correspondientes a la evacuación del líquido amniótico absorbido in utero. El meconio permite identificar aquellos microorganismos que tapizan el tracto digestivo del feto. ) , las primeras heces «alquitranosas» del recién nacido. Eccema, alergia alimentaria, asma, rinitis alérgica: cerca de un niño de cada tres padece actualmente alergias. Muchos factores podrían estar implicados, incluso antes del nacimiento. De ahí la idea de los investigadores de estudiar el meconio, que empieza a formarse en el útero a partir de las 16 semanas de gestación.

¿Un terreno alérgico desde el embarazo?

Sus resultados corroboran la idea de que la alergia empieza mucho antes de los primeros síntomas; por ejemplo, desde los 3 meses, los futuros alérgicos presentan una microbiota intestinal menos diversificada y menos madura. Por lo tanto, los investigadores trataron de entender lo que ocurre antes, en las primeras heces, el famoso meconio. Observaron lo mismo en el meconio que a los 3 meses, con una menor diversidad de las bacterias presentes y una disminución de la diversidad de las moléculas producidas por estos microorganismos.

Por lo tanto, la aparición de una alergia podría explicarse por el siguiente mecanismo: durante el embarazo, ciertos factores ambientales que favorecen la alergia modifican la composición del meconio, que es menos rico en metabolitos al nacer. Dado que las primeras bacterias que colonizan el tubo digestivo del lactante se alimentan de estos metabolitos, un meconio menos rico podría dar lugar a una pérdida de diversidad y maduración de la microbiota al principio de la vida.

Prevenir… ¿y predecir?

Estos descubrimientos tienen múltiples consecuencias. Por una parte, los investigadores esperan ser capaces, algún día, de prevenir las alergias. Esto supondrá comprender mejor no solamente lo que afecta a la composición del meconio en el útero, sino también cómo influyen los diferentes metabolitos del meconio sobre la colonización bacteriana en el recién nacido. Por otra parte, esperan poder predecir el riesgo de alergia, examinando la composición del meconio del recién nacido. Entretanto, solo se puede recomendar a las mujeres embarazadas que adopten un estilo de vida sano durante el embarazo.

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