Eccema

El eccema alérgico, o dermatitis atópica, es una enfermedad de la piel que combina sequedad cutánea y picazón. Esta dermatosis no contagiosa se ve favorecida por una predisposición a las alergias en las que la microbiota tendría un papel importante.

Fecha de publicación 13 Octubre 2020
Fecha de actualización 10 Enero 2022

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 13 Octubre 2020
Fecha de actualización 10 Enero 2022

El eccema, tres veces más frecuente que hace 30 años, afecta a un 20 % de los niños. Se ha convertido en la primera dermatosis infantil en los países industrializados. Sin embargo, en la mayoría de los casos el eccema desaparece durante la adolescencia, únicamente del 10 al 15 % de los pacientes sigue padeciendo la enfermedad durante toda la vida.

Respuesta inmunitaria excesiva

El eccema está vinculado a una predisposición genética que provoca una alteración de la barrera cutánea. Esta alteración abre la puerta a la penetración de los alergenos en la piel, lo que ocasiona una respuesta inmune excesiva. Las modificaciones en la composición y en la diversidad de las microbiotas intestinal y cutánea observadas en los pacientes podrían estar implicadas.

El eccema se manifiesta muy temprano durante la infancia (entre 1 y 3 meses de edad) con piel seca y quebradiza, y con la aparición, en periodos de crisis inflamatoria, de manchas rojas que provocan una picazón muy intensa.

Limitar la irritación de la piel

El objetivo del tratamiento del eccema es limitar la irritación de la piel (uso de ropa de algodón, uso de geles sin jabón, el secado suave de la piel, etc.) y aliviar las lesiones cutáneas con cremas hidratantes y dermocorticoides locales. En los casos más graves, el médico puede recetar antihistamínicos por un corto período.

Los probióticos mejoran los síntomas

Otro enfoque: corregir la disbiosis (desequilibrio de la flora bacteriana) modificando las microbiotas intestinal y cutánea. Varios estudios han demostrado que los probióticos mejoran los síntomas del eccema (especialmente ciertos lactobacilos) y reducen la inflamación intestinal de los bebés afectados. Si se recetan de manera preventiva a mujeres embarazadas, podría disminuir la frecuencia de los síntomas en sus bebés.