Menos recidivas de pólipos endometriales si la microbiota vaginal está equilibrada antes de la cirugía
Según un nuevo estudio, un desequilibrio en la microbiota vaginal podría favorecer las recidivas en mujeres a las que se extirpan pólipos endometriales. Este descubrimiento allana el camino hacia el desarrollo de tratamientos preventivos.
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Acerca de este artículo
¿Será necesario algún día asegurarse de que la microbiota vaginal está bien equilibrada antes de extirpar pólipos uterinos? A juzgar por un estudio publicado en la revista European Journal of Obstetrics and Gynecology, es una posibilidad nada descabellada. Los autores del estudio, un equipo de investigadores de la Universidad de Nanning (China), demostraron que la presencia de disbiosis vaginal es un importante factor de riesgo de recidiva tras la extirpación de pólipos. 1
Hasta el 40% de las mujeres Tienen pólipos endometriales. Estos son más frecuentes durante la edad fértil, aunque también pueden aparecer después de la menopausia. ²
En 1/3 de las mujeres Los pólipos endometriales se reabsorben espontáneamente. ²
La relación entre disbiosis y recidiva podría explicarse por las repercusiones del desequilibrio microbiano en la vagina y el útero, dos regiones anatómicas que presentan estrechos vínculos inmunológicos y microecológicos.
Cerca de 700 mujeres incluidas en el estudio
Para demostrarlo, los investigadores tomaron muestras de secreciones vaginales de 679 mujeres de entre 25 y 50 años en las que se había programado una «resección histeroscópica» de pólipos endometriales.
¿Qué son los pólipos endometriales?
Los pólipos endometriales (o pólipos uterinos) son tumores cuyo tamaño puede variar desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros, y que están adheridos a la mucosa que recubre la pared uterina y el cuello uterino. Suelen ser asintomáticos, pero pueden causar hemorragias anormales, dolor o infertilidad. En las mujeres con problemas de infertilidad, suele ser aconsejable extirparlos quirúrgicamente mediante «resección histeroscópica» para aumentar las probabilidades de embarazo.
Bajo anestesia local o general, se introduce un pequeño dispositivo provisto de una cámara, llamado histeroscopio, para visualizar el interior del útero y, a continuación, proceder a la resección del o de los pólipos con bisturí eléctrico o con láser.
Tras la intervención quirúrgica, las mujeres fueron sometidas a seguimiento durante dos años y los investigadores detectaron una recidiva de pólipos en 105 de ellas.
El análisis de las secreciones reveló que las mujeres que presentaban disbiosis vaginal antes de la cirugía tenían un riesgo 3,3 veces mayor de sufrir una recidiva. Lo mismo sucedía en las mujeres con endometriosis.
El análisis de la microbiota vaginal mostró que, en las mujeres con recidivas, la densidad y diversidad de las bacterias, así como la abundancia de lactobacilos, eran significativamente menores que en aquellas en las que no se detectó ninguna recidiva. También tenían más microorganismos patógenos, como la bacteria Gardnerella vaginalis implicada en la vaginosis, o el hongo Candida, responsable de micosis.
Los investigadores también observaron un aumento de la actividad de ciertas enzimas, como la leucocito esterasa, lo cual constituye un signo de inflamación persistente en la vagina que podría favorecer el ascenso de una infección y su propagación al útero.
La disminución de la abundancia de Lactobacillus es un factor clave de recidiva
¿Cómo intervienen estas anomalías de la microbiota vaginal en la recurrencia de pólipos? Los investigadores creen que la respuesta se encuentra en los lactobacilos.
Normalmente, estas bacterias producen bacteriocinas, esto es, sustancias capaces de destruir los agentes patógenos, así como ácido láctico, que acidifica el entorno vaginal y estabiliza la microbiota. También sintetizan unas moléculas llamadas glicerofosfolípidos, que ayudan al organismo a secretar prostaglandinas que desempeñan una función de mensajeros antinflamatorios. Por último, aumentan la síntesis de proteínas que están implicadas en la integridad de la pared vaginal.
De este modo, los lactobacilos reducen el riesgo de infección e inflamación después de la cirugía y ejercen un efecto protector contra la recidiva de pólipos.
Este efecto beneficioso es aún más importante en las mujeres con antecedentes de desequilibrio microbiano crónico o endometriosis, dado que estas mujeres están expuestas a un riesgo de recidiva significativamente más elevado.
Entre el 10-15% y el 58,1% Este es el porcentaje de recidiva de pólipos endometriales tras la resección, según los estudios. ¹
El 95 % De los pólipos uterinos son benignos. ¹
Hacia el desarrollo de tratamientos preventivos
Los investigadores subrayan la importancia de mantener el equilibrio de la microbiota vaginal, en particular el predominio a largo plazo del género Lactobacillus, en las mujeres con pólipos endometriales. Para ello, sugieren varios tratamientos profilácticos posibles:
- La combinación probióticos /antimicrobianos, que podría corregir los desequilibrios patógenos inmediatos y favorecer al mismo tiempo una salud microbiana duradera;
- geles u óvulos a base de ácido láctico;
- bacteriófagos, esto es, virus capaces de destruir selectivamente las bacterias patógenas sin alterar la microbiota;
- prebióticos y omega-3, que ayudan a equilibrar la microbiota.
Estas estrategias de modulación también podrían mejorar la salud vaginal en general al reducir el riesgo de infección persistente.
Aún falta realizar más estudios para evaluar la eficacia de estas intervenciones, pero todas estas opciones profilácticas son prometedoras. ¡Manténgase informado!