Enfermedad celíaca

La enfermedad celíaca es una enfermedad digestiva autoinmune debida a la intolerancia al gluten. Existen distintos factores en juego, entre ellos un desequilibrio de la flora intestinal.

Fecha de publicación 17 Septiembre 2021
Fecha de actualización 08 Noviembre 2021

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 17 Septiembre 2021
Fecha de actualización 08 Noviembre 2021

El gluten es una sustancia naturalmente presente en el trigo, la cebada y el centeno. A diferencia de la alergia al gluten, la intolerancia aparece de forma gradual y puede pasar desapercibida durante muchos años. En los países occidentales, entre el 0,7 y el 2 % de la población se ve afectada.

Una enfermedad a menudo asintomática

En su forma clásica, la enfermedad celíaca se inicia alrededor de los seis meses de edad, luego de la introducción de los primeros cereales en la dieta. Diarrea crónica, falta de apetito y apatía son los síntomas clásicos. Sin embargo, en muchas ocasiones, la enfermedad celíaca es asintomática.

¿Originada por una predisposición genética?

La enfermedad celíaca aparece en las personas que tienen una predisposición genética. En presencia de gluten el sistema inmunitario produce anticuerpos que atacan la pared del intestino. Resultado: la digestión se altera y los nutrientes se absorben con más dificultad. Pueden intervenir otros factores, como la edad de introducción del gluten o las infecciones intestinales recurrentes. De hecho, según una hipótesis reforzada por la presencia de disbiosis en los pacientes, la microbiota intestinal podría ser responsable de que la enfermedad se desencadene o se agrave. Su flora intestinal contiene menos bacterias beneficiosas y más gérmenes potencialmente patógenos en comparación con los sujetos sanos. Un régimen sin gluten podría reducir este desequilibrio sin llegar a normalizarlo.

Su diagnóstico se basa en el examen clínico, en la presencia de síntomas evocadores asociados a la búsqueda de anticuerpos específicos en la sangre y, si es necesario, en una biopsia. Un estudio de genes pone en evidencia la predisposición genética (tipificación de HLA).

Modificación de la microbiota como prevención

El único tratamiento de la enfermedad celíaca es eliminar el gluten de la dieta de por vida. Pero otro enfoque, orientado a la disbiosis, despierta el interés de los investigadores. Consistiría en modificar la microbiota intestinal para prevenir el desarrollo de la enfermedad, en caso de riesgo genético elevado o para mejorar las formas graves o aquellas refractarias a un régimen sin gluten.