Lo que realmente le están diciendo los microbios de su boca
¿Y si la enfermedad de las encías no fuera simplemente el resultado de un mal cepillado, sino de sustancias químicas tóxicas generadas por las bacterias de la boca? Una nueva investigación revela cómo estos diminutos compuestos inflaman silenciosamente las encías, dañan los tejidos y podrían transformar el modo en el que tratamos la salud bucodental.
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Durante años, los dentistas e investigadores se han centrado en las bacterias «malas» de nuestra boca, como por ejemplo Porphyromonas gingivalis, como las principales responsables de la enfermedad de las encías. Pero este nuevo estudio de la Universidad de Kyushu, Japón, revela que el verdadero daño podría proceder no solo de las propias bacterias, sino de las sustancias químicas que estas producen. 1
Estas sustancias químicas, denominadas metabolitos, son pequeños subproductos que los microbios liberan a medida que se alimentan y proliferan. Piense en ellas como huellas químicas. Y algunas de estas huellas son tóxicas. Los investigadores descubrieron que, cuando se forman estos metabolitos, pueden irritar e incluso dañar las células que recubren las encías, desencadenando la inflamación que contribuye a la enfermedad periodontal.
20-50% Las enfermedades periodontales afectan al 20-50 % de la población mundial, lo que las convierte en una preocupación de salud pública importante a nivel mundial. ³
Qué es la enfermedad periodontal?
La enfermedad periodontal engloba las dolencias inflamatorias que afectan a los tejidos situados alrededor de los dientes. Esta comienza como gingivitis —encías enrojecidas e inflamadas que pueden sangrar— y puede evolucionar a periodontitis, conduciendo a la recesión de las encías, a la pérdida ósea y a la movilidad de los dientes. Los culpables clave incluyen bacterias como Porphyromonas gingivalis y Treponema denticola. 2
Más allá de las bacterias: lo que importa es lo que estas hacen.
Para descubrir estos vínculos, los investigadores recogieron muestras de agua de enjuague bucal de dos grupos: 24 personas con enfermedad gingival y 22 personas sanas. Este tipo de muestra proporciona una instantánea del microbioma oral y de su actividad, similar a una «huella de saliva».
Utilizaron herramientas avanzadas para identificar no solo qué bacterias eran más comunes en el grupo con la enfermedad, sino también qué metabolitos se encontraban presentes. A continuación, tomaron 20 de estos metabolitos y llevaron a cabo pruebas con ellos directamente sobre células gingivales humanas en el laboratorio.
Las (sidenote: Células epiteliales gingivales Estas son las células superficiales que conforman el revestimiento de las encías y que actúan como primera barrera contra la invasión microbiana en la cavidad bucal. ) constituyen la primera línea de defensa del huésped en el espacio subgingival en el que se acumula la placa dental; se utilizan para replicar lo que sucede en el interior de la boca.
Este paso les permitió ver no solo asociaciones, sino también efectos biológicos reales, lo que proporciona pistas contundentes acerca de qué compuestos podrían estar estimulando los daños de las encías.
Los científicos descubrieron que varios de los metabolitos vinculados con la enfermedad, especialmente (sidenote: Homoserina Un derivado de los aminoácidos que no se encuentra habitualmente en el metabolismo humano, sino que es producido por ciertas bacterias; puede tener efectos proinflamatorios o citotóxicos en los tejidos huéspedes, como puede ser el epitelio de las encías. ) , el propionato, el succinato y la citrulina, afectaban negativamente a la proliferación de las células huéspedes e impulsaban la inflamación, crucial para el desarrollo de la periodontitis. Estas sustancias no solo se asentaban ahí, sino que ralentizaban activamente la proliferación celular y desencadenaban la liberación de la (sidenote: Interleucina 8 (IL-8) Una proteína de señalización (citocina) liberada por las células para atraer células inmunitarias como los neutrófilos al lugar de infección o inflamación; una IL-8 elevada a menudo indica una inflamación continua de los tejidos. ) , una molécula clave en la respuesta inflamatoria del organismo.
¿Aún más inesperado? La homoserina, un compuesto no asociado previamente con la enfermedad oral, estaba siendo producida por algunos de los peores delincuentes bacterianos, incluyendo Prevotella intermedia y P. gingivalis. Esto significa que estos microbios no son tan solo «los malos» por asociación, sino que podrían estar produciendo activamente las toxinas que empeoran la enfermedad gingival. Además, la presencia de estos metabolitos bacterianos es coherente con la (sidenote: Disbiosis La disbiosis no es un fenómeno homogéneo ya que varía en función del estado de salud de cada individuo. Se define generalmente como una alteración de la composición y funcionamiento de la microbiota, provocada por un conjunto de factores ambientales y relacionados con el individuo, que alteran el ecosistema microbiano. Levy M, Kolodziejczyk AA, Thaiss CA, et al. Dysbiosis and the immune system. Nat Rev Immunol. 2017;17(4):219-232. ) de la microbiota subgingival, donde un desequilibrio en la placa dental impulsa la aparición de la enfermedad.
¿Qué es la microbiota periodontal?
La microbiota periodontal se refiere a la comunidad de microorganismos que residen en el área subgingival. Las encías sanas alojan una mezcla equilibrada de bacterias, pero, en la periodontitis, las especies patógenas, como P. gingivalis, T. denticola y Fusobacterium nucleatum, predominan, alteran este equilibrio e impulsan la inflamación. 4
Así pues, ¿qué implica todo esto para usted y para su dentista?
Esta perspectiva desplaza la atención hacia cómo especies específicas contribuyen a la inflamación oral, no simplemente a través de la colonización, sino a través de la actividad de los metabolitos en el entorno dental subgingival. Durante mucho tiempo, el enfoque para tratar la enfermedad de las encías ha sido bastante sencillo: encontrar las bacterias malas y deshacerse de ellas. Por esta razón, los tratamientos incluyen a menudo limpiezas profundas, enjuagues antisépticos o antibióticos para eliminar los gérmenes.
Pero este estudio nos dice que el verdadero problema podría no ser simplemente qué bacterias tenemos en la boca, sino lo que hacen dichas bacterias.
Microorganismos: microbios valiosos para la salud humana
Estos microbios son como pequeñas factorías químicas. Algunos de ellos bombean sustancias que irritan e inflaman las encías, incluso si las propias bacterias no existen en una gran cantidad. Esto es un gran problema. Significa que simplemente matar las bacterias podría no ser suficiente; en su lugar, tal vez deberíamos centrarnos en las sustancias nocivas que producen.
En un futuro próximo, es posible que su dentista no compruebe simplemente si tiene placa, sino que podría necesitar analizar la presencia de estas sustancias químicas dañinas en su saliva y personalizar su tratamiento según lo que haga su microbioma oral. Se trata de una frontera totalmente nueva en el cuidado dental personalizado basado en el microbioma.
¿Cómo se trata la periodontitis?
El tratamiento implica limpieza dental profesional para eliminar la placa y el sarro, mejorar la higiene bucodental y, posiblemente, utilizar antibióticos para casos graves. El restablecimiento de una microbiota oral sana podría incluir probióticos y cambios en el estilo de vida. Las visitas periódicas al dentista son cruciales para la monitorización y el mantenimiento. 5
Por qué son importantes las muestras de saliva y subgingivales
Aunque en este estudio se utilizó agua de enjuague bucal, los investigadores observaron que las muestras de placa subgingival proporcionan una imagen aún más precisa de la microbiota en los lugares de lesiones, especialmente en el caso de la periodontitis. La combinación del análisis microbiano y de los metabolitos de la placa subgingival podría convertirse pronto en el método de referencia para el diagnóstico de la salud bucodental.