¡Tomar antibióticos antes del año de edad puede pasar factura!

Según un estudio de gran envergadura llevado a cabo en Dinamarca y Noruega, los niños expuestos a antibióticos de forma precoz tendrían un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad celíaca, una enfermedad intestinal desencadenada por la absorción de gluten.

Fecha de publicación 25 Junio 2019
Fecha de actualización 27 Octubre 2023

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 25 Junio 2019
Fecha de actualización 27 Octubre 2023

La enfermedad celíaca es una enfermedad digestiva autoinmune provocada por la ingesta de gluten, una proteína presente en algunos cereales. Aunque es indispensable una predisposición genética para desarrollar esta afección autoinmune (relacionada con una sobreactividad del sistema inmunitario), diferente de la intolerancia al gluten, otros factores parecen estar implicados. Como los antibióticos tienden a desequilibrar la microbiota intestinal (implicada en la maduración del sistema inmunitario), se encuentran regularmente en el banquillo de los acusados.

Si le interesan los efectos de los antibióticos en su salud y su microbiota o si quiere saber más sobre la Semana mundial de concienciación sobre la RAM (WAAW), le recomendamos que visite esta otra página dedicada al tema:

Antibióticos: ¿qué impacto en la microbiota y en nuestra salud?

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Un trabajo analítico titánico

Un equipo de investigación escandinavo analizó los datos procedentes del registro de nacimientos en Dinamarca (1995-2012) y en Noruega (2004-2012), así como las prescripciones médicas de antibióticos a niños menores de 2 años. En total, más de 1,7 millones de niños, y de ellos 3346 con enfermedad celíaca, participaron en este estudio. Por otra parte, los investigadores estudiaron diversos parámetros maternos (edad en el momento del embarazo, duración de la lactancia, tabaquismo, índice de masa corporal previo al embarazo, etc.). Por último, se les preguntó a las madres por las enfermedades que habían sufrido sus hijos entre 0 y 18 meses de edad y se consultaron los registros de admisión hospitalaria de lactantes menores de un año por infección.

 

Más antibióticos = mayor riesgo

Los análisis muestran una clara correlación positiva entre la exposición a antibióticos durante el primer año de vida y el riesgo de enfermedad celíaca en ambos grupos. El riesgo aumenta proporcionalmente con la cantidad de antibióticos ingeridos, pero no depende ni del tipo de antibiótico empleado ni de la edad del bebé en el momento del tratamiento. Los resultados excluyen asimismo cualquier tipo de relación con otras enfermedades, sean o no autoinmunes, y con la lactancia. Los autores concluyen que aún falta determinar si se trata de un efecto independiente o de una interacción con otros factores de riesgo como las infecciones, e invitan a continuar el trabajo de investigación para aclararlo.

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Una terapia con antibióticos se asocia con un aumento en la susceptibilidad a varias enfermedades crónicas, como la obesidad, diabetes, el síndrome del intestino irritable, el cáncer colorrectal, el asma o la dermatitis atópica. Durante los 2 años posteriores al nacimiento, es aún más peligroso usar antibióticos, ya que es el período de desarrollo de nuestro sistema intestinal e inmunitario.

¿Qué es la Semana mundial de concienciación sobre la RAM ?

Cada año, desde 2015, la OMS organiza la Semana mundial de concienciación sobre la RAM (WAAW por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es fomentar la sensibilización sobre la resistencia global antimicrobiana.

La resistencia antimicrobiana se produce cuando las bacterias, los virus, los parásitos y los hongos cambian con el tiempo y dejan de responder a los medicamentos. Debido a la resistencia a los fármacos, los antibióticos y otros medicamentos dejan de ser efectivos y las infecciones son cada vez más difíciles o incluso imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de las enfermedades, de sufrir dolencias graves y de muerte.

Esta campaña, que se desarrolla del 18 al 24 de noviembre, anima al público en general, a los profesionales de la salud y a los responsables políticos a usar los antibióticos, los antivirales, los antifúngicos y los antiparasitarios con cuidado, para prevenir la aparición de nuevas resistencias antimicrobianas. 

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