Enfermedad de alzheimer

La enfermedad de Alzheimer, cuyas causas todavía se desconocen, sigue sin tener un tratamiento eficaz. No obstante, se plantea la hipótesis del papel que juega la microbiota intestinal, despertando la esperanza de nuevas perspectivas terapéuticas.

Fecha de publicación 15 Octubre 2020
Fecha de actualización 15 Diciembre 2021

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 15 Octubre 2020
Fecha de actualización 15 Diciembre 2021

La enfermedad de Alzheimer, que afecta a más de 35 millones de personas en todo el mundo, está relacionada con pérdidas de memoria, dificultades de lenguaje y de comprensión, problemas de atención y de concentración, apraxia (pérdida de la destreza) y, en ocasiones, agnosia (dificultad para reconocer los objetos o las caras). A estos síntomas cognitivos, que se magnifican con el paso del tiempo, se añaden síntomas conductuales como ansiedad, apatía, irritabilidad, trastornos del sueño, desinhibición y agitación.

Todavía se desconocen las causas

Para esta enfermedad se han identificado varios factores genéticos de riesgo así como factores medioambientales: hipertensión, hipercolesterolemia, tabaquismo, sedentarismo, desequilibrios alimentarios, falta de estimulación cognitiva, etc. También son muy conocidas las lesiones a nivel cerebral que acompañan a la enfermedad, especialmente la acumulación de placas beta amiloides y la degeneración neuronal. Sin embargo, todavía no se han determinado claramente las causas de la enfermedad.

La hipótesis de la microbiota intestinal

Los investigadores consideran la posibilidad de que la microbiota intestinal esté implicada en la enfermedad de Alzheimer: algunas proteínas (péptidos amiloides) producidas por bacterias «perjudiciales» de la flora intestinal podrían favorecer el desarrollo de la enfermedad. A la inversa, también hay bacterias «beneficiosas» que desempeñan una función protectora y frenan la formación de placas amiloides.

Salir del estancamiento terapéutico

Ya que en la actualidad no existe tratamiento que cure la enfermedad de Alzheimer, la microbiota intestinal podría constituir una nueva vía de investigación terapéutica. Sólo existen algunos medicamentos que disminuyen los síntomas, pero su eficacia es muy limitada. Por lo tanto, algunos proyectan en el futuro tratar la enfermedad a través de la microbiota, modificando la alimentación o consumiendo probióticos.