Colitis ulcerativa: un nuevo protocolo de trasplante fecal

La preservación de microorganismos anaerobios en el trasplante fecal permitiría emplear un tratamiento menos intensivo, pero igual de eficaz, que las terapias habituales utilizadas en pacientes con colitis ulcerativa.

La microbiota intestinal ¿Todavía no es «adulta» la microbiota intestinal a los 5 años? Papel de la microbiota en la comunicación entre el intestino y el cerebro Enfermedad de parkinson: papel de los antibióticos y de la microbiota
Photo : Ulcerative colitis: an innovative fecal transplant protocol

Si bien se ha demostrado la implicación de la microbiota digestiva en las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa (CU)), se sigue investigando el trasplante de microbiota fecal (TMF). Parece que existe un “efecto donante”, obteniéndose mejores resultados si la microbiota trasplantada es más diversa. En este contexto, un equipo de investigadores australianos desarrolló una técnica innovadora.

Preservación de microorganismos anaerobios y simplificación del protocolo

Los investigadores plantearon como hipótesis que los microorganismos anaerobios podrían participar en el efecto terapéutico de los trasplantes fecales en el tratamiento de la CU. Por ello, desarrollaron una técnica de preparación que permite preservar estas especies, las cuales quedan generalmente destruidas con las técnicas habituales realizadas en presencia de oxígeno. Su protocolo de administración era menos intensivo que aquellos propuestos anteriormente: una dosis (proveniente de una mezcla de varios donantes) administrada por vía colonoscópica y seguida de dos dosis administradas mediante enemas en un intervalo de 7 días, frente a una colonoscopia y 5 enemas semanales durante 8 semanas en el estudio de referencia*.

Un protocolo eficaz para la dependencia a los corticoides

Para realizar este estudio, se incluyeron 73 pacientes con CU activa leve a moderada. Los participantes, además de llevar su tratamiento habitual, fueron tratados con prednisolona (dosis inferiores a 25 mg/día). El criterio de valoración principal fue la retirada completa de los corticoides en la Semana 8, en la que se realizaron una nueva colonoscopia y un examen clínico. En el grupo que había recibido un TMF de donantes (dTMF), la tasa de remisión fue del 32%, mientras que en el grupo de control que recibió un TMF autólogo (aTMF), la tasa de remisión fue del 9%. Según el score de Mayo**, la reducción media total fue de 3,5 puntos en el grupo dTMF (4 pacientes retornaron a un score de Mayo igual a 0) frente a 1,2 puntos en el grupo aTMF. Cabe destacar que el aumento de la cantidad de estas dos especies anaerobias (Anaerofilum pentosovorans y Bacteroides coprophilus) mostró una estrecha correlación con una mejoría de la enfermedad en el grupo dTMF. Este estudio confirma que el TMF es útil en el tratamiento de la CU y que el método de preparación anaerobio podría, sin menoscabar la eficacia, simplificar el protocolo terapéutico y, por tanto, el día a día de los pacientes.

* Paramsothy et al., Multidonor intensive faecal microbiota transplantation for active ulcerative colitis: a randomised placebo-controlled trial.Lancet 2017

**https://www.igibdscores.it/en/info-mayo-full.html

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Esteatosis hepática: ¿qué aporta la harina integral?

¿Podría la harina de trigo integral limitar el riesgo de esteatosis hepática no alcohólica, también conocida como “enfermedad del hígado graso” causada por una dieta demasiado rica en grasas?

La microbiota intestinal Obesidad Endermedades hepáticas La alimentación
Actu GP : Maladie du foie gras : qu’apporte la farine complète ?

(sidenote: El síndrome metabólico Combinación de varias enfermedades metabólicas: tensión arterial elevada, aumento de la circunferencia de la cintura, aumento de triglicéridos y glucosa en sangre asociado a un bajo nivel de colesterol “bueno” en sangre Alberti KG, Zimmet P, Shaw J. The metabolic syndrome--a new worldwide definition. Lancet. 2005 ; 366 (9491) : 1059-62. ) se manifiesta por la acumulación de grasa (triglicéridos) en el hígado. Este síntoma no solo expone al riesgo de aparición de la esteatosis hepática no alcohólica (NASH) sino que todo el sistema digestivo puede verse alterado, provocando un aumento de ciertos factores de riesgo cardiometabólicos (enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2) como la resistencia a la insulina. ¿Sustituir la harina refinada (blanca) por la harina de trigo integral, con un mayor contenido de fibra, minerales y vitaminas, ayudaría a reducir estos riesgos? Varios estudios recientes parecen demostrarlo, aunque los mecanismos subyacentes siguen siendo poco conocidos. Esto ilustra la complejidad de las relaciones entre los órganos implicados en el metabolismo, especialmente los intestinos, el tejido adiposo y el hígado.

Harina integral vs. harina blanca

Un equipo de investigadores holandeses comparó el efecto de la harina de trigo integral en el sistema digestivo (incluidos el hígado, el tejido adiposo y la microbiota) con el de la harina blanca, en 50 adultos con sobrepeso y con un nivel de colesterol total ligeramente superior a lo normal. Al cabo de 12 semanas, los resultados mostraron que el refinado del trigo no modifica las concentraciones de grasa en sangre (lipidemia) ni el nivel de azúcar (glucemia), ni tampoco la masa de grasa abdominal subcutánea o profunda. En cambio, la concentración de triglicéridos en el hígado aumentó casi un 50%, elevando la proporción de participantes con NASH de un 33% a un 44% en el grupo “harina blanca”. Por el contrario, el nivel de triglicéridos disminuyó en el grupo “harina integral”, pasando de un 35% a un 25%. Los investigadores observaron asimismo un descenso de la diversidad bacteriana y un cambio en la composición de la microbiota intestinal en el grupo alimentado con harina blanca, aunque estos no sean del todo predictivos de los cambios observados a nivel hepático.

¿Un tratamiento para la esteatosis hepática no alcohólica?

Según los científicos, estos resultados tienden a aumentar el valor de los productos hechos con trigo integral para la prevención y el tratamiento de la esteatosis hepática. Sus efectos protectores contra las enfermedades metabólicas se deberían a los beneficios que ofrecen para el hígado ciertos compuestos químicos presentes de manera natural en el trigo integral, o a la fermentación de la fibra por las bacterias de la flora intestinal, lo que confirmaría la hipótesis de una comunicación bidireccional entre el hígado y el intestino.

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Bibliografia :

Schutte S et al. A 12-wk whole-grain wheat intervention protects against hepatic fat: the Graandioos study, a randomized trial in overweight subjects. Am J Clin Nutr 2018;108:1264–1274

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Lesión medular y trastornos colorrectales: el efecto de la microbiota intestinal

Según un estudio chino, los trastornos digestivos que sufren las personas con lesiones crónicas de médula espinal debidas a un traumatismo podrían estar vinculados con alteraciones de la microbiota intestinal y presentar una correlación con biomarcadores séricos.

La microbiota intestinal Papel de la microbiota intestinal en la insuficiencia renal La microbiota intestinal: un marcador de la severidad de la nefropatía crónica Trasplante renal: ¿la disbiosis preoperatoria es un factor de diabetes?
Photo : Spinal cord injuries and colorectal disorders: impact of the gut microbiota

Los trastornos colorrectales resultantes de lesiones crónicas de la médula espinal tienen graves consecuencias en la calidad de vida de numerosos pacientes parapléjicos y tetrapléjicos. Las alteraciones del sistema nervioso autónomo pueden ocasionar trastornos digestivos (malestar, distensión abdominal, flatulencia), combinar estreñimiento crónico con incontinencia fecal y necesitar el uso de medicamentos o técnicas laxantes con o sin asistencia. Tanto es así que, en algunos pacientes, el deseo de mejorar esta disfunción neurológica supera al deseo de solucionar la incontinencia urinaria o la disfunción sexual, e incluso la pérdida de la deambulación.

Perfiles bacterianos relacionados con la discapacidad

Un equipo de investigación chino analizó las heces de 43 hombres con lesiones medulares traumáticas crónicas (23 parapléjicos y 20 tetrapléjicos) y de 23 hombres sin lesión. La microbiota intestinal de los participantes discapacitados era diferente de la de los controles, siendo menos diversa y más abundante, especialmente en Bacteroides, Blautia, Lachnoclostridium y Escherichia-Shigella. Por otra parte, los perfiles bacterianos presentaban variaciones entre los parapléjicos –en los cuales eran ricos en Acidaminococcaceae, Blautia, Porphyromonadaceae, y Lachnoclostridium– y los tetrapléjicos, en los cuales abundaban Bacteroidaceae y Bacteroides con respecto a los controles. La disminución de la proporción de Alistipes parece también estar relacionada con una prolongación del tiempo de defecación en pacientes tetrapléjicos.

Efectos en la glucemia y los lípidos sanguíneos

Con el fin de complementar sus observaciones, los investigadores estudiaron la correlación entre la variación de las poblaciones bacterianas y algunos factores ambientales como la edad, el IMC y diferentes marcadores séricos (proteína C reactiva, glucosa, enzimas hepáticas, lípidos sanguíneos, uremia y ácido úrico, creatinina, etc.). Las bacterias pertenecientes al género Bacteroides, presentes en mayor proporción en los pacientes tetrapléjicos, estaban relacionadas con bajas concentraciones de HDL, probablemente debido a la falta de actividad física. Por el contrario, bacterias pertenecientes al género Dialister, más abundantes en sujetos sanos, guardaban una correlación negativa con los lípidos sanguíneos (LDL, TG y colesterol total). La presencia de concentraciones sanguíneas elevadas de estos factores podría ser un signo de agravamiento de los trastornos colorrectales. En cuanto al género Megamonas, aparece relacionado con una glucemia menos elevada y también con una prolongación del tiempo de defecación y de la distensión abdominal, probablemente debido a la fermentación de glúcidos no digeridos pero sí fermentados por estas mismas bacterias en el colon. Una baja proporción de Prevotella también se asoció con una glucemia más baja (efecto beneficioso), aunque otros estudios informan de la existencia de efectos proinflamatorios. Estos trabajos deberán ser complementados con otras herramientas analíticas (análisis más preciso de las comunidades bacterianas, medición de los niveles de serotonina…), la inclusión de mujeres en las cohortes y el estudio de los efectos de la inmovilidad, vector potencial de disbiosis.

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¿Dar queso a tus hijos podría evitarles alergias?

Un estudio europeo demostró que los niños que comen queso desde que tienen un año y medio de edad son menos propensos que el resto a desarrollar alergias en sus primeros seis años de vida.

La microbiota intestinal Alergias alimentarias La alimentación
Actu GP : Donner du fromage à vos enfants pour prévenir leurs allergies ?

Queso manchego, requesón, parmesano, brie,… El queso debería ocupar un lugar imprescindible en el menú de los niños desde los primeros años de vida para prevenir la aparición de alergias alimentarias y dermatológicas. Esto es lo que sugiere el estudio llevado a cabo por el Instituto Nacional francés de Investigación Agronómica (INRA) y el Centro Hospitalario Universitario de Besanzón, que estableció por primera vez una relación entre el consumo temprano de queso y un menor riesgo de padecer enfermedades alérgicas en la infancia. No cabe duda de que esta conclusión, publicada en la revista científica Allergy, haya sido muy bien recibida en Francia.

Diversificar los quesos

Aproximadamente 1000 niños del ámbito rural procedentes de 5 países europeos fueron estudiados desde su nacimiento. Además, se preguntó a sus padres sobre los hábitos alimentarios de la familia, modo de vida y estado de salud. Los resultados obtenidos mostraron que aquellos niños que a partir de los 18 meses consumen queso habitualmente y/o en gran cantidad, desarrollan un menor número de alergias alimentarias y eccemas (o dermatitis atópica) que el resto durante sus primeros seis años de vida. Cuanto más variados los quesos consumidos, mayores serían los beneficios. En cambio, el estudio no demostró un efecto protector contra la rinitis alérgica o el asma.

Una microbiota más rica

Los investigadores piensan que este efecto protector se debe a la presencia de diferentes microorganismos (bacterias, levaduras y mohos) en el queso. Esta diversidad microbiana, junto con una dieta variada y equilibrada durante el primer año de vida (verduras, frutas, yogures, leche cruda, etc.), afectaría de manera positiva a la composición de la microbiota intestinal humana. “Gracias a su rica composición microbiana, el queso podría modificar la flora intestinal y estimular su diversificación”, explican los investigadores, mientras recuerdan que se han llevado a cabo numerosos estudios que demuestran que una microbiota alterada y empobrecida favorece la aparición de alergias. Para entender mejor los efectos del queso en la microbiota, los científicos pretenden analizar de cerca la flora intestinal de los amantes del queso.

 

Bibliografia :

Nicklaus S, Divaret‐Chauveau A, Chardon ML et al. Pasture Study Group. The protective effect of cheese consumption at 18 months on allergic diseases in the first 6 years. Allergy. 2019 Apr;74(4):788-798

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¿Cuál es el papel del viroma y del micobioma en el cáncer colorrectal?

Varios estudios recientes se interesaron por primera vez en las vertientes fúngica y viral de las alteraciones de la microbiota intestinal en pacientes con cáncer colorrectal, y podrían contribuir al desarrollo de nuevas vías diagnósticas y terapéuticas.

La microbiota intestinal Patrón mutacional característico de E. coli en el cáncer colorrectal Cáncer colorrectal: de la disbiosis a la alteración del ADN Impacto a largo plazo de los antibióticos en la microbiota intestinal
Actu PRO : Cancer colorectal : un rôle pour le virome et le mycobiome ?

La investigación sobre el cáncer colorrectal (CCR), centrada principalmente en el estudio de las poblaciones bacterianas, se extiende gradualmente a otros microorganismos (especies de hongos y virus). Un equipo de investigación de Hong Kong llevó a cabo un estudio sobre las particularidades del micobioma en pacientes con cáncer colorrectal. Tras analizar las heces de 73 pacientes y 92 sujetos sanos, los investigadores observaron una “firma” fúngica en los enfermos, concretamente un aumento de la ratio Basidiomycota / Ascomycota (los dos géneros más abundantes del micobioma humano), mientras que la diversidad y la riqueza fúngicas permanecieron inalteradas.

Levaduras oportunistas y protectoras

En las heces de los pacientes con CCR se detectó un aumento de 6 géneros de hongos, entre ellos algunos patógenos oportunistas como Acremonium (Ascomycota) y Rhodotorula (Basidiomycota). Del mismo modo se encontró la levadura Malassezia (Basidiomycota), que suele estar presente en la piel y está implicada en la dermatitis atópica, entre otras afecciones. Esta levadura es capaz de colonizar el intestino mediante un mecanismo similar al que utiliza Candida albicans (Ascomycota). Además, algunas especies de Aspergillus también aparecieron en abundancia en los enfermos, especialmente A. flavus, especie productora de aflatoxinas y potencialmente cancerígena. Por el contrario, en pacientes con cáncer se observó una disminución de Saccharomyces cerevisiae, levadura conocida por colonizar la microbiota digestiva y por sus propiedades antiinflamatorias y reguladoras del sistema inmunitario, lo que podría convertirla, según los autores, en una potencial vía terapéutica. El mismo equipo comprobó la presencia de estas disbiosis fúngicas en otras dos cohortes, por lo que podrían llegar a utilizarse como biomarcadores diagnósticos.

¿Un papel indirecto de los bacteriófagos?

En otro estudio llevado a cabo por investigadores norteamericanos, se realizó un análisis de las heces de 30 pacientes con carcinoma, 30 portadores de adenoma y 30 sujetos sanos. Los científicos no observaron ninguna alteración de la diversidad y riqueza viral en los pacientes portadores de carcinoma o adenoma y pusieron en evidencia el papel de ciertos bacteriófagos (pertenecientes a las familias Siphoviridae y Myoviridae, entre otras) en la carcinogénesis colorrectal. Según ellos, algunos bacteriófagos podrían alterar las poblaciones bacterianas del colon y estarían relacionados con la progresión tumoral; al promover la lisis bacteriana, permitirían la producción de biofilm por las especies oportunistas ancladas al epitelio, favoreciendo de esta forma la penetración de bacterias oncogénicas en la luz intestinal, las cuales desencadenarían la respuesta inmunitaria inflamatoria. A menos que sean las bacterias las que influyen en el viroma y no a la inversa… Frente a estas nuevas hipótesis y a estos nuevos elementos pendientes de aclarar, el objetivo de los investigadores será enriquecer el arsenal diagnóstico y terapéutico del tercer cáncer más diagnosticado en el mundo en 2018.

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Poco o nada de gluten: ¿será mejor para nuestra microbiota?

La dieta sin gluten, hasta el momento reservada para personas intolerantes a esta proteína, atrae cada vez más a adultos que están convencidos de sus beneficios a pesar de que gozan de buena salud. ¿De qué se trata realmente? ¿Conviene comer menos gluten para estar más sano? Un equipo danés se encargó de investigar esta cuestión.

La microbiota intestinal La alimentación
Actu GP : Pas ou peu de gluten : vraiment mieux pour notre microbiote ?

El gluten, componente importante del trigo, la cebada y el centeno, es una mezcla de proteínas, la mayoría de ellas insolubles e indigestas. Éstas se acumulan en el intestino, donde pueden interactuar con el sistema inmunitario afectando a la permeabilidad intestinal y modificando la actividad de la microbiota. Únicamente la auténtica intolerancia al gluten, conocida como “enfermedad celíaca”, precisa la exclusión definitiva del gluten de la dieta.

Dieta pobre vs. dieta rica en gluten

En respuesta al gran entusiasmo popular por la dieta sin gluten, los investigadores llevaron a cabo un estudio en el que participaron 60 adultos sanos y que comparó una dieta pobre y una dieta rica en gluten (2 y 18 g al día, respectivamente). Las dos dietas, de ocho semanas de duración cada una, se administraron separadas por un período mínimo de 6 semanas durante el cual se reanudó la dieta habitual (12 g de gluten al día). En ambos grupos, los aportes alimenticios fueron equivalentes (número de calorías y nutrientes, cantidad de fibra alimentaria) y las dietas únicamente se diferenciaron por el tipo de fibra ingerida.

Beneficios inesperados

Los resultados demuestran que la dieta sin gluten modifica la composición de la microbiota intestinal (notable descenso de la cantidad de bifidobacterias) pero sobre todo modula su actividad. Los participantes en el estudio informaron tener un mayor bienestar digestivo y menos distensión abdominal, así como una leve pérdida de peso. Además, se observó un ligero descenso de la inflamación, muestra del efecto en el sistema inmunitario. ¿Podemos interpretar todos estos beneficios como argumentos a favor de una dieta pobre en gluten? No del todo: parece que estos beneficios se deben más a la mayor diversidad de la fibra ingerida que a la disminución del consumo de gluten, puesto que excluir los productos que contienen gluten requiere recurrir a otras fuentes de fibra como las verduras, el arroz, el maíz o la quinoa. No obstante, según los investigadores, no es la eliminación del gluten, sino la composición de estas fuentes de fibra, lo que tiene un efecto positivo en la microbiota. Advierten, además, que no se trata en absoluto de incitar a la población a seguir una dieta pobre en gluten pero que una alimentación más variada siempre resulta beneficiosa, como suelen recalcar los nutricionistas.

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Bibliografia :

Lea B.S. Hansen et al. A low-gluten diet induces changes in the intestinal microbiome of healthy Danish adults. Nature communications (2018) 9:4630. DOI: 10.1038/s41467-018-07019-x www.nature.com/naturecommunications

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Sistema inmunitario infantil: los beneficios del parto vaginal

El parto vaginal facilita la transmisión de la microbiota materna, cuya composición participa en el desarrollo del sistema inmunitario del recién nacido, especialmente a través de la biosíntesis de lipopolisacáridos.

La microbiota vaginal ¿Todavía no es «adulta» la microbiota intestinal a los 5 años? Posible papel de la microbiota orofaríngea en el retraso del crecimiento infantil Restauración de la microbiota de los bebés nacidos por cesárea mediante un trasplante fecal
Childhood immune system: the benefits of vaginal delivery

El 19,1% de los partos a nivel mundial se realizan por cesárea. Esta cifra se eleva al 25% en Europa y suscita dudas, pues este tipo de parto se practica frecuentemente por razones de comodidad y no por criterio médico. Es conocido que el tipo de parto afecta a la composición de la microbiota intestinal del recién nacido, especialmente a través del posible contacto con la flora vaginal o cutánea (incluso a veces fecal) de la madre y la utilización de antibióticos en caso de cesárea. Los primeros días después del parto constituyen un período crítico para el desarrollo del sistema inmunitario neonatal, motivo por el cual un equipo internacional de investigación se interesó en determinar el tipo de bacterias intestinales transmitidas de madre a hijo según el tipo de parto, completando este análisis con el estudio de genes bacterianos con el fin de evaluar sus funciones.

Parto vaginal: estimulación de la vía de síntesis de los LPS

La primera observación de este estudio realizado en 33 recién nacidos fue que el parto vaginal se asocia con una sobreabundancia de bacterias gramnegativas (Bacteroides y Parabacteroides) que parecen reforzar las funciones fisiológicas del recién nacido. Por otra parte, el parto por cesárea favorece el contacto del recién nacido con los microorganismos maternos cutáneos, así como la transmisiónde estafilococos, que son más abundantes en las heces de los lactantes nacidos por esta vía. Los investigadores explican que, en comparación con los lactantes nacidos por cesárea, en los lactantes nacidos por parto vaginal, la abundancia de este tipo de bacterias estaría relacionada con un aumento de la estimulación de la biosíntesis de lipopolisacáridos (LPS), componentes de la membrana externa de las bacterias gramnegativas. Los LPS son endotoxinas que favorecen la producción plasmática de citocinas proinflamatorias (TNF-a e IL-18) y cuyas concentraciones son más elevadas en los lactantes nacidos por parto vaginal.

Confirmación del potencial inmunoestimulante in vitro

La extracción de LPS de las heces de lactantes nacidos por cesárea y por parto vaginal con la intención de estimular a células inmunitarias primarias humanas in vitro confirmó que el parto por cesárea se caracteriza por una menor producción de TNF-a y de IL-18. Esto tiende a confirmar el menor potencial inmunoestimulante de la microbiota intestinal en niños nacidos por cesárea no expuestos a las bacterias vaginales de sus madres y, por lo tanto, una escasa transmisión vertical de ciertas cepas bacterianas al lactante. Este factor podría tener repercusiones de por vida, al aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades inflamatorias, inmunitarias, metabólicas o incluso enfermedades crónicas. Sin embargo, estos resultados deben ser confirmados con cohortes más grandes y con un seguimiento a largo plazo con el fin de comprender mejor el efecto de la exposición microbiana temprana en la respuesta inmunitaria innata y adaptativa.

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El olor del sudor es cuestión de microbios

Antes de la pubertad, uno puede transpirar litros de sudor y seguir oliendo (relativamente) bien. Después, ¡todo cambia! ¿Por qué el sudor se vuelve maloliente a partir de la adolescencia? Un equipo de investigadores asiáticos decidió estudiar esta cuestión, causa de malestar para numerosos jóvenes.

La microbiota cutánea La alimentación
Actu GP : L’odeur de la sueur, une affaire de microbes

 

Se sabe que el olor corporal se debe principalmente a la degradación bacteriana de los componentes naturales de la transpiración producida por las glándulas sudoríparas. Pero no conocemos las especies implicadas ni los mecanismos implicados en los sujetos jóvenes. Por ello, los investigadores reclutaron a niños prepúberes (5-9 años) y adolescentes (15-18 años), en los que analizaron muestras de sudor producido en las axilas, la nuca y el cráneo 1 hora después de la ducha, tras un esfuerzo y 7 horas después de éste.

Cada especie tiene su propio olor

Los adolescentes emitían en todo momento un olor más fuerte que los niños, especialmente en las axilas. Si bien el sudor de los más jóvenes se caracteriza por tener un olor más agrio, en los adolescentes tras realizar un esfuerzo físico, predominaba el olor a azufre. Independientemente de la edad, el cráneo desprende un olor a grasa característico. Según los investigadores, estas diferencias ponen de manifiesto la heterogeneidad de las especies de la microbiota cutánea responsables de los malos olores y, sobre todo, la influencia de ciertas especies.

¿A qué se deben estos malos olores ?

Dos especies son abundantes en la nuca y en el cráneo. Una de ellas es predominante en niños y la otra en adolescentes, lo que refleja los cambios de actividad de las glándulas que tienen lugar durante en la pubertad. Pero el principal descubrimiento es el papel crucial que tienen los estafilococos en el olor corporal de los jóvenes, papel desempeñado por corinebacterias en los adultos. ¿A qué se debe el olor a azufre que desprenden las axilas de los adolescentes? Sin duda, a la producción ácida de la bacteria Staphylococcus epidermidis. ¿Y el olor amargo que se desprende de la nuca de los niños? En este caso, el culpable es Staphylococcus hominis.

¿Desodorantes especialmente diseñados para adolescentes?

Según los científicos, la transformación de una transpiración más bien agria en el niño a una transpiración azufrada en el adolescente parece reflejar la reorganización de las especies que se produce dentro de la microbiota cutánea durante la pubertad. Este descubrimiento podría ser de gran utilidad para los fabricantes de desodorantes que, hasta el momento, los han elaborado para evitar el mal olor en personas adultas, pero no en adolescentes.

 

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Bibliografia :

Tze Hau Lam et al. Understanding the microbial basis of body odor in pre-pubescent children and teenagers. Microbiome 2018 Nov 29;6(1):213.

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Trasplante fecal: ¿una respuesta a la colitis relacionada con los ICI?

Un primer ensayo, que incluyó a 2 pacientes, demostró que un alotrasplante de microbiota fecal podría reducir la colitis refractaria causada por inhibidores de puntos de control inmunitarios (immune checkpoint inhibitors o ICI). Se trata de un camino aún por explorar en un contexto marcado por el desarrollo acelerado de la inmuno-oncología.

La microbiota intestinal La microbiota, escudo contra el rotavirus El lugar de los parásitos en el ecosistema intestinal Antibióticos y riesgo de desarrollar una EII crónica en adultos

Los últimos avances terapéuticos en oncología se deben, en gran medida, a los inhibidores de puntos de control inmunitarios (ICI), anticuerpos monoclonales que tienen como diana CTLA-4, PD-1 y PD‑L1*. Si bien los primeros tratamientos disponibles en el mercado son claramente menos tóxicos que las quimioterapias, tienen efectos adversos inmunomediados, especialmente la aparición de colitis refractarias. Mientras que el manejo óptimo de este tipo de trastornos está aún por determinar, un equipo de investigación estadounidense se centró en estudiar la utilidad potencial del trasplante de microbiota fecal (TMF), con el objetivo de luchar contra la disbiosis causada por los ICI y promover mecanismos bacterianos de lucha contra los fenómenos inflamatorios locales.

Primeros resultados prometedores

El análisis de las poblaciones bacterianas en ambos pacientes antes del trasplante fecal reveló la ausencia de bacterias protectoras (pertenecientes a las clases Bacteroidia y Verrucomicrobiae). El primer paciente es una mujer de 50 años tratada por un carcinoma urotelial metastásico resistente a quimioterapia y hospitalizada por colitis ulcerosa tras iniciar el tratamiento con ICI. Puesto que los síntomas de colitis eran resistentes a los tratamientos convencionales, se le administró por vía colonoscópica una única dosis de heces de un donante sano. Como resultado, se consiguió la desaparición progresiva y rápida (36 días) de los síntomas cólicos, lo cual se confirmó mediante endoscopia.

El segundo paciente, de 78 años de edad, fue tratado con ICI para un cáncer de próstata resistente a quimioterapia y hormonoterapia. Tras desarrollar una colitis asociada a la inmunoterapia y resistente a todos los tratamientos convencionales, recibió dos dosis de heces de un mismo donante sano, espaciadas 67 días entre sí. El primer trasplante produjo una reducción parcial de los síntomas clínicos que remitieron por completo tras la segunda intervención, lo cual se confirmó mediante endoscopia en ambos casos.

Cambio después del trasplante

Los análisis de las muestras fecales recolectadas a lo largo de todo el estudio revelan un cambio en las poblaciones de la microbiota intestinal después del trasplante. Mientras que la diversidad se mantiene estable, la riqueza bacteriana aumenta de manera transitoria en ambos pacientes y la microbiota del receptor se asemeja a la del donante en los días posteriores al trasplante. Justo después del TMF, los pacientes receptores sufren de nuevo una colonización por bacterias pertenecientes a los géneros Bifidobacterium y Blautia, conocidas poranular la toxicidad de los ICI en un modelo murino y asociadas a una reducción de la inflamación intestinal. Si bien estos resultados preliminares requieren confirmación, dejan ya entrever una respuesta a necesidades terapéuticas que irán creciendo probablemente al mismo ritmo que el uso de ICI.

*Antígeno 4 del linfocito T citotóxico, receptor de muerte programada 1, ligando del receptor de muerte programada 1, respectivamente.

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Viaje al espacio de bacterias multirresistentes

En marzo de 2015, un equipo de astronautas descubrió en los baños y en el gimnasio de la estación espacial internacional (ISS), cinco cepas bacterianas resistentes a antibióticos.

Diarrea asociada a los antibióticos
Actu GP : Des bactéries multirésistantes ont voyagé dans l’espace

 

Aunque este descubrimiento pueda parecer gracioso, los investigadores de la NASA se lo tomaron muy en serio. En la revista BMC Microbiology, un equipo del prestigioso centro de investigación aeroespacial explica que la presencia de estas bacterias podría representar en el futuro un peligro para los astronautas durante las misiones prolongadas en el espacio o incluso en los primeros vuelos tripulados hacia el planeta Marte, ya que sería imposible dar media vuelta durante este largo viaje de 260 millones de kilómetros y volver a la Tierra para tratar a las personas infectadas.

Cepas resistentes…

Al estudiar el ADN de estas 5 bacterias, los científicos descubrieron que presentaban importantes similitudes con 3 cepas de enterobacterias (presentes en el intestino) recientemente aisladas en nuestro planeta, más precisamente en Tanzania y Estados Unidos. Además de ser responsables de graves infecciones nosocomiales en personas inmunodeprimidas y en lactantes, estas cepas pertenecen a una especie bacteriana conocida por su alto potencial patógeno y su resistencia a numerosos antibióticos. De hecho, las cepas encontradas en la estación espacial internacional eran también resistentes a numerosos antimicrobianos (por ejemplo, a la penicilina) que, como explican los investigadores, son “antibióticos que los astronautas toman desde hace más de 20 años”.

… pero inofensivas hasta ahora

Afortunadamente, estas cepas no resultaron ser virulentas y no pusieron en riesgo la salud de los astronautas. Sin embargo, podrían haber adquirido la capacidad de causar daño (riesgo estimado en el 79%) en algunas condiciones (aún por determinar) como la escasa gravedad que existe en la ISS. De hecho, varios estudios sugirieron que esta circunstancia podría incrementar la virulencia de las bacterias y su resistencia a los antibióticos, así como influir en el crecimiento o en el tamaño de los microorganismos. Por otra parte, este estudio señala que la estación espacial internacional no es estéril puesto que los astronautas suben a bordo con sus microbios y otros microorganismos pueden ser introducidos a través de las provisiones de alimentos o materiales enviados a la estación.

 

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Bibliografia :

Singh NK, Bezdan D, Checinska Sielaff A, et al. Multi-drug resistant Enterobacter bugandensis species isolated from the International Space Station and comparative genomic analyses with human pathogenic strains. BMC Microbiol. 2018 Nov 23;18(1):175.

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