La convivencia con hermanos es un factor determinante importante del desarrollo de la microbiota

Modo de nacimiento, alimentación, tratamiento con antibióticos… Se conocen numerosos factores que pueden influir en el desarrollo de la microbiota y en la salud durante la primera infancia. La presencia de hermanos también desempeña un papel preponderante, como muestra un estudio danés publicado en Microbiome.1

Desde el nacimiento, la formación de la microbiota depende principalmente de las fuentes bacterianas cercanas, sobre todo la madre, pero también el resto del entorno familiar, en especial los hermanos y hermanas. Sin embargo, no se han realizado mucho estudios sobre la influencia de los hermanos. Para solventar esta carencia, un equipo de investigadores daneses secuenció muestras fecales (a la edad de 1 semana, 1 mes, 3 meses, 1 año, 4 años y 6 años) y faríngeas (a la edad de 1 semana, 1 mes y 3 meses) tomadas en 686 niños procedentes de la cohorte COPSAC2010 (Copenhagen Prospective Studies on Asthma in Childhood 2010). En cada visita, se tuvo en cuenta y se actualizó su posición entre los hermanos. Por otra parte, se registraron 15 covariables: peso al nacer, toma de antibióticos, alimentación, presencia de animales domésticos, etc. Los investigadores evaluaron después la relación entre la marca de los hermanos en la microbiota de los niños y la presencia de asma, rinitis alérgica y sensibilización alérgica a los 6 años de edad.

Diferencias de diversidad y abundancia en los niños pequeños con hermanos mayores 

Los investigadores observaron que los hermanos representan uno de los factores más importantes del desarrollo de la microbiota intestinal y de las vías respiratorias del niño. Encontraron diferencias significativas de composición, tanto en términos de diversidad como de cantidad de géneros bacterianos. El impacto de los hermanos resultó especialmente evidente en el primer año de vida, y una menor diferencia de edad con el hermano o la hermana mayor tuvo un mayor impacto que el número de hermanos y/o hermanas mayores.

La microbiota faríngea de los niños con uno o más hermanos o hermanas mayores presentaba a los 3 meses una diversidad alfa reducida con respecto a la de los hijos únicos. Los géneros Moraxella y Neissera eran más abundantes, mientras que los estafilococos lo eran menos. Ningún otro factor, incluso importante como la lactancia materna o la toma de antibióticos, pareció ejercer un efecto superior al de los hermanos sobre la composición de la microbiota faríngea.

La microbiota intestinal de los niños con hermanos o hermanas mayores presentaba, hasta los 4 años, una mayor diversidad alfa y una diferencia significativa de diversidad beta. A la edad de 1 año, los hermanos eran el factor determinante más importante de la diversidad beta, después del modo de nacimiento. La presencia de uno o más hermanos o hermanas mayores se asoció a menos Escherichia/Shigella, otras Enterobacteriaceae y Veillonella, pero a una mayor abundancia de Prevotella. Para este último género bacteriano, el aumento de la abundancia incluso fue más pronunciado a los 4 años y persistió hasta los 6 años. Por último, se observó una asociación entre una microbiota intestinal con el perfil característico de los hermanos a la edad de 1 año y una reducción del riesgo de asma a los 6 años.

Integrar mejor a los hermanos en los estudios sobre el desarrollo de la microbiota

Por lo tanto, los investigadores consideran que la presencia de hermanos influye considerablemente en el desarrollo de la microbiota del niño pequeño, con repercusiones en la salud. Sugieren que los estudios sobre el desarrollo de la microbiota en el niño tengan en cuenta la presencia de hermanos y hermanas, sobre todo si son mayores.

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¡Un hermano (hermana) mayor podrían ayudar a desarrollar la microbiota de nuestro bebe!

Se conocen numerosos factores implicados en el desarrollo de la microbiota y, por consiguiente, en la salud: nacimiento por vía vaginal o cesárea, alimentación, toma de antibióticos… La presencia de hermanos, menos conocida –y menos estudiada–, también desempeña un papel importante, según un equipo de investigadores daneses1 que acaba de aportar una prueba concreta al respecto.

La microbiota ORL La microbiota intestinal Asma y microbiota Rinitis alérgica

Desde el nacimiento, el pequeño mundo que nos rodea contribuye a modelar la composición única de la microbiota. Los microorganismos a los que nos expone difieren según si nuestra madre nos trajo al mundo por cesárea, nos dio de mamar, si crecimos en una granja, si tenemos un perro… o si tenemos hermanos y hermanas. Para evaluar el impacto de los hermanos en el desarrollo de la microbiota, los investigadores analizaron la composición de la microbiota intestinal (desde la edad de 1 semana hasta los 6 años) y de la microbiota de las vías respiratorias en la faringe (desde 1 semana hasta 3 meses de edad) de cerca de 700 niños. Repitieron regularmente las tomas de muestras y secuenciaron cerca de 4500 muestras. En cada etapa, tuvieron en cuenta la posición de los pequeños participantes en la familia: hijo único, hermanos o hermanas mayores o menores. Además, registraron unos quince factores que también pueden influir en la microbiota de los niños, desde el peso al nacer hasta los ingresos de la familia. Por último, confrontaron los datos recogidos con la presencia a los 6 años de edad de asma, rinitis alérgica y sensibilización a diversos alergenos.

Los microorganismos de la microbiota tienen espíritu de familia 


Los investigadores descubrieron que, durante la primera infancia, tener hermanos y hermanas era uno de los factores determinantes más importantes de la composición de la microbiota intestinal y la microbiota de las vías respiratorias. Este efecto resultó más evidente en los niños con uno o más hermanos y/o hermanas mayores durante el primer año de vida. Su microbiota intestinal era más rica, diversificada y madura que la de los hijos únicos. No es necesario que la familia sea numerosa: tener un hermano o una hermana mayor de edad cercana es más importante que tener varios. Consuelo para los hijos únicos: la diferencia entre su microbiota y la de los niños que tienen hermanos o hermanas desaparece a los 4 años de edad.

La presencia de hermanos supera a la lactancia materna por su influencia en la microbiota respiratoria de los lactantes

¿Qué ocurre con la microbiota de las vías respiratorias? Durante los 3 primeros meses de vida, también se modificó debido a la presencia de hermanos, más que a causa de otros factores considerados importantes, como la lactancia materna o la toma de antibióticos. La de los bebés que tenían hermanos o hermanas era menos diversificada que la de los que no tenían. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con la microbiota intestinal, una menor diversidad bacteriana en las vías respiratorias parece ser más favorable para una buena salud respiratoria.2 


¿Qué lecciones nos enseña este estudio? Crecer con hermanos y hermanas durante la primera infancia repercute en el desarrollo de la microbiota y la salud. Forzosamente existe el reverso de la moneda:  los hermanos facilitan el contagio de microbios responsables de resfriados y diarreas. Aun así, los investigadores consideran que una exposición precoz a microbios relativamente inofensivos puede reducir el riesgo de enfermedades alérgicas.3

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Xpeer: Establecimiento temprano de la microbiota intestinal

Aprenda sobre el establecimiento temprano de la microbiota intestinal en este curso gratuito, guiado por la Dra. Ericka Montijo. En este curso, aprenderá más sobre la evolución y la importancia de la microbiota intestinal a lo largo de la vida. 

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Sinopsis del curso:

En los últimos años, no ha cesado el interés por investigar la compleja interacción entre la microbiota intestinal humana y nuestra salud. Además, los profesionales sanitarios han empezado a preguntarse si el establecimiento inicial de la microbiota intestinal desempeña algún papel en nuestra vida adulta. ¿Cómo se forma y desarrolla la microbiota en la infancia? ¿Qué importancia tiene más adelante en la vida? En este curso, aprenderás qué factores influyen en nuestra microbiota incluso antes de nacer, y cuáles son las consecuencias de una microbiota inmadura más adelante en la vida adulta. Además, ¡no te pierdas las recomendaciones prácticas sobre cómo potenciar una microbiota sana y madura en los niños!
Subvención sin restricciones del Instituto de la Microbiota Biocodex

¿Quién es Ericka Montijo?

  • La doctora Ericka Montijo es gastroenteróloga y trabaja en el Instituto Nacional de Pediatría de México DF.
     
  • Tiene una maestría en nutrición pediátrica y está especializada en endoscopias pediátricas.
     
  • Declaración de conflicto de intereses: Ericka Montijo declara haber recibido honorarios por consultas de Biocodex México/Reckit Mead Johnson y haber participado como ponente en un buró patrocinado por la empresa Biocodex México y Reckit Mead Johnson.

Acerca de Xpeer

Xpeer Medical Education es la primera aplicación de formación médica que genera créditos del mercado, con vídeos de microaprendizaje divertidos de solo 5 minutos.

Con un algoritmo potente para personalizar la experiencia de usuario y el contenido, inspirado en las plataformas de streaming de vídeo más populares, Xpeer ofrece toda una nueva experiencia para la formación continuada y el desarrollo de los profesionales sanitarios.

La aplicación, acreditada por la Unión Europea de Médicos Especialistas, ofrece formación médica científica de gran calidad. En Xpeer, encontrará este programa sobre la microbiota y 500 horas de educación médica en 2021 en su especialidad, además de cursos de formación tecnológica y desarrollo de capacidades profesionales y personales.

Más información sobre las acreditaciones

La aplicación Xpeer está acreditada por el Consejo Europeo de Acreditación para la Formación Médica Continua (EACCME) y concede créditos ECMEC reconocidos oficialmente en 26 países.

Los participantes del módulo obtienen 1 crédito FMF Europeo (ECMEC) por cada hora de formación (60 minutos efectivos de e-learning, excluyendo las introducciones…). Este crédito se adquiere una vez completado el módulo y validada la evaluación correspondiente por los participantes.

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La microbiota intestinal, responsable de la variabilidad de la respuesta a las estatinas

Actualmente, del 25% al 30% de los mayores de 40-50 años toman estatinas, tanto en Europa como en Estados Unidos. Sin embargo, la variabilidad de la respuesta al tratamiento entre los pacientes sigue siendo un reto para los médicos. ¿Y si dicha respuesta pudiera predecirse y manejarse en función de las características de la microbiota intestinal de los pacientes?

Le microbiote intestinal, clé de la variabilité de la réponse aux statines

Las estatinas reducen el riesgo cardiovascular ateromatoso al inhibir la actividad de la enzima hidroximetilglutaril (HMG)-CoA-reductasa, implicada en la síntesis hepática de LDL (lipoproteínas de baja densidad). Por desgracia, su eficacia para reducir la concentración de LDL varía considerablemente entre los pacientes y pueden producirse efectos indeseables, en especial resistencia a la insulina, que aumenta el riesgo de diabetes de tipo 2. A menudo, el médico determina a tientas la «dosis máxima tolerada» adaptada a cada paciente según las recomendaciones.1 Pruebas y fracasos hacen perder el tiempo y pueden afectar al cumplimiento del tratamiento.

Un marcador sanguíneo para medir la respuesta a las estatinas


Estudios recientes demostraron no solo la relación entre la microbiota intestinal y el riesgo cardiovascular ateromatoso, sino también entre la microbiota y el uso de estatinas. En esta ocasión, un equipo de investigadores estadounidenses2 se centró en el papel de la microbiota intestinal en la respuesta a las estatinas partiendo de la hipótesis de que, al metabolizar las estatinas, las bacterias podrían modular la biodisponibilidad y la actividad de estas moléculas e incluso contribuir a sus efectos secundarios. En una cohorte estadounidense de 1848 adultos, de los cuales 244 tomaban estatinas, los científicos validaron primero un marcador de esta respuesta, la concentración plasmática del sustrato de la HMG-CoA-reductasa (HMG). La concentración de HMG fue más elevada en los sujetos tratados que en los sujetos no tratados y mostró una correlación negativa con la concentración sanguínea de LDL únicamente en los sujetos tratados, reflejando a la vez la intensidad del tratamiento con estatinas y la presencia de variantes genéticas en los pacientes que influían en la respuesta al tratamiento.

El perfil de la microbiota influye en la eficacia y el riesgo metabólico del tratamiento


Los investigadores estudiaron después la asociación entre la eficacia de las estatinas medida por la concentración de HMG, su efecto sobre el control de la glucosa medido por el índice HOMA-IR (Homeostatic Model Assessment for Insulin Resistance) y la composición de la microbiota intestinal analizada por secuenciación del ARN de 16S. Descubrieron que una microbiota más rica en Bacteroides y menos diversificada se asociaba a una mayor respuesta a las estatinas, tanto en términos de eficacia como de efecto negativo sobre el control de la glucosa. Sin embargo, una microbiota más rica en Ruminococcaceae parecía proteger contra este riesgo metabólico. Estos resultados se confirmaron en una cohorte europea de 991 sujetos, cuya microbiota intestinal se había secuenciado con un método diferente.

¿Hacia tratamientos de precisión con estatinas? 

Estos trabajos no solo explican la variabilidad de la respuesta a las estatinas, sino que abren también la perspectiva de herramientas clínicas para manejarla. En efecto, la concentración plasmática de HMG podría representar una fuente de información complementaria a la concentración de LDL para evaluar la eficacia del tratamiento. Tener en cuenta el perfil de la microbiota intestinal de los pacientes también podría ayudar a predecir la respuesta a las estatinas, mejorarla con probióticos si es necesario y, en última instancia, proponer a los pacientes una estrategia terapéutica más personalizada para las enfermedades cardiovasculares.

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La horchata, una «superbebida» para la microbiota intestinal

Un gran vaso de horchata todas las mañanas durante 3 días basta para mejorar el equilibrio bacteriano de la microbiota intestinal. Es lo que sugiere un estudio realizado por un equipo de investigadores de Valencia, España.

La microbiota intestinal La alimentación
“Super drink” horchata and its effects on the gut microbiota

Tiene el color de la leche y la textura de la leche, pero no es leche. La horchata, preparada con tubérculos de chufa, es una bebida española típica de Valencia (España) que no solo tiene virtudes refrescantes sino que también favorece la proliferación de bacterias intestinales beneficiosas para la salud.

¡Horchata, sí, pero no cualquiera!

En España, la horchata a menudo se vende en botella en forma esterilizada, azucarada y con emulsionantes, estabilizantes y aromatizantes. ¡No hay que contar con este tipo de producto ultratransformado para mejorar el estado de salud! Para disfrutar de las virtudes de la horchata, y de la chufa, tiene que ser fresca (no esterilizada ni pasteurizada), sin azúcar y sin aditivos. Concretamente, se sospecha que los emulsionantes aumentan el poder patógeno de ciertas bacterias y favorecen la inflamación del intestino.1 ¡Así que, antes de beber un vaso de horchata, hay que verificar bien la receta y preferir productos caseros!

Para llegar a esta conclusión, un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) pidió a 31 adultos sanos que bebieran todas las mañanas durante 3 días con el desayuno un vaso de horchata de 300 ml. Los científicos recogieron las heces de los voluntarios antes y después de la prueba.
El objetivo era analizar los efectos de la horchata sobre las bacterias de la microbiota intestinal.

Efectos similares a los de una dieta rica en fibra

Los resultados muestran que la horchata modificó positivamente la microbiota intestinal de los voluntarios2

De manera general, los nuevos perfiles bacterianos eran similares a los de personas que siguen una dieta rica en vegetales o cercana a la (sidenote: Dieta mediterránea Dieta rica en frutas, verduras, cereales, oleaginosas (nueces) y pescado, y pobre en carne roja, grasas saturadas y productos lácteos. Lăcătușu CM, Grigorescu ED, Floria M, et al. The Mediterranean Diet: From an Environment-Driven Food Culture to an Emerging Medical Prescription. Int J Environ Res Public Health. 2019 Mar 15;16(6):942. ) . En la microbiota intestinal de los voluntarios, los investigadores observaron la presencia de abundantes bacterias productoras de butirato, un (sidenote: Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC) Los Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC) son una fuente de energía (carburante) de las células de la persona que interactúan con el sistema inmunitario y están implicadas en la comunicación entre el intestino y el cerebro. Silva YP, Bernardi A, Frozza RL. The Role of Short-Chain Fatty Acids From Gut Microbiota in Gut-Brain Communication. Front Endocrinol (Lausanne). 2020;11:25. ) (AGCC) conocido por sus numerosos efectos beneficiosos sobre la salud.

Una bebida real

Cuenta la leyenda que el nombre se debe a Jaime I de Aragón, en el siglo XIII, que, al probar la famosa bebida que le ofrecía una joven valenciana, declaró «¡açò no és ilet, açò és or, xata!» (¡esto no es leche, esto es oro, chata!).

Bibliografia.

México y España, cada uno su receta

En su próximo viaje, tenga en cuenta algunos consejos para evitar incidentes diplomáticos… y pedir una horchata con tranquilidad. La horchata de chufa es una bebida tradicional de Valencia hecha con tubérculos rehidratados de chufa comestible. No debe confundirse con la horchata mexicana, que se elabora con arroz, leche y canela.

Bibliografia.

También observaron que los cambios dependían del perfil bacteriano inicial. Podían distinguirse dos grandes grupos de microbiota después del consumo de la bebida: uno rico en Akkermansia, Christenellaceae y Clostridiales, y el otro con presencia destacable de Faecalibacterium, Bifidobacterium y Lachnospira. Algunas de estas bacterias ya se conocen por sus efectos beneficiosos:

Un contenido elevado de almidón resistente y de polifenoles: ¡viva la chufa!

¿Cómo se explican estos cambios? 

Los tubérculos de chufa (Cyperus esculentus o juncia avellanada), a partir de los cuales se elabora la horchata, presentan un contenido relativamente elevado de almidón resistente. Este compuesto podría, según los investigadores, «alimentar» a ciertas bacterias beneficiosas como Akkermansia, Lactobacillus o Bifidobacterium y favorecer así su desarrollo. 

La chufa también contiene numerosos polifenoles, que contribuyen a frenar la proliferación de otras especies bacterianas gracias a sus efectos antimicrobianos.

La microbiota intestinal

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Papel de la microbiota intestinal y los ácidos biliares en el insomnio crónico y el riesgo cardiometabólico

El insomnio crónico afecta al 10 a 20% de la población mundial y se asocia a un aumento del riesgo de enfermedades cardiometabólicas. Una serie de particularidades en la composición de la microbiota intestinal y el metabolismo de los ácidos biliares intervienen en la relación entre estas dos enfermedades, según sugiere un estudio publicado en Nature Communications.1

Chronic insomnia and cardiometabolic disease: gut microbiota and bile acids involved?

Actualmente, los ácidos biliares constituyen un tema de interés para la investigación: además de su función de absorción de los nutrientes, desempeñan un papel importante en las interacciones entre la microbiota intestinal y su huésped. De hecho, después de su síntesis hepática, los ácidos biliares son liberados en el intestino y transformados por las bacterias, cuya actividad influye en la composición de la microbiota intestinal. Estos ácidos biliares «secundarios» se reabsorben en el colon y actúan después como moléculas señalizadoras en diferentes procesos metabólicos e inmunitarios.2

Secuenciación, metabolómica y estadísticas 

Un equipo de investigadores chinos planteó la hipótesis de que la microbiota intestinal y los ácidos biliares están implicados en la relación, todavía mal conocida, entre el insomnio crónico y las enfermedades cardiometabólicas. Varios descubrimientos recientes los llevaron por esta vía. Por ejemplo, la microbiota intestinal posee sus propios ritmos circadianos, diferentes de los del huésped y sensibles al insomnio. En ratones, las interrupciones repetidas del sueño modifican la composición de la microbiota intestinal y el metabolismo de los ácidos biliares. Por último, una disbiosis intestinal y una alteración de la regulación de los ácidos biliares perjudican la salud metabólica.

Para comprobar esta hipótesis, los científicos se basaron en dos cohortes, una « (sidenote: Cohorte de descubrimiento La «cohorte de descubrimiento» incluye 1809 participantes procedentes del estudio prospectivo Guangzhou Nutrition and Health Study (GNHS). ) » y una « (sidenote: Cohorte de validación La «cohorte de validación» incluye a los 6122 participantes del estudio transversal Guangdong Gut Microbiome Project (GGMP), en los que se realizó la secuenciación de la microbiota intestinal. ) ». También reunieron información detallada sobre el sueño de los participantes, así como sus parámetros cardiometabólicos durante un periodo de 6 años previo a la recogida de muestras de heces. Por último, analizaron el metaboloma de los ácidos biliares fecales de 954 sujetos de la cohorte GNHS.

Destacan dos géneros bacterianos y varios ácidos biliares específicos 

Los investigadores lograron demostrar una correlación entre el insomnio crónico y los trastornos cardiometabólicos, por un lado, y una menor abundancia de dos bacterias de la familia Ruminococcaceae, por otro, en las dos cohortes evaluadas.

Analizando más en profundidad la cohorte GNHS, también descubrieron que:

  • algunos ácidos biliares, como el ácido isolitocólico (isoLCA), el ácido murocólico (MCA) y el ácido norcólico (NorCA) desempeñan un papel de mediadores en estas asociaciones; 
  • el consumo de té (verde, negro, oolong…) se asocia a cantidades mayores de Ruminococcaceae y menores de NorCA, así como a una disminución del riesgo de insomnio.

¿El «tea time» para reducir el riesgo cardiometabólico del insomnio crónico?

Los investigadores consideran que el eje microbiota intestinal-ácidos biliares podría representar una diana de intervención interesante para disminuir el impacto del insomnio crónico en la salud cardiometabólica. En lo referente al té, son prudentes: las investigaciones deben continuar antes de poder afirmar que su consumo es beneficioso para las bacterias de la microbiota relacionadas con la salud cardiometabólica.

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La cerveza con o sin alcohol, nueva aliada de nuestro intestino

Una cerveza al día aleja al médico… ¡Este nuevo proverbio, inspirado en un estudio portugués que destaca las virtudes de la cerveza (con y sin alcohol) para la microbiota intestinal y la salud en general, debería complacer a los amantes de la birra!

La microbiota intestinal La alimentación
Avec ou sans alcool, la bière, nouvelle alliée de notre intestin ?

El consumo excesivo de bebidas alcohólicas es responsable de 3 millones de muertes cada año y podría ser el elemento desencadenante de más de 200 enfermedades.1 En cambio, siempre que se consuma (sidenote: Moderación Para los adultos que tienen la edad legal para beber alcohol, las recomendaciones nutricionales estadounidenses aconsejan limitar el consumo diario a 2 vasos al día en el hombre y 1 vaso al día en la mujer. Incluso a dosis bajas, el alcohol puede ser peligroso. https://www.niaaa.nih.gov/alcohol-health/overview-alcohol-consumption/moderate-binge-drinking ) , la cerveza podría ser beneficiosa para la salud (en particular, para la prevención del riesgo cardiovascular). Dichos efectos beneficiosos se han observado desde hace lustros tanto con el vino como con la cerveza, aunque no se sabe si se deben a un consumo moderado o a los compuestos contenidos en estas bebidas, como los (sidenote: Polifenol Molécula orgánica presente en las materias vegetales. https://www.medicalnewstoday.com/articles/319728 ) que se encuentran en gran cantidad en la cerveza.

¿Un efecto beneficioso… con o sin alcohol?

Para salir de dudas, un equipo de investigadores portugueses2 realizó un estudio que comparó los efectos de la cerveza con y sin alcohol sobre la microbiota intestinal y los marcadores de la salud cardiometabólica (peso, porcentaje de masa grasa, concentración de colesterol, resistencia a la insulina…).

181 litros Es el consumo anual de cerveza por habitante en la República Checa.

Este convierte a este pequeño país europeo en el primer consumidor mundial, muy por delante del segundo, Austria, con «solamente» 97 litros/habitante.

Sin abandonar sus hábitos alimentarios, 10 hombres bebieron en cada cena durante 4 semanas 33 cl de Lager (cerveza rubia con un contenido de alcohol del 5,2%), mientras que otros 9 bebieron una cerveza sin alcohol.

Una microbiota intestinal más diversificada

Buena (y sorprendente) noticia para los amantes de la cerveza: no se registró ningún aumento de peso y ninguna elevación de las enzimas hepáticas. Cabe señalar que tampoco se observó ninguna variación importante de los marcadores de salud cardiometabólica. Los análisis de heces, por su parte, revelaron una mayor diversidad de los microorganismos de la microbiota intestinal (garantía de buena salud), además de una tendencia a un aumento en la actividad de la fosfatasa alcalina fecal, un marcador de la función de barrera intestinal, independientemente del tipo de cerveza consumida. Así pues, los compuestos presentes en la cerveza parecen superar a los efectos nocivos del alcohol sobre la microbiota intestinal.

La microbiota intestinal

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Beneficios relacionados con los polifenoles

Según los científicos, estos beneficios podrían atribuirse a los polifenoles, así como al isoxantohumol, una sustancia antioxidante muy abundante en la cerveza que disminuye el riesgo de enfermedades crónicas. Estos compuestos se encuentran en mayores cantidades en la cerveza no filtrada y podrían tener un impacto aún mayor en la salud de la microbiota intestinal, según sugieren los investigadores.

Se necesitan más estudios para confirmar estos resultados. Mientras tanto, conviene optar por la moderación.

Atención

El abuso del alcohol es peligroso para la salud, consúmelo con moderación.

Recomendado por nuestra comunidad

"Es un fermento menor. Tiene sentido". Troubl Suzy (De My health, my microbiota)

"Sí, claro" Paul Davis (De My health, my microbiota)

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El agua potable, fuente de vida... y de microorganismos

El agua del grifo es una fuente de microorganismos que, una vez ingeridos, pueden colonizar nuestros intestinos y ejercer una influencia en nuestra microbiota intestinal. Sin embargo, desconocemos a la mayoría de ellos.

La microbiota intestinal
L’eau potable, source de vie… et de micro-organismes

A pesar de las ideas preconcebidas, el agua potable no es estéril ya que contiene alrededor de 10 a 100 millones de (sidenote: Microorganismos Organismos vivos que son demasiado pequeños para observarlos a simple vista. Incluyen bacterias, virus, hongos, arqueas, protozoos, etc. y se llaman comúnmente «microbios». What is microbiology? Microbiology Society. ) por litro. Pero no debemos preocuparnos por ello sino todo lo contrario porque la presencia de estas bacterias parece nutrir nuestra microbiota intestinal, como se demostró en un estudio anglosajón anterior. Esta vez, fueron científicos italianos quienes recorrieron la ciudad de Parma para recoger muestras de agua procedentes de manantiales públicos y grifos domésticos. Objetivo: explorar la biodiversidad microbiana de las muestras de agua de la ciudad y sus efectos sobre la microbiota intestinal de sus habitantes.

El agua, vehículo de una gran diversidad bacteriana

Al analizar estas muestras, los investigadores descubrieron que 5 bacterias estaban sobrerrepresentadas, aunque observaron una gran variabilidad entre muestras: en un manantial, Acidovorax delafieldii representaba más de una bacteria de cada dos, mientras que en otro, la bacteria predominante era Sphingomonas ursincola, que representaba una cuarta parte de las bacterias presentes. Esta misma variabilidad se observó en el agua del grifo. Las 5 especies dominantes no tenían nada raro ya que eran especies bien conocidas, presentes a menudo en el agua potable. En cambio, resultó insólito que se desconociera una gran parte de las bacterias presentes en el agua potable procedente de manantiales o del grifo. Ahora les corresponde a los científicos explorar esta «caja negra».

2,5% El agua dulce representa alrededor del 2,5% del agua en la Tierra; el resto corresponde al agua salada de los mares y océanos.

106-108 Las concentraciones estimadas de bacterias en el agua potable se sitúan en torno a 106–108 células por litro.

Del vaso de agua a la microbiota intestinal

Teniendo en cuenta que un ser humano bebe alrededor de 2 litros de agua al día, ¿ejercen estas bacterias algún efecto en la microbiota intestinal? Según los investigadores, la respuesta a esta pregunta es afirmativa ya que los perfiles de bacterias detectadas en las heces de los consumidores regulares reflejan la composición del agua consumida. Dicho de otro modo, año tras año, el agua del grifo contribuye a la formación de nuestra microbiota intestinal. Los investigadores incluso mostraron que algunas bacterias parecen instalarse de forma duradera y persistir aunque uno comience a consumir agua embotellada, mientras que la presencia de otras bacterias parece depender estrechamente de un consumo regular puesto que desaparecen al cabo de varios días de consumo de agua embotellada.

La microbiota intestinal

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Por supuesto, estos resultados iniciales todavía son fragmentarios. Sin embargo, abren dos campos de investigación que no se han explorado en profundidad hasta ahora. ¿Qué bacterias están presentes en el agua potable? ¿Qué influencia tiene el agua que bebemos en nuestra microbiota intestinal y nuestra salud? El agua todavía no ha revelado todos sus secretos.

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Jardines verticales: un toque de naturaleza en la oficina trae beneficios para la piel

¿Plantas beneficiosas para la piel y la inmunidad? No estamos hablando de una crema de hamamelis o de aceite de almendras dulces, sino de paredes vegetales. Un estudio demostró que la instalación de este tipo de paredes en nuestro entorno laboral no solo tiene virtudes ecológicas sino que podría contribuir al equilibrio de la microbiota cutánea y la regulación del sistema inmunitario de los trabajadores.

La microbiota cutánea Eccema
Green walls: nature in the office is good for the skin

Durante décadas, la urbanización y sus infraestructuras modernas han ido reduciendo nuestra exposición a los microorganismos ambientales. Si bien la mejora de las condiciones de higiene nos ha protegido de enfermedades infecciosas, nuestra microbiota se está empobreciendo por la falta de contacto con los ecosistemas bacterianos naturales de las plantas, el suelo, el agua, etc.

Esta ausencia de vegetales repercute en nuestra salud: según los científicos, el estilo de vida urbano (rutina metro-trabajo-dormir) podría favorecer las alergias y las enfermedades que conllevan un componente autoinmune. Nuestra piel no se libra de este problema: la urbanización altera el equilibrio cutáneo.

Sin embargo, un poco de verdor puede contribuir a restaurar este equilibrio: nuestra microbiota cutánea se enriquece cuando paseamos por las zonas verdes de la ciudad y la de nuestros hijos se diversifica cuando van a guarderías vegetalizadas. ¿Pero cómo aprovechar los beneficios de las plantas estando encerrados(as) 8 horas al día en una oficina?

Una pared vegetal para volver a sembrar la microbiota cutánea...

Un equipo de investigadores finlandeses1 instaló jardines verticales con circulación de aire en oficinas universitarias. El principio consiste en utilizar ventiladores para remover el aire a través de plantas de interior (filodendros, Dracaena, helechos y otros vegetales). Los científicos compararon muestras de piel y sangre del personal que trabajaba en estas oficinas “verdes” con las de empleados que trabajaban en otros sitios.

Resultados: la abundancia de lactobacilos y la diversidad de proteobacterias de la piel, dos factores que participan en el equilibrio de la microbiota cutánea y la protección contra microorganismos perjudiciales, aumentaron rápidamente en los sujetos que trabajaban en locales «verdes» Los investigadores también observaron en la sangre de estos empleados una disminución de la cantidad de una citocina proinflamatoria y un aumento de la cantidad de una (sidenote: Citocina Pequeña proteína implicada en la comunicación entre células, especialmente las del sistema inmunitario. Cytokines: Introduction_British Society for Immunology   ) implicada en la regulación de la respuesta inmunitaria.

...y mejorar la calidad de vida laboral

Según los autores del estudio, los jardines verticales con circulación de aire equilibran la humedad del aire y liberan esporas o bacterias de las plantas (incluidas proteobacterias) que se depositan en la piel. Además, la capacidad de las plantas para filtrar partículas contaminantes atmosféricas podría ejercer un efecto positivo sobre la microbiota cutánea. En todo caso, la pared vegetal no solo es agradable a la vista sino que resulta beneficiosa para nuestra salud. Mientras esperamos los resultados de nuevos estudios, ¿conviene llevar sus plantas en macetas favoritas a la oficina?

Continuará…

La microbiota cutánea

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Recomendado por nuestra comunidad

"Interesante" Comentario traducido de Frances Elaine Babb Latone 

"Me encanta esta idea" - Comentario traducido de Dianne Reid

"¡Qué bueno que lo expliquen mejor! Yo pensaba que bastaba pintar las paredes de verde, muchas gracias por el resto de la información." Comentario traducido de Paul Styrma

"Muy interesante. Los colores crean ambientes, esto suena bien para mentes abiertas como la mía." Comentario traducido de Carol Rench

(De My health, my microbiota)

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Antibióticos: ¿cuáles son los límites de la resiliencia de la microbiota intestinal?

Basta un tratamiento de corta duración con antibióticos para provocar alteraciones de la microbiota intestinal, incluso en voluntarios sanos. Como secuelas a corto y largo plazo, tales tratamientos pueden dar lugar a resistencias duraderas.

Do antibiotics make gut microbiota less resilient?

Esto es precisamente lo que limita la investigación médica sobre el impacto de los antibióticos porque los ensayos clínicos suelen incluir a pacientes hospitalizados y polimedicados, lo cual tiene como consecuencia directa que las observaciones adolecen de diversos factores de confusión (infecciones, medicamentos, hospitalización, inmunodepresión potencial).

La única solución consiste en realizar estudios prospectivos en adultos sanos y no hospitalizados, como el que se describe aquí. Un equipo de investigadores estadounidenses evaluó el impacto de 4 tratamientos con antibióticos (azitromicina AZM, levofloxacino LVX, cefpodoxima CPD o una combinación de CPD + AZM) en la microbiota intestinal de 20 voluntarios sanos aleatorizados en 4 grupos, recolectando muestras de heces antes del tratamiento, durante el mismo y 2 meses después de su finalización (en total, 15 puntos temporales de recolección).

Cada antibiótico provoca una disbiosis intestinal específica 

Primer hallazgo: los antibióticos reducen la carga y riqueza bacterianas. De hecho, la evolución de la abundancia bacteriana dependió del tratamiento administrado:

  • mayor abundancia de Bacteroidetes y Clostridium en los pacientes tratados con CPD o CPD + AZM en el Día 6,
  • mayor abundancia de Firmicutes como Eubacterium, Ruminococcus y Anaerostipes en aquellos tratados con LVX o AZM.

Por otro lado, la AZM (sola o combinada con otro antibiótico), que se caracteriza por una biodisponibilidad prolongada, retrasó el restablecimiento de la riqueza bacteriana, de 8 especies bacterianas y de ciertas vías metabólicas asociadas en comparación con los demás antibióticos.

Un reservorio de genes de resistencia 

Otro efecto de los antibióticos fue la formación de un reservorio duradero de genes de resistencia en los voluntarios que recibieron los tratamientos CPD, AZM y CPD+ AZM, pero no en aquellos tratados con LVX. La remodelación de su resistoma podría, sobre todo, provocar un aumento de tres genes (tetO, cfxA y tet40), aunque dos de ellos no confieran resistencia a los antibióticos administrados. Así pues, las alteraciones causadas por los antibióticos parecen generar oportunidades para bacterias dotadas de un amplio espectro de resistencia. Por ejemplo, las bacterias de la familia Bacteroides que logren sobrevivir al tratamiento con CPD, probablemente gracias a un gen cfxA de resistencia a los betalactámicos, podrían crear un entorno caracterizado por una baja diversidad bacteriana y un elevado contenido de Bacteroides propicio para el desarrollo de patógenos como Enterobacter. De este modo, el tratamiento con antibióticos, aun de corta duración, podría desencadenar la adquisición de diversos genes de resistencia e incluso su afianzamiento.

Resiliencia variable según los individuos

Por último, en 17 voluntarios, los antibióticos solo provocaron una disbiosis leve y transitoria, y la microbiota recuperó su equilibrio previo al tratamiento en unas pocas semanas. Por el contrario, en 3 voluntarios cuya microbiota intestinal mostraba inicialmente una escasa diversificación, el tratamiento con antibióticos dio lugar a una disbiosis más profunda (al punto de asemejarse a la de pacientes en cuidado intensivo) y ciertos desequilibrios seguían presentes al final del periodo de seguimiento, esto es, 2 meses después de finalizado el tratamiento. De ahí la necesidad de hacer un uso razonable de los antibióticos.

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