Salud bucodental: ¿todo se decide antes de los 3 años?

¿A qué edad se instala la microbiota bucal, que parece decidir la salud bucodental? Pronto, muy pronto, responde un estudio japonés que ha seguido a 54 niños desde la primera semana de vida hasta los 5 años.

Caries, enfermedades periodontales e incluso enfermedades sistémicas: la microbiota oral se incrimina cada vez más y, por lo tanto, se estudia. Paradójicamente, su establecimiento progresivo en los primeros años de la vida todavía es un gran misterio.

De ahí el interés de un estudio japonés 1 que ha seguido la evolución de la microbiota salival de 54 niños (27 niñas y 27 niños) en 13 momentos de su primera infancia: a la semana y después al cabo de 1, 3, 6, 9, 12, 18, 24, 30, 36, 42, 48 y 60 meses (5 años). También se ha estudiado la microbiota oral de sus padres cuando sus hijos tenían 18 y 36 meses, como muestra representativa de la microbiota adulta. 

3500 millones de personas se ven afectadas por afecciones bucodentales (caries dental, enfermedades periodontales, caída de dientes y cáncer de boca). ²

2000 millones de personas sufren caries en los dientes definitivos y 514 millones de niños tienen caries en los dientes de leche. ²

19 % Las enfermedades periodontales graves afectan a alrededor del 19 % de la población adulta mundial, es decir a más de mil millones de personas en el mundo. ²

Un establecimiento muy rápido

La microbiota de los recién nacidos todavía es bastante pobre: una semana después del nacimiento, solo se observan un 25 % de las 110 (sidenote: UTO Para Unidades Taxonómicas Operativas, que reúnen individuos filogenéticamente cercanos )  detectadas en más del 85 % de los padres en los dos momentos de toma de muestra.

Los géneros bacterianos entonces presentes:

  • en general Streptococcus
  • Rothia
  • Gemella

Pero después el aumento es rápido, con un 80 % de las UTO parentales presentes entre los 6 y los 18 meses, como consecuencia de la introducción de los primeros alimentos sólidos y la aparición de los primeros dientes.

Los principales géneros bacterianos que se instalan entonces:

  • Neisseria
  • Haemophilus
  • y Fusobacterium

Por lo tanto, cuando el niño cumple 1,5 años, su microbiota oral ya es comparable a la de un adulto. 

A los 36 meses, cuando han salido todos los dientes de leche y la alimentación es mucho más diversificada, el porcentaje sube al 90 %; a partir de entonces, la microbiota oral no experimenta cambios significativos hasta los 5 años.

Consecuencias para la caries

Los científicos se han centrado muy especialmente en Neisseria, Haemophilus y Fusobacterium; en efecto, estudios anteriores habían descrito que su concentración en la boca refleja el estado bucodental de los pacientes (ausencia o presencia de caries y/o de enfermedades periodontales).

Ahora bien, el estudio japonés pone en evidencia una instalación precoz de estas tres bacterias:

  • a partir de los 6 meses, las bacterias reductoras de nitratos de los géneros Neisseria y Haemophilus, que prevendrían la caries dental y las enfermedades periodontales, experimentan un aumento rápido;
  • en los primeros 18 meses, F. nucleatum, asociado a las enfermedades periodontales, la placa dental y el mal aliento, coloniza la boca del niño. 

Por lo tanto, todo parece decidirse antes de los 3 años del niño, incluso entre los 6 y los 18 meses, intervalo de tiempo de maduración de la microbiota oral que podría ser esencial para la futura prevención de las enfermedades bucodentales.

De ahí la importancia del control y los consejos en materia de cuidados bucodentales que hay que dar a los padres jóvenes durante este periodo: lavar bien los dientes del niño desde que salen podría ser determinante para la microbiota oral de este adulto en ciernes.

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Artículos Pediatría

Una combinación de 18 bacterias comensales podría convertirse en una nueva arma contra la resistencia a los antibióticos

¿Y si la solución a las infecciones intestinales resistentes a los antibióticos se encontrara en nuestra propia microbiota intestinal? Un estudio reciente sugiere utilizar la flora comensal para eliminar las enterobacterias resistentes a los antibióticos.

Cada año, durante la Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, la OMS advierte contra el uso excesivo de antibióticos, que favorece la colonización del intestino por patógenos resistentes a los antibióticos. En el banquillo de los acusados se encuentran bacterias de la familia (sidenote: Enterobacteriaceae Enterobacteriaceae: familia de bacterias gramnegativas del orden Enterobacterales, que incluye los géneros Escherichia y Klebsiella (dos patógenos muy implicados en la resistencia a los antibióticos), así como Buttiauxella, Enterobacter, Gibbsiella, Salmonella, Shigella, etc. Profundizar LPSN ) , como Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, ya que son responsables de infecciones graves, sobre todo en el ámbito hospitalario y entre pacientes que padecen enfermedades inflamatorias intestinales crónicas. Para prevenir estas infecciones resistentes, está apareciendo un tratamiento alternativo: las bacterias comensales de la microbiota intestinal.

Sin embargo, aunque el trasplante de microbiota fecal parece reducir el número de enterobacterias patógenas, los resultados de esta intervención son dispares y su inocuidad se ha puesto en tela de juicio.

De ahí la alternativa presentada en un estudio publicado en la revista Nature 1 que consiste en identificar una combinación de bacterias comensales específicas capaces de eliminar las enterobacterias y dilucidar su modo de acción.

1,27 millones

Según la OMS, la resistencia a los antimicrobianos (incluida la resistencia a los antibióticos) causó la muerte de 1,27 millones de personas en 2019 y contribuyó a 4,95 millones de muertes en todo el mundo. 2

Una combinación ganadora de 18 cepas

Los investigadores analizaron muestras de heces de 5 donantes humanos sanos y aislaron 124 cepas bacterianas. Entre las combinaciones probadas, identificaron un grupo de 18 cepas sinérgicas, al que llamaron «F18-mix», que redujo considerablemente la abundancia de Klebsiella pneumoniae y Escherichia coli en  (sidenote: Ratones axénicos (germ-free) Ratones axénicos (germ-free): ratones criados en entornos estériles y desprovistos de microorganismos que se utilizan en la investigación sobre la microbiota. Se les puede administrar una microbiota por vía oral para estudiarla en condiciones controladas. ) .

La mezcla F18-mix parece dirigirse específicamente a las bacterias de la familia Enterobacteriaceae sin afectar a otras bacterias comensales. De este modo, elimina los patógenos pero deja intacto el equilibrio ecológico del intestino.

La clave de la competencia entre la mezcla F18-mix y las enterobacterias parece ser el acceso a fuentes de carbono, en particular el gluconato. Al privar a las enterobacterias de este azúcar fundamental para su crecimiento, la mezcla F18-mix se impone a los patógenos e impide su proliferación.

26 %

Una encuesta del Observatorio Internacional de las Microbiotas revela que solo el 26% de la población sabe qué es la microbiota intestinal, una cifra que va en aumento pero que ilustra la falta de concienciación sobre la importancia de la microbiota para la salud. 3

¿Hacia futuros tratamientos microbióticos? 

Los investigadores también probaron la eficacia de la mezcla F18-mix en un modelo murino que recibió la microbiota de pacientes con colitis o con la enfermedad de Crohne. No solo observaron una reducción de la abundancia de enterobacterias, sino también un aumento de la diversidad de la microbiota. En ratones propensos a la colitis, la mezcla F18-mix fue incluso capaz de reducir las puntuaciones histológicas de colitis y los biomarcadores de inflamación intestinal. 

Seis cosas que hay que saber sobre los antibióticos

Explorar este tema

Así pues, este estudio abre el camino hacia tratamientos microbióticos específicos contra las infecciones causadas por enterobacterias. La flora comensal podría representar una alternativa prometedora a los antibióticos, limitando así la aparición de resistencia. Sin embargo, cabe recordar que estos resultados se obtuvieron en condiciones controladas en modelos murinos y que, por lo tanto, serán necesarios más estudios para demostrar que pueden extrapolarse al ser humano.

WAAW (Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos)

La Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, organizada por la OMS, es un evento anual que se celebra del 18 al 24 de noviembre. Su objetivo es informar a los profesionales sanitarios, los responsables de la toma de decisiones y el público en general sobre los peligros de la resistencia a los antimicrobianos relacionada con su uso excesivo o inadecuado. Pretende promover prácticas responsables para preservar la eficacia de los tratamientos y mejorar la salud mundial. Su lema: «Antimicrobianos: manéjalos con cuidado».

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Noticias Gastroenterología

Resistencia a los antibióticos: la microbiota intestinal toma el relevo

¿Y si nuestra microbiota intestinal se convirtiera en la nueva cura frente a la resistencia a los antibióticos? Un estudio reciente 1 demuestra que un conjunto de bacterias intestinales beneficiosas constituye nuestro mejor aliado contra las infecciones resistentes.

La microbiota intestinal Trastornos digestivos Los probióticos

Las infecciones intestinales resistentes causadas por el uso prolongado de antibióticos y las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas ( (sidenote: EIIC Las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas se caracterizan por una inflamación crónica del aparato digestivo causada por una desregulación del sistema inmunitario. Estas afecciones, a saber, la enfermedad de Crohn y la rectocolitis hemorrágica (o colitis ulcerosa), provocan brotes inflamatorios que necesitan hospitalización en el 15% de los casos. No tienen cura. En 2019, las EIIC afectaban a 4,9 millones de personas en todo el mundo. Profundizar Inserm ) ) representan una amenaza creciente, sobre todo en el hospital. Las principales culpables son (sidenote: Bacterias patógenas Tipos de bacterias capaces de causar enfermedades infecciosas. La OMS distingue 15 familias de bacterias resistentes a los antibióticos que actualmente suponen una amenaza para la salud humana, clasificadas según su grado de prioridad:
• Prioridad crítica: en esta categoría se encuentran Mycobacterium tuberculosis, responsable de la tuberculosis, así como la familia Enterobacteriaceae (incluidas Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae), causa de numerosas infecciones en los hospitales.
• Prioridad alta: esta categoría incluye otras bacterias de la familia Enterobacteriaceae, como Salmonella typhi (fiebre tifoidea) y Shigella (shigelosis), cuyo recrudecimiento plantea serias dificultades a los países de escasos recursos, sin olvidar Staphylococcus aureus (estafilococo dorado), que representa un grave problema en los establecimientos sanitarios.
• Prioridad media: en esta categoría figuran los estreptococos, que provocan infecciones especialmente peligrosas en personas vulnerables como recién nacidos o ancianos.
Profundizar WHO )
 del aparato digestivo como Escherichia coli o Klebsiella pneumoniae. Ante esta resistencia, un equipo de investigadores decidió explorar una estrategia sorprendente que consiste en utilizar las bacterias beneficiosas de nuestro intestino para eliminar las nocivas. Recientemente identificaron un grupo especialmente eficaz de estas bacterias beneficiosas que podría representar una alternativa natural a los antibióticos.

1,27 millones

Según la OMS, la resistencia a los antimicrobianos (incluida la resistencia a los antibióticos) causó la muerte de 1,27 millones de personas en 2019 y contribuyó a 4,95 millones de muertes en todo el mundo. 2

Una combinación ganadora: el poder de las bacterias beneficiosas

A partir de muestras de la microbiota intestinal de voluntarios sanos, los científicos desarrollaron una mezcla de 18 cepas de  (sidenote: Bacterias comensales Tipos de bacterias que conviven pacíficamente con su huésped, especialmente en el intestino. Pueden beneficiar al huésped reforzando su sistema inmunitario, facilitando la digestión o combatiendo agentes patógenos. ) , denominada F18-mix. Esta mezcla se probó en ratones y resultó especialmente eficaz para reducir la abundancia de Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae en el intestino, preservando al mismo tiempo las bacterias beneficiosas de la flora intestinal. 

26%

Una encuesta del Observatorio Internacional de las Microbiotas revela que solo el 26% de la población sabe qué es la microbiota intestinal, una cifra que va en aumento pero que ilustra la falta de concienciación sobre la importancia de la microbiota para la salud. 3

¿El secreto? Para eliminar a sus adversarios, las bacterias de la mezcla F18-mix compiten con las bacterias patógenas por ciertos azúcares presentes en el intestino, como el gluconato. Al imponerse, privan a las bacterias nocivas de sus recursos alimentarios e impiden que colonicen el intestino.

Antibióticos: diferentes tácticas para combatir las bacterias

Los antibióticos se pueden comparar con soldados enviados a la guerra contra las bacterias responsables de las infecciones. Pueden matarlas directamente o impedir que se multipliquen. Para ello, utilizan varias tácticas, en función de su objetivo:

  • La pared bacteriana: ciertos antibióticos impiden la construcción de esta «armadura», sin la cual la bacteria estalla y muere.
  • La membrana celular: algunos antibióticos provocan fugas en esta estructura que envuelve a la bacteria. La pérdida de la membrana conduce a la destrucción de la bacteria.
  • Síntesis de proteínas: ciertos antibióticos bloquean la producción de proteínas, que son los componentes básicos imprescindibles para el funcionamiento de la bacteria. Esto equivale a destruir su «fábrica interna».
  • Síntesis de ADN: la creación de ADN permite a las bacterias reproducirse. Algunos antibióticos bloquean la producción de ADN, impidiendo que las bacterias se multipliquen.
  • Metabolismo bacteriano: algunos antibióticos bloquean reacciones químicas imprescindibles para el desarrollo bacteriano.

Sin embargo, cabe recordar que los antibióticos tienen un único enemigo: las bacterias. No combaten a los virus, por ejemplo. Por lo tanto, es importante manejarlos con cuidado, ya que de lo contrario las bacterias aprenderán sus trucos, se volverán resistentes... ¡y entonces ganarán! 4

Antibióticos: ¿qué impacto en la microbiota y en nuestra salud?

Explorar este tema

¿Hacia nuevos tratamientos microbióticos? 

Los investigadores demostraron que la mezcla F18 no sólo repele a las bacterias patógenas resistentes a los antibióticos sino que, en ratones que padecen enfermedades intestinales inflamatorias como colitis o enfermedad de Crohn, también ayuda a aliviar los signos clínicos de la enfermedad y la inflamación. 

Aunque estos resultados son alentadores, la investigación se encuentra todavía en fase experimental. Dado que los ensayos se llevaron a cabo en ratones, serán necesarios más estudios para confirmar la eficacia del tratamiento en humanos. Sin embargo, las bacterias resistentes tienen motivos para preocuparse: la microbiota bien podría cambiar las reglas del juego y revolucionar el tratamiento en el futuro.

WAAW (Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos)

La Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, organizada por la OMS, es un evento anual que se celebra del 18 al 24 de noviembre. Su objetivo es informar a los profesionales sanitarios, los responsables de la toma de decisiones y el público en general sobre los peligros de la resistencia a los antimicrobianos relacionada con su uso excesivo o inadecuado. Pretende promover prácticas responsables para preservar la eficacia de los tratamientos y mejorar la salud mundial. Su lema: «Antimicrobianos: manéjalos con cuidado».

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Cómo seguir la evolución de la infección por el VIH gracias a determinados virus de la microbiota

Las personas seropositivas con un sistema inmunitario debilitado presentan una mayor abundancia de virus en su microbiota intestinal. Algunos de estos virus podrían utilizarse para predecir la eficacia de los tratamientos y efectuar el seguimiento de la recuperación de la inmunidad. 1

La microbiota intestinal
VIH

El aparato digestivo es el principal sitio de replicación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) causante del SIDA. De hecho, la presencia del VIH se asocia a una inflamación de la mucosa intestinal y a un desequilibrio de las bacterias de la microbiota ( (sidenote: Disbiosis La disbiosis no es un fenómeno homogéneo ya que varía en función del estado de salud de cada individuo. Se define generalmente como una alteración de la composición y funcionamiento de la microbiota, provocada por un conjunto de factores ambientales y relacionados con el individuo, que alteran el ecosistema microbiano. Levy M, Kolodziejczyk AA, Thaiss CA, et al. Dysbiosis and the immune system. Nat Rev Immunol. 2017;17(4):219-232. ) ) que podrían influir en la progresión de la enfermedad.

39 millones de personas en el mundo vivían con el VIH en 2022. ²

2/3 de las personas afectadas por el VIH viven en África (25,6 millones). ²

La microbiota no solo contiene bacterias... 

¿Qué sucede con los virus, que están presentes junto a bacterias, hongos y arqueas en la microbiota intestinal? ¿Están implicados en la enfermedad, al igual que las bacterias?

Para responder a esta pregunta, un equipo de investigadores mexicanos analizó el «viroma» (esto es, el componente viral de la microbiota) de las heces de 92 personas seropositivas en diferentes estadios de la infección, pero sin tratamiento, y lo comparó con el de 53 personas sanas. 1

1,3 millones de personas contrajeron el virus en 2022. ²

630.000 personas fallecieron por el SIDA en 2022. ²

A continuación, los investigadores seleccionaron a 14 personas seropositivas con inmunodeficiencia, es decir, con niveles bajos de linfocitos T CD4 (las células en las que se multiplica el VIH)

Tomaron muestras de heces y sangre antes del tratamiento antirretroviral y en 4 ocasiones durante el mismo. Objetivo: estudiar la evolución de la inmunidad y la microbiota intestinal durante los dos primeros años de tratamiento.

Lo que debe saber sobre el SIDA

El SIDA es una enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que se transmite por vía sexual, sanguínea o de madre a hijo. 

Antes de manifestarse, el SIDA va precedido por una fase de «latencia», sin síntomas, que dura una media de 7 años. Durante este periodo, el virus se multiplica en los linfocitos T CD4 y daña paulatinamente el sistema inmunitario. Cuando el recuento de linfocitos CD4 alcanza un nivel demasiado bajo, el organismo ya no es capaz de protegerse contra las infecciones comunes. Esto se conoce como SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). 

El tratamiento antirretroviral impide que el virus se multiplique, permite que el sistema inmunitario se recupere y evita la transmisión a otras personas. Sin embargo, no cura la infección. 

Impactante proliferación de determinadas especies de virus

Resultados: en las personas más afectadas por la enfermedad, con inmunodeficiencia severa (recuento de linfocitos T CD4 < 350), se observaron cantidades muy elevadas de tres especies de virus en la microbiota: Anelloviridae (anellovirus), Adenoviridae y Papillomaviridae. Aparentemente, el tratamiento antirretroviral afecta particularmente a los anellovirus y sus marcadores disminuyeron de manera significativa al cabo de 24 meses de tratamiento. 

Otra observación importante fue que la presencia de anellovirus al inicio del tratamiento se asocia a un menor grado de recuperación de la inmunidad y a un recuento de linfocitos T CD4 más bajo y, por tanto, a una menor eficacia del tratamiento.

Los científicos consideran que este estudio representa un avance importante ya que no sólo proporciona una mejor comprensión del viroma –una fracción de la microbiota intestinal que ha sido poco estudiada y que no se conoce tan bien como la fracción bacteriana– sino que también permite entender mejor el papel de los virus de la microbiota en la infección por el VIH. 

Existen tres formas de protegerse contra el VIH:

• Uso de preservativos masculinos y femeninos 

• PrEP (profilaxis preexposición), que debe tomarse antes de una relación de alto riesgo, 

• Profilaxis posexposición, que debe tomarse en las 48 horas siguientes a una conducta de alto riesgo. 2

Hacia un mejor seguimiento de los pacientes

Estos resultados abren el camino hacia la posibilidad de utilizar, algún día, los anellovirus como marcador para predecir la eficacia del tratamiento y efectuar el seguimiento de la recuperación inmunitaria de las personas afectadas por el VIH. Se trata de una buena noticia dado que la lucha contra el SIDA sigue siendo un importante reto para la salud pública.

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VIH y microbiota: el viroma intestinal desvela sus secretos

Según los resultados de un nuevo estudio 1, el componente viral de la microbiota intestinal podría estar implicado en la progresión de la infección por el VIH. Algunos virus podrían incluso utilizarse como marcadores para permitir el seguimiento de la recuperación de la inmunidad y predecir la eficacia de los tratamientos

VIH

Hoy día, las consecuencias de la infección por el VIH en el aparato gastrointestinal están bien documentadas. Entre ellas podemos citar el agotamiento de los linfocitos T CD4, la inflamación, la disbiosis bacteriana, la alteración de la barrera epitelial y la translocación microbiana. 

Aunque todavía no se ha conseguido definir exactamente el perfil característico de la disbiosis bacteriana asociada al VIH, se sabe que la enteropatía está implicada en la activación crónica de la infección y en el desarrollo de la inmunodeficiencia. 

39 millones En 2023, 39 millones de personas se verán afectadas por el VIH. ²

Comprender mejor el papel de los virus de la microbiota intestinal en la infección por el VIH

¿En qué medida interviene en este proceso el componente viral de la microbiota intestinal, menos conocido que el componente bacteriano? Para averiguarlo, un equipo de científicos de la Ciudad de México investigó la posible asociación entre el «viroma», la infección por el VIH y la inmunodeficiencia. 1

Primero compararon el recuento de linfocitos T CD4, el bacterioma intestinal y el viroma intestinal (ARN y ADN virales) de 92 personas seropositivas no tratadas, con los de 52 personas sanas, pero en situación de riesgo.

Con el fin de comprender mejor la relación entre la composición de la microbiota intestinal, la inmunodeficiencia relacionada con el VIH y la recuperación inmunitaria, realizaron el seguimiento de 14 personas seropositivas que recibieron un tratamiento antirretroviral (TAR) durante dos años. Se tomaron muestras de sangre y heces al inicio del estudio (antes del TAR) y después de 2, 6, 12 y 24 meses de tratamiento. 

Los resultados confirmaron que las personas seropositivas presentan una reducción de la diversidad alfa bacteriana, con un aumento de los géneros Enterococcus, Streptococcus y Coprococcus en un estadio avanzado de la infección. Sin embargo, no lograron identificar un claro perfil característico. 

Marcada proliferación de ciertos virus

En comparación con los voluntarios seronegativos, las personas con inmunodeficiencia severa (recuento de linfocitos CD4 < 350) mostraron cambios radicales en la composición de su viroma intestinal:

  • Aumento de las secuencias de Anelloviridae (anellovirus), Adenoviridae y Papillomaviridae
  • Disminución de los virus de plantas del género Tobamovirus

En cambio, no se detectaron Anelloviridae en las personas seronegativas.

Los investigadores consideran que esta proliferación de virus podría contribuir a la patogenia del SIDA al dañar la barrera intestinal y fomentar la inflamación.

Los resultados también revelan una impactante asociación entre la inmunodeficiencia asociada al VIH y la detección de secuencias de Anelloviridae, las cuales estuvieron totalmente ausentes en las 53 personas seronegativas. En los sujetos con inmunodepresión severa, la abundancia de anellovirus disminuye paulatinamente durante el tratamiento antirretroviral. 

¿Es capaz el papilomavirus de potenciar la infección por el VIH?

IEn el presente estudio, los investigadores observaron una proliferación de secuencias de Papillomaviridae (HPV) en la microbiota de las personas infectadas por el VIH con inmunodeficiencia avanzada (SIDA).

Los estudios han demostrado que estos virus suelen estar presentes en abundancia en los varones homosexuales, estén o no afectados por el VIH, pero que su abundancia es aún mayor en las personas seropositivas, especialmente en las regiones oral y anal.

Esta proliferación podría estar relacionada con una mayor persistencia del HPV en esta última población que, por tanto, podría estar expuesta a un mayor riesgo de tumor cuanto menor fuera su recuento de linfocitos CD4.

¿Una herramienta predictiva?

Los investigadores también observaron que la detección de anellovirus antes del tratamiento constituía un indicador de pronóstico independiente de un bajo nivel de recuperación inmunitaria.

A pesar de las limitaciones de este estudio (la población se componía en su mayoría de hombres, no se tuvieron en cuenta factores dietéticos, etc.), los resultados tienden a indicar que la detección de secuencias de anellovirus en las heces podría utilizarse para predecir y efectuar el seguimiento de la recuperación inmunitaria durante el tratamiento antirretroviral. 

Se trata no solo de un paso más en el conocimiento de la microbiota intestinal, sino también de un pequeño avance en la lucha contra el VIH, un virus que, según la OMS, afectaba a 39 millones de personas y causó la muerte de 630.000 personas en 2023. 2

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Noticias Gastroenterología

Se ha descubierto, en un nuevo estudio, que las bacterias vaginales influyen en la colonización del estreptococo del grupo B durante el embarazo

En un nuevo estudio se ha revelado que los cambios en las bacterias vaginales durante el embarazo influyen en la persistencia del estreptococo del grupo B, un microorganismo patógeno oculto, pero peligroso. Los científicos han descubierto unos desequilibrios microbianos que podrían modificar el abordaje de la atención prenatal y la seguridad neonatal.

(sidenote: Estreptococo del grupo B (EGB) una bacteria que suele hallarse en el tracto gastrointestinal y la vagina de personas adultas y que puede causar infecciones graves en recién nacidos si se transmite durante el parto. ) , una bacteria que suele residir en el cuerpo humano sin dar señales de vida, puede convertirse en una seria amenaza durante el embarazo. Su colonización asintomática en hasta el 40 % de las mujeres embarazadas puede causar complicaciones en los neonatos, como sepsis, neumonía y meningitis, si se transmite durante el parto. En una nueva investigación, dirigida por Toby Maidment de la Universidad de Tecnología de Queensland, se exploró la interacción entre la (sidenote: Microbiota vaginal La comunidad de microorganismos que residen en el entorno vaginal, dominada principalmente por especies de lactobacilos, que es crucial para mantener la salud reproductiva. )  y la colonización del EGB a lo largo del tiempo, lo que aportó una perspectiva transcendental sobre la dinámica microbiana. 1

Cambios microbianos y colonización persistente

Mediante el uso de datos de 93 mujeres embarazadas, hicieron un seguimiento de los cambios microbianos en las semanas 24 y 36 de la gestación, lo que proporcionó nuevas pistas sobre la colonización persistente y transitoria del EGB. Uno de los descubrimientos que destacó fue el distinto papel que desempeñan el (sidenote: Lactobacillus crispatus Una bacteria beneficiosa de la microbiota vaginal que produce ácido láctico, de forma que se mantiene un pH bajo para evitar la colonización de microorganismos patógenos y las infecciones. )  y el  (sidenote: Lactobacillus iners Una bacteria vaginal que aporta menos protección y que produce únicamente ácido L-láctico, la cual suele asociarse a desequilibrios microbianos y a la vulnerabilidad frente a infecciones oportunistas. ) . En mujeres con colonización persistente por el EGB, la proporción de L. crispatus, un defensor clave frente a los microorganismos patógenos, se vio reducida significativamente. Por el contrario, L. iners, una especie menos eficaz a la hora de mantener la acidez vaginal y el equilibrio microbiano, era más abundante. Este desequilibrio podría crear un entorno que permite prosperar al EGB.

Resulta interesante que la colonización transitoria por el EGB (detectada únicamente a las 24 semanas) estaba ligada a comunidades microbianas más diversas, con predominio de especies como Gardnerella vaginalis. A las 36 semanas, esta diversidad se redujo, y L. crispatus junto con L. iners pasaron a ser dominantes, lo que estaba correlacionado con la desaparición de la presencia del EGB. Esto indica que existe una interacción dinámica en la que la microbiota vaginal podría cambiar hacia un estado protector de forma natural, aunque no siempre sea eficaz en casos persistentes.

Un análisis más detallado de la dinámica del EGB

En la colonización persistente por el EGB, a menudo estaban involucrados los mismos serotipos bacterianos en ambos puntos temporales, lo que indicaría la presencia de unos mecanismos de colonización estables. Además, en las mujeres con colonización persistente por EGB, se observó una reducción promedio del 11 % en la abundancia de EGB a medida que avanzaba el embarazo, lo que concordaba con los cambios hormonales que aumentan los lactobacilos. No obstante, a pesar de esta disminución, la presencia de L. iners siguió dificultando la resiliencia del entorno vaginal.

Gracias al diseño longitudinal del estudio, es decir, con un seguimiento de los cambios a lo largo del tiempo, en lugar de en un único momento, se reveló que las colonizaciones transitorias y persistentes difieren significativamente en lo que respecta a su base microbiana. También se puso de relieve la importancia de abordar el papel de L. iners en la colonización por EGB, ya que su presencia podría indicar que el entorno vaginal protege menos en comparación con la presencia de L. crispatus u otras especies de lactobacilos.

¡Antes de que sea demasiado tarde!

En esta investigación se presenta un argumento convincente a favor de los tratamientos personalizados del EGB durante el embarazo. Mientras que L. crispatus aparece como un factor clave de la salud vaginal, L. iners parece menos capaz de ofrecer protección frente a los microorganismos patógenos oportunistas. Comprender estas dinámicas podría allanar el camino a las intervenciones, como el uso de probióticos para aumentar el predominio de L. crispatus o de otras estrategias para ayudar a las defensas vaginales.

En el futuro, el análisis microbiano podría convertirse en una piedra angular de las estrategias obstétricas personalizadas, lo que podría reducir los riesgos asociados al EGB y mejorar el desenlace neonatal.

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Noticias Ginecología Obstetricia

Pequeñas bacterias, grandes riesgos: cómo los microorganismos vaginales moldean la salud durante el embarazo

El sorprendente descubrimiento de una nueva investigación: los cambios más ínfimos en las bacterias vaginales durante el embarazo podrían decidir si un microorganismo inofensivo se convierte en mortal para los recién nacidos. Esto supone todo un avance en nuestros conocimientos sobre la protección de los bebés incluso antes de nacer.

La microbiota vaginal

(sidenote: Estreptococo del grupo B (EGB) una bacteria que suele hallarse en el tracto gastrointestinal y la vagina de personas adultas y que puede causar infecciones graves en recién nacidos si se transmite durante el parto. ) , una bacteria que vive en el cuerpo de muchas mujeres sin dar señales de vida, puede volverse mortal durante el embarazo. El EGB, que se encuentra en hasta el 40 % de las mujeres embarazadas, suele ser inocuo. No obstante, si se transmite durante el parto, puede ocasionar complicaciones potencialmente mortales para los recién nacidos, como sepsis, neumonía y meningitis. En una innovadora investigación 1 dirigida por Toby Maidment, de la Universidad de Tecnología de Queensland, se ha revelado que el delicado equilibrio de las bacterias vaginales influye en el comportamiento del EGB durante el embarazo. Los hallazgos podrían cambiar cómo abordamos la atención prenatal.

Bacterias buenas o malas noticias

En un estudio en el que participaban 93 mujeres embarazadas, los investigadores hicieron un seguimiento de las bacterias vaginales en las semanas 24 y 36 del embarazo para ver cómo interactuaban las comunidades microbianas con el EGB. Uno de los descubrimientos más sorprendentes fue el papel de dos tipos de bacterias: (sidenote: Lactobacillus crispatus Una bacteria beneficiosa de la microbiota vaginal que produce ácido láctico, de forma que se mantiene un pH bajo para evitar la colonización de microorganismos patógenos y las infecciones. ) y (sidenote: Lactobacillus iners Una bacteria vaginal que aporta menos protección y que produce únicamente ácido L-láctico, la cual suele asociarse a desequilibrios microbianos y a la vulnerabilidad frente a infecciones oportunistas. ) . En mujeres con colonización persistente por el EGB, la proporción de L. crispatus, una especie protectora que mantiene la acidez vaginal, se vio reducida significativamente. En su lugar, L. iners, que es menos eficaz a la hora de mantener las bacterias dañinas a raya, se hizo con el control. Este desequilibrio parece proporcionarle al EGB la oportunidad de quedarse y prosperar.

Por otro lado, las mujeres que solo tenían una colonización transitoria por EGB contaban con una comunidad microbiana más diversa en la semana 24, con bacterias como Gardnerella vaginalis. A las 36 semanas, esta diversidad se redujo, y L. crispatus y L. iners pasaron a ser dominantes, lo que estaba correlacionado con la desaparición del EGB. Esto indica que, en algunos casos, el (sidenote: Microbiota vaginal La comunidad de microorganismos que residen en el entorno vaginal, dominada principalmente por especies de lactobacilos, que es crucial para mantener la salud reproductiva. )  puede cambiar naturalmente hacia un estado más sano, aunque no siempre funciona cuando el EGB es persistente.

¿Qué hace que el EGB se quede o se vaya?

En los casos de EGB persistente, a menudo estaban presentes las mismas cepas de bacterias en ambos puntos temporales, lo que indica que la colonización es estable. Resulta interesante que los niveles de EGB en estos casos se redujeron en aproximadamente un 11 % al avanzar el embarazo, probablemente a causa de los cambios hormonales que estimulan a los lactobacilos protectores. Pero, a pesar de esta reducción, la persistencia de L. iners siguió obstaculizando la capacidad del microbioma para defenderse del EGB de forma eficaz.

Este estudio destaca porque se ha hecho un seguimiento de estos cambios a lo largo del tiempo, lo que muestra que las colonizaciones transitorias y persistentes de EGB tienen dinámicas microbianas diferenciadas. Mientras que L. crispatus se presenta como un héroe a la hora de evitar el EGB, L. iners, menos eficaz, señala por qué algunas mujeres siguen siendo vulnerables.

El futuro de la atención prenatal

Esta investigación abre la puerta a las intervenciones personalizadas para el tratamiento del EGB. Los probióticos que promueven el predominio de L. crispatus o las estrategias para reducir la cantidad de L. iners podrían suponer nuevas formas de proteger a las madres y los bebés. Puesto que los análisis microbianos son cada vez más accesibles, pronto podríamos ver tratamientos dirigidos a reducir los riesgos del EGB y mejorar los desenlaces neonatales.

Comprender las silenciosas batallas microbianas que se libran en el microbioma vaginal no es solo curiosidad científica, sino un asunto vital y de salud para las personas más vulnerables. En este estudio se pone de relieve que incluso los microorganismos más pequeños pueden causar un gran impacto.

La microbiota vaginal

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Trasplante de microbiota oral: ¿un rayo de esperanza en la prevención de la mucositis inducida por la quimioterapia?

Un estudio piloto 1 sobre el caso de una niña con neuroblastoma demostró que el trasplante de la microbiota oral de su madre era una estrategia profiláctica eficaz contra la mucositis inducida por la quimioterapia

La  (sidenote: Mucositis oral Inflamación aguda y dolorosa de la mucosa oral, inducida frecuentemente por tratamientos antineoplásicos como la quimioterapia y la radioterapia. Se manifiesta con enrojecimiento, dolor y ulceración, a los que pueden sumarse síntomas como boca seca, disgeusia y dificultad para comer. Puede provocar desnutrición, deshidratación y reducción de la calidad de vida. El tratamiento de la mucositis es sintomático y tiene por objeto aliviar el dolor, favorecer la cicatrización y prevenir las infecciones. Profundizar Cleveland Clinic )  es un efecto secundario frecuente de la quimioterapia o radioterapia que se caracteriza por la inflamación de la mucosa oral e intestinal.

Conlleva como consecuencias el deterioro de la calidad de vida del paciente, la disminución del cumplimiento del tratamiento, dificultades para comer y complicaciones que pueden llegar a ser graves en pacientes frágiles. Dado que los tratamientos actuales se limitan a aliviar los síntomas, la modulación de la microbiota oral parece representar un nuevo enfoque prometedor.

Después de que varios estudios sugirieran una relación entre la microbiota oral y el desarrollo de mucositis inducida por la quimioterapia, la publicación de un caso clínico pediátrico a finales de 2024 ofrece nuevos motivos de esperanza.

Se diagnostica mucositis oral en más del 70% de los pacientes tras un trasplante de células hematopoyéticas y en el 40% de los pacientes que reciben quimioterapia a dosis convencionales. 

Decisión y protocolo de trasplante

Este caso se refiere a una niña rusa de 6 meses a la que se diagnosticó a la edad de 4 meses un neuroblastoma retroperitoneal con múltiples metástasis. Recibió una quimioterapia que rápidamente provocó diversos efectos secundarios, como mucositis oral severa, rápida pérdida de peso e infección por C. difficile.

Los médicos decidieron realizar un trasplante de la microbiota oral de su madre de 33 años, que gozaba de buena salud. El protocolo de trasplante se repartió a lo largo del día (9 muestras de 1,5 ml), lejos de las horas de comida y cepillado de los dientes.

Microbiota bucal y enfermedades crónicas

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El trasplante oral

Durante cada uno de los 3 ciclos de quimioterapia siguientes (con dosis reducidas), la niña recibió saliva de su madre en la boca (13,5 ml/día durante 10 días) unos 30 minutos después de haber sido amamantada.

Tras 6 ciclos de quimioterapia, la paciente fue sometida a una resección completa del tumor retroperitoneal y a una suprarrenalectomía derecha, seguidas de quimioterapia a dosis altas con trasplante autólogo de células hematopoyéticas (auto-TCH). Antes de la intervención se llevó a cabo un último trasplante oral de saliva materna.

Efectos sobre la mucositis

El trasplante de microbiota oral ofreció una prevención eficaz contra el desarrollo de mucositis tras los 3 nuevos ciclos de quimioterapia, ya que solo se desarrolló mucositis oral de grado 1 después del auto-TCH. La abundancia de bacterias de las familias Staphyloccaceae, Micrococcaceae y Xanthomonadaceae disminuyó en toda la boca. Por el contrario, aumentó la abundancia relativa de Streptococcaceae y algunos otros taxones bacterianos.

Así pues, en esta paciente, el trasplante de saliva materna pareció impedir la aparición de una nueva mucositis grave y producir un cambio en la composición de la microbiota oral. No se observaron efectos adversos relacionados con el trasplante salival.

Aunque incluyó un solo caso, este estudio clínico piloto allana el camino hacia posibles trasplantes de microbiota oral para reducir el riesgo de mucositis durante la quimioterapia. O al menos pone de relieve la posibilidad, seguridad y eficacia del trasplante de microbiota oral de un donante sano a un paciente con neuroblastoma para prevenir la mucositis oral inducida por la quimioterapia.

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Noticias Pediatría Oncología Otorrinolaringología

Los lactobacilos siguen ejerciendo efectos beneficiosos después de la menopausia

Después de la menopausia se observa una correlación entre, por un lado, el predominio de lactobacilos y la baja diversidad alfa, y por otro, una menor inflamación vaginal, un fenómeno que ya se ha descrito en mujeres premenopáusicas. Por lo tanto, aunque los lactobacilos sean menos abundantes, siguen ejerciendo sus efectos beneficiosos.

Es bien sabido que, en las mujeres premenopáusicas, el aumento de la diversidad de la microbiota vaginal y la pérdida de hegemonía de los lactobacilos se asocian con una mayor inflamación de las mucosas, lo que aumenta el riesgo de displasia e infecciones cervicales.

¿Persiste este vínculo entre la microbiota vaginal y la inflamación después de la menopausia? Si bien los datos escasean sobre este periodo, sabemos que la microbiota vaginal tiende a presentar una mayor diversificación y un menor predominio de lactobacilos una vez finalizado el periodo reproductivo de la mujer.

Un estudio estadounidense 1 intentó responder a esta pregunta investigando a 119 mujeres posmenopáusicas con una edad media de 61 años en el momento de la inclusión y sometidas a tratamiento por molestias vulvovaginales moderadas a graves (irritación, sequedad, etc.).

119 mujeres posmenopáusicas

Estas mujeres, cuyo seguimiento duró 12 semanas, se dividieron en 3 grupos en función del tratamiento sintomático administrado:

  1. comprimido de estradiol y gel hidratante placebo
  2. comprimido placebo y gel hidratante
  3. doble placebo

En el momento de la inclusión, el 29,5% de las participantes presentaban una microbiota vaginal dominada por los lactobacilos.

Las mujeres de raza blanca eran menos propensas a tener esta flora protectora. En general, el menor predominio de lactobacilos y la disminución de la diversidad alfa en las secreciones vaginales se asociaron con concentraciones más bajas de marcadores inmunitarios inflamatorios. Por ejemplo, se observó una correlación entre la pérdida de predominio de los lactobacilos y mayores concentraciones de (sidenote: Citocina Pequeña proteína implicada en la comunicación entre células, especialmente las del sistema inmunitario. Cytokines: Introduction_British Society for Immunology )  proinflamatorias, como ya se había observado en estudios anteriores realizados en mujeres premenopáusicas.

21 años A nivel mundial, una mujer que cumplía 60 años en 2019 podía esperar vivir otros 21 años de media.

26% La población de mujeres posmenopáusicas está creciendo en todo el mundo. En 2021, las mujeres mayores de 50 años representaban el 26% del total de mujeres y niñas en el mundo, frente al 22% diez años antes.

Apoyo inmunitario duradero de los lactobacilos

De hecho, se observó el mismo fenómeno que ya se había descrito en mujeres en edad fértil. Así pues, después de la menopausia, los lactobacilos podrían seguir desempeñando una función protectora y ejercer efectos beneficiosos sobre la inmunidad de la mucosa vaginal al contribuir – o al menos al estar asociados– a una menor inflamación local.

Por el contrario, un aumento de la diversidad alfa de la microbiota vaginal parece asociarse con la presencia de citocinas proinflamatorias. 

Estos resultados indican que una baja diversidad y un fuerte predominio de lactobacilos siguen siendo beneficiosos para la salud vaginal. En otras palabras, el predominio de los lactobacilos, aunque no puede considerarse «normal» después de la menopausia, podría representar un microentorno favorable asociado con un menor grado de inflamatorio.

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Noticias Ginecología

Los superpoderes antinflamatorios de los lactobacilos vaginales

¿Y si el secreto del control de la inflamación vaginal radicase en el microbioma? Nuevas investigaciones revelan que el Lactobacillus crispatus produce compuestos de β-carbolina que suprimen de forma selectiva la inflamación al tiempo que mantienen la inmunidad, lo que abre las puertas a nuevas terapias.

Un microbioma vaginal sano, normalmente con predominio de especies de (sidenote: Lactobacillus Grupo de bacterias beneficiosas que se encuentran normalmente en el microbioma vaginal. Producen ácido láctico y ayudan a mantener un pH bajo para proteger de las infecciones. ) , es clave para la salud ginecológica. Sin embargo, la comunidad científica lleva mucho tiempo intentando descubrir, sin éxito, los mecanismos mediante los cuales estos microbios modulan la inflamación. Un nuevo estudio 1 dirigido por Virginia J. Glick y publicado en la revista Cell Host & Microbe, revela que algunas cepas de Lactobacillus crispatus  producen alcaloides derivados de β-carbolina, pequeñas moléculas con propiedades antinflamatorias selectivas.

Este descubrimiento ofrece una nueva perspectiva sobre la contribución de dichas bacterias a la homeostasis inmunitaria y prepara el camino para potenciales aplicaciones terapéuticas.

77% La BC6 perlolirina reduce la señalización inflamatoria en un 77 % y devuelve la actividad de las células inmunitarias a la normalidad.

β-carbolinas: inmunomoduladores precisos

El estudio identificó compuestos de β-carbolinas, como la (sidenote: Perlolirina (BC6) Un potente compuesto de la β-carbolina identificado en el Lactobacillus crispatus que reduce la inflamación al tiempo que mantiene la defensa inmunitaria. ) , como potentes supresores de la señalización inflamatoria. Mediante un sistema de doble indicador en células humanas THP-1 derivadas de monocitos, los investigadores demostraron que las β-carbolinas derivadas de L. crispatus-inhibían las vías del NF-kB y del  (sidenote: Señalización del interferón (IFN) Una importante vía inmunitaria que lucha contra las infecciones pero que puede llevar a la inflamación cuando está hiperactiva. ) de tipo I (IFNAR). Estas moléculas suprimían únicamente la producción inflamatoria de citoquina en las células inmunitarias, al tiempo que dejaban la respuesta antivírica intacta en las células epiteliales y de barrera. Este nivel de selectividad no es común entre los agentes antinflamatorios.

Lo más destacable es que se trata de la primera vez que la β-carbolina, previamente relacionada con las plantas y los microbios del suelo, se ha identificado como producto de cepas de Lactobacillus vaginal. Este descubrimiento señala una nueva dimensión en las interacciones entre la microbiota y el anfitrión. Además, las muestras del lavado cervicovaginal de personas con microbiomas vaginales sanos (puntuaciones bajas del  (sidenote: Criterio de Nugent Sistema de criterio diagnóstico empleado para evaluar la vaginosis bacteriana según la presencia y la proporción de determinadas bacterias en una muestra vaginal mediante tinción de Gram. ) ) eran ricas manera significativa en β-carbolinas, en comparación con las de aquellas personas con (sidenote: Vaginosis bacteriana La vaginosis bacteriana (VB) es un tipo de inflamación vaginal causada por un desequilibrio de las especies de bacterias que están presentes de forma natural en la vagina. )  (puntuaciones altas del criterio de Nugent). Esto señala el potencial de las β-carbolinas como biomarcadores de la salud del microbioma.

Nuevas perspectivas sobre las dinámicas del microbioma vaginal: conceptos revolucionarios para la salud femenina

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De la ciencia al tratamiento

Con el fin de explorar la relevancia clínica de estos compuestos, el equipo investigador aplicó BC6 por vía tópica a un modelo murino de inflamación vaginal inducida por el virus del herpes simple tipo 2 (HSV-2). Se obtuvieron resultados sorprendentes:

  • la BC6 redujo significativamente la inflamación
  • suavizó las citoquinas inflamatorias como IL-1β y IL-18,
  • y mejoró la carga de la enfermedad sin afectar a la concentración vírica

El tratamiento mantuvo las poblaciones de células inmunitarias innatas, al tiempo que redujo la señalización inflamatoria que daña los tejidos.

Resulta todavía más fascinante que algunos ratones previamente tratados con sobrenadante de L. crispatus se mantuvieron asintomáticos con la misma concentración vírica que los controles sin tratamiento. Ello sugiere que estos compuestos tienen un papel en la mejora de la tolerancia a la enfermedad, un concepto cada vez más estudiado en la investigación inmunológica.

¿Qué significa todo esto para el ejercicio de la profesión?

Los resultados ofrecen diversos datos críticos. Primero, el estudio destaca el papel funcional del Lactobacillus crispatus en la modulación inmunitaria, más allá de la producción de ácido láctico. En segundo lugar, la especificidad de las β-carbolinas para suprimir las vías inflamatorias en las células inmunitarias sin alterar las defensas aporta una forma selectiva de tratar la inflamación vaginal.

Esta investigación también sienta las bases para los tratamientos con base microbiómica, en particular para afecciones inflamatorias como la vaginosis bacteriana y la vaginitis. La aplicación tópica de β-carbolinas, como la perlolirina, podría ofrecer una alternativa natural y precisa a los medicamentos antinflamatorios de amplio espectro, que reduciría los efectos secundarios y preservaría las funciones inmunitarias.

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