Cuando trabajos anteriores habían relacionado la diversidad y la composición de la microbiota intestinal con el dolor posoperatorio después de una intervención quirúrgica de la muñeca, un equipo identifica por primera vez unas bacterias asociadas a la presencia o la ausencia de dolor posquirúrgico persistente después de una intervención por cáncer de mama.
El dolor posquirúgico persistente (o (sidenote:
Dolor posquirúrgico persistente (DPQP)
Dolor que continúa después de una operación quirúrgica de forma significativa durante al menos tres meses y que no tiene relación con afecciones dolorosas preexistentes
)) es tan común como subestimado: afecta a millones de pacientes en el mundo. Entre los factores predisponentes, se encuentra el tipo de intervención quirúrgica. Por ejemplo, en el caso del cáncer de mama, el 80 % de las mujeres cuya intervención comprende una limpieza axilar de los ganglios linfáticos padecen DPQP.
Trabajos anteriores habían implicado a la microbiota intestinal en el dolor posoperatorio. Sin embargo, los mecanismos eran confusos: una disbiosis intestinal podría producir un desequilibrio en la producción de metabolitos microbianos y desempeñar un papel en el desarrollo del DPQP a través del (sidenote:
Eje intestino cerebro
Red de comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro, que permite la comunicación entre el intestino y el cerebro a través de tres vías:
1. la vía neuronal (las neuronas), principalmente por el nervio vago y el sistema nervioso entérico;
2. la vía endocrina, mediante la secreción de hormonas, como el cortisol, la adrenalina o la serotonina,
3. la vía del sistema inmunitario, mediante la modulación de las citocinas.
El eje intestino-cerebro actúa, entre otras cosas, sobre el comportamiento, la cognición (memoria), las emociones, el humor, los deseos, la percepción… y el dolor.
).
Para saber más, unos investigadores irlandeses de la Universidad de Cork 1 han realizado un estudio observacional prospectivo en pacientes adultas sometidas a una intervención quirúrgica para el tratamiento del cáncer de mama (excepto limpieza axilar o cirugía de reconstrucción, muy dolorosas). Su objetivo era determinar si la composición de la microbiota intestinal se asociaba a la incidencia y la magnitud del DPQP en esta cohorte de mujeres.
2,3 millones
En 2022, 2,3 millones de mujeres fueron diagnosticadas de cáncer de mama en el mundo y se registraron 670 000 fallecimientos ²
La primera causa de cáncer
En 157 países de 185, el cáncer de mama era la primera causa de cáncer en las mujeres en 2022 ²
Alrededor del 99 %
de los cánceres de mama se producen en mujeres, frente al 0,5 a 1 % en los hombres ²
Una menor diversidad alfa
Doce semanas después de la operación, 21 mujeres (51,2 %) no referían dolor y otras 20 (48,8 %) presentaban dolor persistente. Una diferencia que parecía relacionada con la diversidad de su microbiota intestinal: se observaba una menor (sidenote:
Diversidad alfa
Número de especies que coexisten en un medio dado.
) (3 mediciones: riqueza, índice de Shannon e índice de Simpson) en las pacientes que señalaban un dolor grave 1 hora después de la operación y 12 semanas después, en comparación con las que referían un dolor leve. En cambio, no se observó ninguna diferencia en cuanto a la (sidenote:
Beta diversity
Tasa de variación de la composición de especies, calculada comparando el número de taxones únicos en cada ecosistema.
).
Bacterias asociadas a la presencia o ausencia de dolor
Pero, sobre todo, el equipo detecta importantes diferencias en la composición de la microbiota intestinal según el dolor, con mayor presencia de:
Bifidobacterium longum y Faecalibacterium prausnitzii en las mujeres que no referían ningún dolor 12 semanas después de la operación.
Megamonas hypermegale, Bacteroides pectinophilus, Ruminococcus bromii y Roseburia hominis en las mujeres que presentaban DPQP.
Estos resultados parecen reforzar los de anteriores estudios: disminución de la cantidad relativa de Faecalibacteriumprausnitzii en los pacientes que presentan una fibromialgia; reducción del dolor mediante la administración de Bifidobacteriumlongum en un modelo de rata con artritis. No obstante, una excepción: Roseburiahominis reducía la hipersensibilidad visceral en la rata, aunque se asociaba a la presencia de DPQP en este estudio.
Si bien estas relaciones entre microbiota y DPQP son una primicia, los autores lanzan una advertencia: solo se trata de correlaciones y, en ningún caso, de relaciones de causalidad.
Según un nuevo estudio, la microbiota influiría en los parámetros de salud cardiovascular de múltiples maneras. Algunas bacterias capaces de metabolizar el colesterol podrían tener un impacto beneficioso no despreciable sobre el riesgo cardiaco.
La microbiota intestinal podría ser un día una diana terapéutica de elección para luchar contra las enfermedades cardiovasculares. Es lo que sugiere un estudio realizado por unos investigadores estadounidenses del Massachuetts General Hospital. 1
Estos investigadores acaban de poner en evidencia que existen numerosas asociaciones entre las bacterias del intestino y los parámetros metabólicos de la salud cardiovascular. Los vínculos más importantes harían referencia a ciertas bacterias capaces de metabolizar el colesterol.
Factores de riesgo cardiovascular: la edad microbiana podría cambiar las cosas
La «edad microbiana» es un parámetro calculado sobre la base de las modificaciones, asociadas a la edad, de ciertas especies bacterianas de la microbiota intestinal (una cincuentena en total). Según un estudio publicado en Nature Medicine2, tener una baja edad microbiana a pesar de la propia edad podría proteger de las enfermedades cardiovasculares. En las personas mayores de 60 años que presentan factores de riesgo cardiovascular importantes (obesidad, hiperglucemia…), una baja edad microbiana disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mientras que una edad microbiana elevada lo aumenta, independientemente del sexo, la edad, los factores alimentarios o el modo de vida. Por lo tanto, parece que la edad microbiana contrarresta el riesgo cardiovascular asociado a las disfunciones metabólicas. Esto es una nueva prueba de la implicación de la microbiota en la salud cardiovascular.
Datos esenciales sobre las relaciones entre la microbiota y el metabolismo del huésped
Para llegar a esta constatación, los investigadores han realizado el perfil completo del entorno intestinal de más de 1400 individuos del Framingham Health Study. Han procedido a la secuenciación metagenómica (análisis de los genomas del conjunto de los microorganismos intestinales), pero también metabolómica (análisis del conjunto de los metabolitos) de las heces del conjunto de los voluntarios.
Después han intentado saber si existían correlaciones entre los datos de las microbiotas y los parámetros de salud de los voluntarios (triglicéridos, colesterol, proteína C reactiva, glucemia, hemoglobina glucosilada, presión arterial…).
Resultados
Resultados: existen más de 16 000 asociaciones entre los microorganismos intestinales y los parámetros metabólicos. Entre las principales, los científicos han identificado una relación negativa entre las especies bacterianas de Oscillibacter y el colesterol fecal y plasmático. Los voluntarios que presentaban una abundancia de estas bacterias en su microbiota tenían niveles más bajos de colesterol.
Bacterias equipadas para degradar el colesterol
Cultivando tres aislados in vitro, han demostrado que Oscillibacter es capaz de absorber el colesterol y transformarlo en colesterona, en glucósido de colesterol y en hidroxicolesterol, metabolitos que pueden ser descompuestos por otras bacterias y finalmente excretados por el organismo.
Por otra parte, se observaba que la presencia concomitante, en la microbiota de los voluntarios, de Oscillibacter y Eubacteriumcoprostanoligenes (bacterias portadoras de un gen llamado ismA implicado en el metabolismo del colesterol) se asociaba a una disminución más marcada de la concentración de colesterol sanguíneo. Según los investigadores, los dos tipos de bacterias podrían tener un efecto sinérgico positivo sobre la concentración de colesterol.
Un amplio campo de investigación en perspectiva
El interés de este estudio con respecto a los trabajos anteriores es que permite tener una comprensión más completa y fina de las vías metabólicas por las que las bacterias actúan sobre el organismo.
También sienta las bases para próximos estudios centrados en la manera en que las modificaciones de la microbiota contribuyen a las enfermedades cardiovasculares, en especial la manera en que diferentes comunidades interactúan entre sí para afectar a la salud.
Resultado
La clave es una mejor comprensión de la ecología intestinal, que podría permitir, un día, elaborar estrategias terapéuticas innovadoras centradas en una o varias bacterias del intestino.
Frente a las infecciones urinarias, las estrategias preventivas basadas en una dieta equilibrada o el uso de probióticos podrían ofrecer una alternativa al tratamiento con antibióticos. Si bien los antibióticos son eficaces a corto plazo, también pueden favorecer la aparición de disbiosis, nuevas infecciones y resistencia.
(sidenote:
Escherichia coli uropatógeno
cepas de E. coli que llevan a menudo genes adicionales (en comparación con las cepas de E. coli comensales) capaces de potenciar su virulencia (flagelo, toxinas, polisacáridos de superficie, etc.)
) es responsable de más del 80% de las infecciones urinarias. Estas bacterias intestinales pueden migrar desde el ano, colonizar la uretra y ascender hasta la vejiga. De hecho, estudios anteriores demostraron que las mujeres que padecen infecciones urinarias presentan una mayor abundancia de E. coli en su aparato digestivo y que existen similitudes entre las especies intestinales y las que colonizan el aparato urinario.
El 50 al 60%
de las mujeres adultas contraerán al menos una infección urinaria a lo largo de su vida ²
casi el 10%
de las mujeres posmenopáusicas declaran haber padecido una infección urinaria el año anterior ²
Para evaluar la disbiosis y otros posibles factores de riesgo en mujeres con antecedentes de cistitis, un equipo de investigadores incluyó en un estudio a 753 voluntarias de entre 18 y 45 años a las que se había diagnosticado una infección urinaria en los últimos cinco años y que, por lo demás, gozaban de buena salud.
Prevalencia
Las infecciones urinarias figuran entre las enfermedades bacterianas más frecuentes, ya que afectan cada año a 150 millones de personas en todo el mundo. 1
Salvo por un pico en mujeres jóvenes de entre 14 y 24 años, la prevalencia de las infecciones urinarias aumenta con la edad. Su prevalencia entre las mujeres mayores de 65 años ronda el 20%, frente al 11% en la población general. 2
Optar por una alimentación más sana
Casi tres cuartas partes de las mujeres participantes en el estudio (71%) presentaban una disbiosis intestinal, que mostraba una correlación no solo con la (sidenote:
Infección urinaria recurrente
Una infección urinaria recurrente se define como la manifestación de ⩾2 episodios sintomáticos en 6 meses o ⩾3 episodios sintomáticos en 12 meses.
) de las infecciones urinarias, sino también con la presencia en su flora de bacterias multirresistentes a los antibióticos.
Otra singularidad de la población estudiada era su dieta, ya fuera en términos de bebidas (menos de 1 litro de agua al día, consumo de zumos endulzados, etc.), alimentos sólidos (exceso de productos salados, dietas hipercalóricas ricas en azúcares añadidos y grasas saturadas, etc.) o complementos alimenticios para prevenir las infecciones urinarias.
Según los investigadores, estas observaciones confirman el estrecho vínculo entre la dieta y la composición de la microbiota intestinal. A este respecto, hacen referencia a estudios anteriores que muestran que solo el 12% de la variación estructural de la microbiota intestinal puede atribuirse a cambios genéticos, mientras que el 57% puede explicarse por cambios en la dieta.
Aunque el tratamiento estándar de las infecciones urinarias se basa en el uso de antibióticos, a largo plazo estos alteran la microbiota intestinal (disbiosis) y favorecen la aparición de microorganismos multirresistentes. De ahí la importancia, según los autores, de contar con opciones terapéuticas alternativas y complementarias.
Conclusión
Los investigadores también mencionan los efectos beneficiosos de los probióticos, en particular de las especies del género Lactobacillus que reducen la adherencia, el crecimiento y la colonización de bacterias uropatógenas como E. coli: L. salivarius de liberación entérica consigue llegar hasta la microbiota urinaria y la microbiota vaginal y protegerlas; un probiótico compuesto por dos cepas de lactobacilos y extracto de arándano rojo reduce significativamente el número de infecciones urinarias recurrentes en mujeres jóvenes premenopáusicas en comparación con un placebo. Todo ello con una gran ventaja sobre los antibióticos: la administración de lactobacilos no favorece el desarrollo de resistencia.
Solo una mujer de cada cinco declara que sabe exactamente lo que es la «microbiota vaginal»
La microbiota vaginal es esencial para la salud de las mujeres. Pero ¿hasta qué punto la conocen las mujeres? ¿Cuáles son los comportamientos que adoptan para preservarla? ¿Qué informaciones les transmiten los profesionales de la salud? ¿Cómo han evolucionado los conocimientos y las actitudes referentes a la microbiota vaginal con respecto al año pasado?
Por segundo año consecutivo, el Biocodex Microbiota Institute ha confiado a Ipsos la realización de una importante encuesta internacional sobre la microbiota:
El Observatorio Internacional de las Microbiotas. En la encuesta, realizada por Ipsos, han participado 7500 personas de 11 países (Francia, España, Portugal, Polonia, Finlandia, Marruecos, Estados Unidos, Brasil, México, China y Vietnam). En cada país, la muestra encuestada es representativa de la población mayor de 18 años con respecto al sexo, la edad, la ocupación y la región. La encuesta se llevó a cabo por Internet entre el 26 de enero y el 26 de febrero de 2024.
La segunda parte de este estudio pone de nuevo en evidencia una falta de conocimientos de las mujeres sobre la microbiota vaginal, que sigue siendo ampliamente desconocida. Sin embargo, también señala que los conocimientos y los comportamientos mejoran este año gracias a una sensibilización creciente por parte de los profesionales de la salud. Esta sensibilización ahora debe reforzarse y ampliarse a todas las mujeres, en especial a las de mayor edad.
La microbiota vaginal todavía es desconocida, aunque los conocimientos progresan tímidamente este año
Este año, todavía solo una mujer de cada cinco declara que sabe exactamente lo que es la «microbiota vaginal» (22 %, +2 puntos respecto a 2023, frente al 20 % de hombres y mujeres juntos). La notoriedad del término progresa con respecto al año pasado, pero sigue baja: todavía cerca de la mitad de las mujeres nunca han oído hablar de ella (48 %, -5 puntos respecto a 2023, frente al 51 % de hombres y mujeres juntos).
Las mujeres están más familiarizadas con el término «flora vaginal», aunque el conocimiento del término es superficial: solo una mujer de cada dos sabe de forma precisa lo que es (53 % frente al 42 % de hombres y mujeres juntos).
Algunos conocimientos correctos sobre ciertas características de la microbiota vaginal: cerca de 7 mujeres de cada 10 saben que los antibióticos pueden alterar la microbiota vaginal (69 %) y que la sequedad/deshidratación de la vagina tiene consecuencias sobre la microbiota vaginal (69 %).
Conocimientos todavía demasiado escasos, pero que mejoran con respecto al año pasado: el 55 % de las mujeres saben que, de la infancia a la menopausia, la microbiota vaginal de una mujer no es la misma (+6 puntos respecto a 2023) y el 44 % saben que la vaginosis bacteriana se asocia a un desequilibrio de la microbiota vaginal (+8 puntos respecto a 2023).
No obstante, los conocimientos siguen siendo muy limitados sobre numerosos aspectos de la microbiota vaginal: solo 1 mujer de cada 2 sabe que el tabaco tiene consecuencias sobre la microbiota vaginal (55 %) y 3 mujeres de cada 10 saben que la microbiota vaginal está equilibrada cuando su diversidad bacteriana es baja (30 %; +2 puntos respecto a 2023)
Este año, son cada vez más numerosas las mujeres que adoptan comportamientos destinados a preservar la microbiota vaginal, aunque persisten algunas prácticas malas
La adopción de comportamientos destinados a proteger la microbiota vaginal es diversa: mientras que son numerosas las mujeres que llevan prendas interiores de algodón (86 %, +2 puntos respecto a 2023), los demás comportamientos beneficiosos se adoptan menos. Por ejemplo, cerca de 2 mujeres de cada 3 evitan practicar la automedicación (63 %) y 3 de cada 5 utilizan una solución limpiadora sin jabón (61 %, +3 puntos respecto a 2023).
Algunos comportamientos nocivos para la microbiota vaginal todavía están anclados en las prácticas: a pesar de una disminución con respecto al año pasado, sigue habiendo más de 2 mujeres de cada 5 que toman duchas vaginales (42 %, -3 puntos respecto a 2023) y el 53 % duermen con ropa interior (+1 punto respecto a 2023).
Una mayor sensibilización de los profesionales de la salud, que debe acentuarse para responder a la demanda de las mujeres
La sensibilización que aportan los profesionales de la salud sobre la microbiota vaginal progresa este año: un 43 % de las mujeres han recibido explicaciones sobre lo que es la microbiota vaginal (+7 puntos respecto a 2023). Cerca de la mitad de las mujeres han sido sensibilizadas sobre la importancia de preservar, en la medida de lo posible, la microbiota vaginal (+8 puntos respecto a 2023). Una proporción similar indica que un profesional de la salud ya les ha explicado los comportamientos correctos que deben adoptar para preservar al máximo la microbiota vaginal (48 %, +7 puntos respecto a 2023). Aunque estos avances son notables, solo afectan a una minoría de mujeres e ilustran unos resultados mejorables sobre la información transmitida por los profesionales de la salud en lo referente a la microbiota vaginal.
Sobre todo teniendo en cuenta que las mujeres reclaman ampliamente esta sensibilización. Al 88 % de ellas, les gustaría recibir más información sobre la importancia de la microbiota vaginal y su impacto en la salud (+2 puntos respecto a 2023).
La edad, un factor determinante en lo referente a la microbiota vaginal: las mujeres mayores de 60 años están menos sensibilizadas, contrariamente a las de 25-34 años y las madres jóvenes
Este año, las mujeres mayores de 60 años todavía están peor informadas y menos sensibilizadas sobre la microbiota vaginal, a pesar de estar más expuestas a los problemas de salud.
Solo el 41 % de las mujeres mayores de 60 años saben lo que es la microbiota vaginal, frente al 52 % en el conjunto de las mujeres.
También les faltan conocimientos sobre el papel y las funciones de la microbiota vaginal: menos de la mitad de las mujeres mayores de 60 años (49 %) saben que la vagina se limpia sola (frente al 56 % en el conjunto de las mujeres) y solo el 39 % saben que la vaginosis bacteriana se asocia a un desequilibrio de la microbiota vaginal (frente al 44 % en el conjunto de las mujeres).
A pesar de estas lagunas, las mujeres mayores de 60 años se desmarcan sobre la adopción de ciertos comportamientos destinados a preservar el equilibrio de la microbiota vaginal. Por ejemplo, 3 de cada 4 evitan basarse en la automedicación (76 %, frente al 63 % en el conjunto de las mujeres) y el 67 % evitan tomar duchas vaginales (frente al 58 % en el conjunto de las mujeres). Sin embargo son menos numerosas las que utilizan una solución limpiadora sin jabón (56 %, frente al 61 % en el conjunto de las mujeres) y duermen sin ropa interior (43 %, frente al 47 % en el conjunto de las mujeres).
Una población menos sensibilizada por los profesionales de la salud: solo un tercio de las mujeres mayores de 60 años han recibido explicaciones sobre lo que es la microbiota vaginal por parte de un profesional de la salud (32 %, frente al 43 % en el conjunto de las mujeres).
Las mujeres de 25 a 34 años y las madres de niños menores de 3 años están más informadas y sensibilizadas sobre la microbiota vaginal.
El 62 % de las mujeres de 25-34 años y el 60 % de las madres de niños menores de 3 años saben lo que es la microbiota vaginal (frente al 52 % en el conjunto de las mujeres).
Mejores conocimientos sobre la microbiota vaginal: el 69 % de las mujeres de 25-34 años y el 67 % de las madres saben que cada mujer tiene una microbiota vaginal única (frente al 64 % en el conjunto de las mujeres). También son más numerosas las que saben que la vagina se limpia sola: el 61 % de las mujeres de 25-34 años y el 60 % de las madres lo saben (frente al 56 % en el conjunto de las mujeres).
Son más numerosas las que han adoptado ciertos comportamientos beneficiosos para la microbiota vaginal: 2 de cada 3 utilizan una solución limpiadora sin jabón (el 67 % de las mujeres de 25-34 años y el 71 % de las madres de niños menores de 3 años, frente al 61 % en el conjunto de las mujeres) y el 54 % duermen sin ropa interior (frente al 47 % en el conjunto de las mujeres).
El 54 % de las mujeres de 25-34 años y el 55 % de las madres de niños menores de 3 años han recibido información por parte de un profesional de la salud sobre lo que es la microbiota vaginal (frente al 43 % en el conjunto de las mujeres).
El Observatorio Internacional de las Microbiotas también ha observado contrastes sorprendentes entre los países en cuanto a los conocimientos, los comportamientos y la información proporcionada por los profesionales de la salud. Todos los resultados son accesibles en el sitio web del Biocodex Microbiota Institute.
El Biocodex Microbiota Institute es un centro internacional de conocimientos dedicado a las microbiotas humanas. El Instituto, disponible en 7 idiomas, se dirige tanto a los profesionales sanitarios como al público en general con el fin de concienciar sobre el papel esencial que desempeña este órgano en nuestra salud. La misión principal del Biocodex Microbiota Institute es de naturaleza educativa: promover la importancia de la microbiota para todo el mundo.
Una bacteria presente en la microbiota tumoral del cáncer de mama favorecería la proliferación celular y la quimiorresistencia de las células cancerosas de la mama. ¿Cómo? A través de la fijación de una toxina bacteriana en el receptor tumoral NOD1.
Los modelos murinos lo han demostrado: la mama alberga una microbiota capaz de modular la carcinogénesis y la eficacia de la quimioterapia. De ahí los trabajos publicados en 2024 por un equipo chino 1 que se ha centrado en la implicación, en el cáncer de mama, de la bacteria Bacteroidesfragilis, concretamente su cepa enterotóxica (ETBF) productora de la toxina proteolítica BFT-1, conocida por producir diarrea y lesiones cólicas en caso de presencia en el aparato digestivo.
Una microbiota tumoral que predice la resistencia al tratamiento
Primera enseñanza: en el cáncer de mama, la presencia de la bacteria ETBF en los tumores se asocia a una baja respuesta a la quimioterapia (sidenote:
Terapia neoadyuvante
Tratamiento administrado antes de la cirugía o la radioterapia. En general, intenta reducir el tamaño del cáncer y permitir así que la intervención quirúrgica sea menos extensa y/o el campo de radioterapia sea más pequeño.
ProfundizarMSD Manual) a base de taxanos, una de las principales estrategias terapéuticas en el cáncer de mama, en especial el triple negativo. Los experimentos complementarios, realizados esta vez en el ratón, indican que la presencia, en numerosos tumores mamarios, de la toxina BFT-1 y la activación del receptor NOD1, predicen una baja respuesta a la quimioterapia. La toxina BTF-1 y el receptor NOD1 estarían implicados en la quimiorresistencia en el cáncer de mama y podrían justificar el aprovechamiento de la microbiota tumoral del cáncer de mama; en efecto, estos biomarcadores podrían predecir un potencial fracaso, permitirían afinar de antemano el tratamiento y mejorar así la respuesta a la quimioterapia.
670 000
En 2022, el cáncer de mama provocó 670 000 fallecimientos en el mundo. ²
½
Alrededor de la mitad de los cánceres de mama aparecen en mujeres que no presentan ningún factor de riesgo específico, aparte del sexo y la edad. ²
Una nueva cadena de mecanismos descifrada
Los trabajos complementarios in vitro y en modelos murinos también permiten al equipo comprender los mecanismos subyacentes. Y demostrar la manera en que la bacteria tumoral ETBF sería capaz de mediar en la quimiorrresistencia en el cáncer de mama: la toxina BFT-1 segregada por la ETBF se une al receptor NOD1; NOD1 interactúa con la proteína fosfocinasa GAK, que fosforila el supresor de tumor NUMB para mejorar su degradación lisosomal; la vía de señalización NOTCH1-HEY1 se inactiva, lo cual induce una multiplicación de las células madre del cáncer de mama.
A la inversa, la inhibición de NOD1 y la supresión de la bacteria ETBF aumentan significativamente la eficacia de la quimioterapia al suprimir las células madre del cáncer de mama.
N.° 1
En 157 países de 185, el cáncer de mama era la primera causa de cáncer en las mujeres en 2022. ²
0,5-1 %
Los hombres representan aproximadamente entre el 0,5 % y el 1 % de las personas afectadas por el cáncer de mama. ²
Quedan numerosas preguntas
Se han descrito papeles contradictorios de NOD1 en la progresión tumoral: NOD1 puede, como en este estudio, favorecer la progresión tumoral (cáncer de ovario, de esófago, de colon) o, a la inversa, inducir una apoptosis celular e inhibir la proliferación celular (carcinoma papilar de tiroides, carcinoma hepatocelular).
Otro punto por elucidar: la microbiota de la glándula mamaria y de sus tumores es compleja, de manera que es poco probable que la disbiosis asociada al cáncer se limite a una sola especie. Otros taxones de los tumores, como Clostridia, Alphaprotéobacteria y Actinobacteria, también están aumentados en las pacientes que no responden al tratamiento. Por lo tanto, son necesarios estudios complementarios para determinar el conjunto de las bacterias implicadas.
¿Y si la eficacia de cierta quimio contra el cáncer de mama dependiera solo de una pequeña bacteria que vive en el tumor? Este es el resultado que sugieren los trabajos de un equipo chino 1, que podrían modificar en el futuro el tratamiento de las pacientes.
Poseer una microbiota no es exclusivo del tubo digestivo o de la piel. Los pulmones, los huesos y también las mamas disponen de su propia microbiota, aunque menos considerable que la del tubo digestivo, pero de todos modos presente. Esto tiene importantes implicaciones: en efecto, estas microbiotas de nuestros órganos serían capaces de modular el desarrollo del cáncer, pero también la eficacia de los tratamientos de quimioterapia.
Esta es la razón por la que un equipo se ha centrado en la implicación, en el cáncer de mama, de la bacteria Bacteroides fragilis. Concretamente, se ha interesado por una cepa específica de B. fragilis, capaz de producir una toxina que da lugar a diarrea y lesiones cólicas cuando la bacteria se establece en el tubo digestivo.
N.° 1
En 157 países de 185, el cáncer de mama era la primera causa de cáncer en las mujeres en 2022. ²
670 000
En 2022, el cáncer de mama provocó 670 000 fallecimientos en el mundo. ²
Una bacteria intestinal que reduce la eficacia de la quimio
¿Por qué esta bacteria? Porque, en caso de cáncer de mama, cuanto más está presente la bacteria en el tumor, peor será la respuesta de las mujeres a ciertas quimioterapias (a base de taxanos, utilizadas sobre todo en el (sidenote:
Triple-negative breast cancer
Cáncer que se caracteriza por la ausencia de expresión de los receptores hormonales de los estrógenos y la progesterona, así como del receptor HER2 (de ahí su nombre). Este tipo de cáncer es muy agresivo, porque se propaga con rapidez a otros órganos. Afecta, sobre todo, a las mujeres menores de 40 años y a las mujeres de origen africano o asiático.
Para comprender mejor los mecanismos que entran en juego, los investigadores han hecho experimentos en el ratón y han puesto en evidencia la cascada de reacciones desencadenadas por la toxina bacteriana, que conduce a favorecer la multiplicación de las células cancerosas. Entre los actores de esta cascada: un receptor llamado NOD1, mucho más presente en el tumor en las mujeres cuyos tumores no responden a la quimioterapia.
1/2
Alrededor de la mitad de los cánceres de mama aparecen en mujeres que no presentan ningún factor de riesgo específico, aparte del sexo y la edad. ²
0.5-1%
Los hombres representan aproximadamente entre el 0,5 % y el 1 % de las personas afectadas por el cáncer de mama. ²
¿Aprovechar la microbiota de la mama para afinar el tratamiento?
Es cierto que se plantean numerosas cuestiones todavía. Por ejemplo, ¿esta bacteria del entorno tumoral es la única que interactúa con las células cancerosas y la quimioterapia, sabiendo que otras bacterias (Clostridia, Alphaprotéobacteria y Actinobacteria) están más presentes en caso de tumor? ¿Por qué el receptor NOD1 favorece ciertos cánceres (cáncer de ovario, de esófago, de colon), pero parece ralentizar otros (carcinoma papilar de tiroides, carcinoma hepatocelular)?
Pero estos primeros resultados permiten vislumbrar unas pistas esperanzadoras: buscar la presencia de esta bacteria, de su toxina o del famoso receptor NOD1 podría permitir predecir una quimioterapia. Esto daría la posibilidad, en el futuro, de afinar el tratamiento y mejorar la respuesta a la quimioterapia en el cáncer de mama.
Un estudio pionero revela que el trasplante de microbiota fecal (TMF) es capaz de mejorar significativamente los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson. Descubra cómo la modulación de la microbiota intestinal puede ofrecer una nueva y prometedora vía de tratamiento para esta enfermedad debilitante.
En un estudio reciente realizado por el doctor Arnout Bruggeman y su equipo del Hospital Universitario de Gante, el trasplante de microbiota fecal (TMF) produjo resultados prometedores en el tratamiento de los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson (EP). Este enfoque innovador subraya el potencial de la modulación de la microbiota intestinal como estrategia terapéutica para este trastorno neurológico debilitante.
Un nuevo enfoque para la enfermedad de Parkinson
El ensayo GUT-PARFECT –un estudio de fase 2 con doble enmascaramiento y controlado con placebo– evaluó la seguridad y eficacia de un único TMF en pacientes con enfermedad de Parkinson leve a moderada. Los participantes, de 50 a 65 años de edad, fueron distribuidos al azar entre un grupo que recibió un TMF de un donante sano y un grupo que recibió sus propias heces (grupo placebo). El objetivo principal era evaluar las variaciones de la puntuación motora de la escala MDS-UPRS (Movement Disorders Society-Unified Parkinson's Disease Rating Scale) durante un periodo de 12 meses.
El estudio incluyó a 46 pacientes que se sometieron a evaluaciones clínicas al inicio y 3, 6 y 12 meses después del TMF. Los resultados mostraron una mejora significativa de los síntomas motores en los pacientes que recibieron heces de un donante sano. A los 12 meses, la puntuación motora de la escala MDS-UPDRS mejoró una media de 5,8 puntos en el grupo «donante», frente a una mejora de 2,7 puntos en el grupo placebo.
Resultados sorprendentes
Uno de los hallazgos más sorprendentes fue la respuesta prolongada que se observó en el grupo placebo. Hasta seis meses después del TMF, los pacientes que recibieron sus propias heces también mostraron mejoras notables, aunque menos pronunciadas que las del grupo que recibió un TMF de un donante sano. Esto tiende a indicar que incluso el TMF autólogo puede ejercer un impacto en la microbiota intestinal que afecte a los síntomas motores, lo cual pone de relieve el complejo papel del eje intestino-cerebro en la enfermedad de Parkinson.
El estudio también reveló mejoras significativas del tiempo de tránsito del colon en el grupo del TMF de donantes sanos en comparación con el grupo placebo. La mejoría de la función digestiva resulta particularmente importante para los pacientes con EP ya que a menudo estos pacientes sufren de estreñimiento severo. Sin embargo, desde el punto de vista de los pacientes, la diferencia no fue suficiente para producir una mejora clínica apreciable y las diferencias en las puntuaciones de la escala de estreñimiento de Wexner comunicadas por los pacientes no fueron significativas entre los grupos.
La seguridad primero y el tratamiento después
La seguridad fue un aspecto crucial de este estudio. El procedimiento de TMF fue bien tolerado y solo se notificaron síntomas digestivos leves y transitorios, por ejemplo, molestias abdominales que se resolvieron en una semana. No se observaron eventos adversos severos, lo que confirma el perfil de seguridad favorable del TMF.
Los resultados del ensayo GUT-PARFECT abren interesantes perspectivas para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Si estos resultados se confirman en estudios de mayor envergadura, el TMF podría convertirse en una valiosa herramienta en el arsenal terapéutico contra la EP. El futuro del tratamiento de la enfermedad de Parkinson bien podría encontrarse en nuestros intestinos. Si logramos aprovechar el poder de la microbiota, se podría allanar el camino hacia estrategias terapéuticas más eficaces e integrales para esta compleja enfermedad.
Manteniéndose informados sobre los últimos adelantos, educando a los pacientes, aplicando estrictos protocolos de seguridad y participando en la investigación en curso, los profesionales sanitarios pueden contribuir de manera preponderante al desarrollo del potencial del trasplante de microbiota fecal como una opción terapéutica viable para la enfermedad de Parkinson. La Biocodex Microbiota Foundation otorgó una beca nacional a este estudio pionero en 2019.
Para protegernos de los virus del dengue y el Zika, ¡protejamos a los mosquitos! En esencia, esta es la estrategia que propone un equipo de investigadores chinos. Se basa simplemente en la ingestión por parte del mosquito de una bacteria que permanecerá en su sistema digestivo durante el resto de su vida y que impedirá su infección por el virus y, por tanto, la transmisión al ser humano.
A pesar de su diminuto tamaño, el mosquito es un insecto que causa cada año cientos de millones de enfermedades graves, e incluso mortales, transmitiendo al ser humano, mediante picaduras, parásitos (malaria) o virus de todo tipo: (sidenote:
Flavivirus
son un género que comprende más de 70 virus, varios de los cuales se consideran importantes patógenos humanos. Los Flavivirus se transmiten por la picadura de mosquitos infectados y causan un amplio espectro de enfermedades que pueden clasificarse a grandes rasgos en dos categorías:
- enfermedades sistémicas hemorrágicas (virus del dengue y de la fiebre amarilla)
- y complicaciones neurológicas (virus del Nilo occidental, Zika)
Profundizarhttps://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34696709/) ( (sidenote:
Dengue
infección viral que se transmite del mosquito al ser humano. La mayoría de las personas afectadas solo presentan síntomas leves o incluso ninguno, y se recuperan en una o dos semanas. En raras ocasiones, el dengue puede ser grave y provocar la muerte. Cuando aparecen síntomas, estos suelen manifestarse entre 4 y 10 días después de la infección y durar entre 2 y 7 días: fiebre alta (40°C), dolor de cabeza intenso, dolor detrás del ojo, dolor muscular y articular, náuseas, vómitos, inflamación de los ganglios y erupciones cutáneas. Las personas infectadas por segunda vez corren un mayor riesgo de padecer una forma grave de dengue. No existe ningún tratamiento específico para el dengue.
Profundizarhttps://www.who.int/en/news-room/fact-sheets/detail/dengue-and-severe-dengue), (sidenote:
Zika
infección viral transmitida principalmente por mosquitos del género Aedes, que pican sobre todo durante el día. La mayoría de las personas infectadas por el virus del Zika no desarrollan ningún síntoma; las que sí los tienen suelen presentar erupción cutánea, fiebre, conjuntivitis, dolor muscular y articular, malestar general y dolores de cabeza que duran de 2 a 7 días. La infección por el virus del Zika durante el embarazo puede causar microcefalia y otros defectos congénitos en los bebés, así como partos prematuros y abortos espontáneos. No existe ningún tratamiento específico para la infección o la enfermedad por el virus del Zika.
Profundizarhttps://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/zika-virus)…), (sidenote:
Alphavirus
género que comprende 27 virus, entre ellos el temido (e impronunciable) virus de la chikunguña, que, tras un periodo de incubación de 2 a 10 días, provoca fiebre y graves lesiones articulares. Los alfavirus se transmiten por la picadura de un mosquito infectado.
Profundizarhttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK7633/) (chikunguña), etc. ¿Y si la solución no fuera eliminar al mosquito (con insecticidas) o mantenerlo a distancia (con mosquiteras o repelentes), sino simplemente impedir que se contagie y nos transmita el virus?
Casos de dengue en el mundo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que entre 2000 y 2019 el número de casos de dengue notificados en todo el mundo se multiplicó por diez, pasando de 500.000 a 5,2 millones. Tras un ligero descenso durante la pandemia de COVID-19, en 2023 se observó un repunte de los casos de dengue en todo el mundo. 2
Proteger al mosquito...
Esta es la solución muy seria que propone un equipo de investigadores chinos tras estudiar la microbiota intestinal de los mosquitos. Entre las 55 bacterias presentes en el tubo digestivo de los insectos, una, llamada RosenbergiellaYN46, les llamó la atención porque impedía de forma permanente que los mosquitos que la habían ingerido contrajeran infecciones por Flavivirus.
¿Cómo es posible? Esta bacteria se instala permanentemente en el tubo digestivo del mosquito, donde transforma la glucosa (azúcar) en ácido. Como resultado directo, el contenido gastrointestinal se vuelve muy ácido, provocando la desnaturalización de los Flavivirus, los cuales pierden la capacidad de infectar a los mosquitos y, por tanto, a los humanos.
390 millones
Con cerca de 390 millones de infecciones al año, el virus del dengue es el Flavivirus transmitido por mosquitos más frecuente en el mundo. ¹
... para proteger al ser humano
Los investigadores no se limitaron a su trabajo de laboratorio, sino que “salieron al campo” para corroborar su idea. Observaron que, en las prefecturas de la provincia china de Yunnan en las que el dengue causa estragos, los mosquitos rara vez albergan esta bacteria en su aparato digestivo; por el contrario, en las prefecturas donde solo se han registrado algunos casos muy aislados de dengue, la mayoría, o incluso la casi totalidad de los mosquitos (91,7% en la prefectura de Wenshan) son portadores de esta bacteria.
Y hay una buena noticia: no solo es fácil inocular a los mosquitos con la bacteria (¡un cuenco de agua azucarada con la bacteria y listo!), sino que el insecto la retiene durante toda su vida (desde la fase de larva acuática hasta la de adulto alado) y la transmite a la siguiente generación. En resumen, una vez que una población de mosquitos ha sido inoculada con la bacteria protectora RosenbergiellaYN46, es para toda la vida, ¡y también para las siguientes generaciones de mosquitos!
223,000
There were 223,000 confirmed cases of Zika infection in the Pacific Islands and the Americas between 2015 and 2017. ¹
Conclusión
Aunque no permita exterminar a los molestos bichos que nos amargan las noches, este potencial método de (sidenote:
control biológico
es una forma eficaz y respetuosa con el medio ambiente de reducir o mitigar las plagas y sus efectos recurriendo a enemigos naturales.
Profundizarhttps://www.sciencedirect.com/journal/biological-control) podría contribuir en gran medida a tranquilizar a las poblaciones cada vez más numerosas que, además de las picaduras, temen la transmisión del dengue o el Zika.
Ante el aumento de las infecciones gramnegativas, el uso creciente de antibióticos de amplio espectro tiende a alterar la microbiota intestinal, desencadenando infecciones secundarias. Un nuevo estudio presenta la lolamicina, un antibiótico dirigido al sistema de transporte de proteínas Lol de las bacterias gramnegativas, que preserva eficazmente la microbiota intestinal y evita el desarrollo de infecciones secundarias.
Las infecciones causadas por (sidenote:
Bacterias gramnegativas
grupo de bacterias caracterizadas por la estructura única de su pared celular, que las hace resistentes a muchos antibióticos y complica el tratamiento de las infecciones.
) son cada vez más frecuentes y suelen tratarse con antibióticos de amplio espectro que pueden alterar la microbiota intestinal y desencadenar infecciones secundarias. Por lo tanto, existe una necesidad acuciante de antibióticos capaces de eliminar las bacterias patógenas gramnegativas sin afectar a las bacterias comensales ni a la microbiota intestinal.
El objetivo de este nuevo estudio 1 era diseñar y descubrir un antibiótico dirigido al sistema de transporte de proteínas Lol de las bacterias gramnegativas, capaz de preservar la microbiota intestinal y evitar el desarrollo de infecciones secundarias.
El sistema de transporte de proteínas Lol es un mecanismo vital en las bacterias gramnegativas, ya que es esencial para llevar lipoproteínas a la membrana externa, donde desempeñan funciones estructurales y funcionales cruciales. La capacidad de la lolamicina para eliminar específicamente las bacterias gramnegativas y su carácter crítico la convierten en un candidato interesante para el desarrollo de un antibiótico.
Desarrollo de un antibiótico selectivo
El proceso de desarrollo comenzó con una serie de ensayos en células enteras que se llevaron a cabo en AstraZeneca. Dichos ensayos permitieron identificar moléculas capaces de inhibir el complejo LolCDE, un componente crítico del sistema Lol. Los investigadores se centraron en las moléculas más prometedoras, pero se encontraron con problemas de solubilidad y resistencia. Mediante un proceso de cambios químicos iterativos, desarrollaron una plataforma híbrida añadiendo aminas primarias para mejorar la acumulación y la selectividad del efecto antibacteriano.
Estos esfuerzos culminaron en la identificación de la (sidenote:
Lolamicina
antibiótico recientemente desarrollado con una acción selectiva contra las bacterias gramnegativas, que se dirige al sistema de transporte de lipoproteínas Lol, erradicando eficazmente las bacterias patógenas sin alterar la microbiota intestinal.
), una molécula que altera eficazmente el sistema Lol, destruyendo selectivamente las bacterias patógenas gramnegativas. Este efecto dirigido es posible gracias a la gran divergencia entre las secuencias de las bacterias patógenas y las de las bacterias intestinales comensales, lo que garantiza la preservación de las bacterias beneficiosas.
Grandes avances en modelos de infección
La eficacia de la lolamicina se investigó en rigurosos estudios preclínicos que arrojaron resultados impresionantes. De hecho, la lolamicina mostró una potente actividad contra un amplio abanico de más de 130 cepas clínicas (sidenote:
Multirresistentes
dícese de las bacterias que han desarrollado resistencia a varias clases de antibióticos, lo que dificulta considerablemente el tratamiento de las infecciones que puedan causar.
) de bacterias gramnegativas, entre ellas algunos patógenos bien conocidos como E. coli, Klebsiellapneumoniae y Enterobactercloacae.
La lolamicina ha mostrado un potencial terapéutico superior en modelos murinos de septicemia y neumonía aguda. En ratones tratados con lolamicina, la carga bacteriana se redujo un 99% y se alcanzaron tasas de supervivencia sobresalientes, superando claramente a los antibióticos existentes de referencia.
Una de las características destacadas de la lolamicina es su capacidad para preservar la microbiota. A diferencia de los antibióticos de amplio espectro, que causan estragos en la microbiota intestinal, el tratamiento con lolamicina solo produjo cambios mínimos en su composición. De hecho, la secuenciación completa del ARNr 16S de muestras fecales de ratones tratados demostró que la lolamicina preserva la diversidad y riqueza de la microbiota intestinal. Cabe destacar que los ratones tratados con lolamicina mantuvieron su capacidad para eliminar espontáneamente la colonización por Clostridioidesdifficile, una complicación frecuente –pero grave– del tratamiento con antibióticos.
Conclusión
Aunque sea necesario confirmar estos resultados mediante ensayos clínicos en humanos, este avance no solo responde al reto inmediato que plantean las infecciones resistentes, sino que abre una nueva era, la de los tratamientos dirigidos de alta precisión capaces de preservar nuestra salud general.
Ante el aumento de las infecciones gramnegativas, los antibióticos de amplio espectro actúan como un reguero de pólvora, destruyendo no sólo las bacterias nocivas, sino también las beneficiosas. La lolamicina, un nuevo antibiótico, destruye únicamente a las bacterias nocivas, preservando la microbiota intestinal y ofreciendo un tratamiento antiinfeccioso más preciso y seguro.
Debido al aumento de las infecciones causadas por (sidenote:
Bacterias gramnegativas
grupo de bacterias caracterizadas por la estructura única de su pared celular, que las hace resistentes a muchos antibióticos y complica el tratamiento de las infecciones.
), nuestra microbiota intestinal –hogar de billones de bacterias beneficiosas– se ve acosada por los antibióticos de amplio espectro. Aunque son eficaces contra las infecciones, estos fármacos eliminan frecuentemente las bacterias beneficiosas de nuestro intestino, lo que puede desencadenar infecciones secundarias. Es un poco como si utilizáramos un mazo para romper una nuez. Por eso se necesitan urgentemente antibióticos que sean capaces de eliminar selectivamente las bacterias nocivas sin afectar a las beneficiosas.
Ahí es donde interviene la lolamicina. Un equipo de investigadores ha estado trabajando en el diseño de un antibiótico capaz de eliminar específicamente las bacterias gramnegativas 1.
¿Cuál es el arma secreta? El sistema de transporte de lipoproteínas Lol, un mecanismo crítico inherente a estas bacterias nocivas. Al alterar este sistema, la lolamicina consigue eliminar los patógenos sin dañar nuestras bacterias beneficiosas.
¿Qué es una bacteria gramnegativa?
Las bacterias gramnegativas tienen una estructura de pared celular única que les confiere resistencia a numerosos antibióticos.
Importancia relativa en la microbiota:
Las bacterias gramnegativas representan el 47% de la microbiota intestinal.
Desempeñan un papel fundamental en la digestión y la inmunidad.
Lolamicina: lo último en medicina de alta precisión
El desarrollo de la (sidenote:
Lolamicina
antibiótico recientemente desarrollado con una acción selectiva contra las bacterias gramnegativas, que se dirige al sistema de transporte de lipoproteínas Lol, erradicando eficazmente las bacterias patógenas sin alterar la microbiota intestinal.
) no fue tarea fácil. Imagínese intentar fabricar una llave que encaje perfectamente en una cerradura sin afectar a la estructura circundante. Los investigadores empezaron con una serie de ensayos con células enteras con el fin de identificar moléculas capaces de inhibir el sistema Lol en un grupo de bacterias específicas. Mediante una serie de ajustes y cambios, consiguieron desarrollar una plataforma híbrida que condujo a la creación de la lolamicina.
Entender mejor lo que son los antibióticos
Los antibióticos son medicamentos utilizados para tratar las infecciones bacterianas.
Modos de acción:
Efecto dirigido específicamente a la pared/membrana celular: los antibióticos alteran la integridad de las células bacterianas (por ejemplo, la penicilina)
Inhibición de la síntesis de proteínas: los antibióticos impiden que las bacterias produzcan proteínas esenciales (por ejemplo, las tetraciclinas)
Bloqueo de la replicación del ADN: los antibióticos detienen el crecimiento bacteriano al interferir en los procesos del ADN (por ejemplo, las quinolonas)
Este nuevo antibiótico fue sometido a pruebas rigurosas y produjo resultados impresionantes. La lolamicina ejerce una fuerte actividad contra más de 130 cepas distintas de (sidenote:
Multirresistentes
dícese de las bacterias que han desarrollado resistencia a varias clases de antibióticos, lo que dificulta considerablemente el tratamiento de las infecciones que puedan causar.
), incluidas algunas especialmente problemáticas como E. coli y Klebsiellapneumoniae. En modelos de infección severa en ratones, la lolamicina reduce significativamente la carga bacteriana y mejora las tasas de supervivencia, superando a los antibióticos existentes.
Concienciación sobre el uso de antibióticos
Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos (WAAW) Advertencia:
«El uso de antibióticos no debe ser sistemático» – Use los antibióticos de forma responsable para prevenir la resistencia.
El uso excesivo e incorrecto de antibióticos puede conducir al desarrollo de cepas de bacterias resistentes, lo que dificulta el tratamiento de las infecciones.
Consulte siempre a un profesional sanitario antes de tomar antibióticos.
Destruir a los villanos y proteger a los héroes
Pero lo que resulta realmente revolucionario es la capacidad de la lolamicina para preservar la microbiota intestinal. A diferencia de los antibióticos de amplio espectro, que causan estragos en la comunidad bacteriana intestinal, el tratamiento con lolamicina sólo provoca cambios mínimos. Esto se confirmó mediante técnicas avanzadas de secuenciación del ADN, que demostraron que se conservan la diversidad y riqueza de la microbiota intestinal. Cabe destacar que los ratones tratados con lolamicina pudieron repeler las infecciones secundarias por Clostridioidesdifficile, una complicación frecuente del tratamiento con antibióticos.
1 de cada 3
personas ha sido informada por un médico de que el tratamiento con antibióticos podría tener repercusiones negativas en el equilibrio de su microbiota.
Si bien se requiere de una validación más profunda mediante ensayos clínicos, la lolamicina representa sin duda un avance espectacular. No se trata simplemente de combatir las infecciones, sino de hacerlo con precisión, procurando no dañar a las bacterias beneficiosas. Este avance marca el comienzo de una nueva era en medicina, caracterizada por el diseño de antibióticos que eliminen los patógenos con mucha precisión sin afectar a nuestra salud general.